jueves. 25.04.2024

Mercados financieros contra economía real (II)

NUEVATRIBUNA.ES - 24.2.2010Cuando se emplea la palabra “mercado” en general y, en particular, cuando se habla de “mercados financieros”, se piensa o se identifica esto con la competencia.
NUEVATRIBUNA.ES - 24.2.2010

Cuando se emplea la palabra “mercado” en general y, en particular, cuando se habla de “mercados financieros”, se piensa o se identifica esto con la competencia. Esta, si se da, es en general una buena noticia, porque indica que, fruto de la lucha de los oferentes de bienes y servicios -en este caso servicios financieros- frente a una demanda dada, los precios de estos servicios tenderán a abaratarse, acercándose a los costes. Por eso nunca aparece la palabra competencia y sí “mercados” a secas, con el consiguiente calificativo del tipo de mercado y no del grado de su poder para manipular los precios. Todo esto viene a cuento con el caso griego. Con este país, y fruto de su déficit de más del 12% heredado del gobierno de derechas de Karamanlis (equivalente al P. P. español), los llamados mercados financieros -en este caso de títulos- parecería que han actuado cumpliendo su deber y han encarecido la renovación de la deuda pública griega e incluso han puesto en peligro su renovación de forma merecida. Así se presenta el hecho en los medios de comunicación neoliberales. Parece un hecho objetivo, donde los mercados castigan la mala política del gobierno griego. No se distingue si esta política ha servido precisamente para afianzar industrias y finanzas privadas griegas o ha sido por y para el mantenimiento del gasto social. Los mismos que se beneficiaron de la teta del Estado para evitar su ruina -lo cual provocó los déficits heredados por el nuevo gobierno de Papandreu- ahora castigan al país por tener esos déficits. Es el mismo caso de España, USA, Reino Unido, etc. Pero la actuación impúdica y criminal de estos “mercados financieros” es más grave cuando se descubre que estos “mercados” tienen nombres y apellidos, y que son todo menos competitivos (1).

Detrás de los “mercados” (2), inocentes plazas públicas electrónicas donde se opera a la velocidad de la luz, están las actuaciones de fondos especulativos por su comportamiento como “Moore Capital”, "Fidelity International y Paulsen and Co." (ambos estadounidenses) y “Brevan Hovard” (británica). Por sus obras les conoceréis. Su misión no es precisamente -o no sólo ni principalmente- tomar dinero de los ahorradores y prestarla a los inversores (de bienes reales), sino la de meros tiburones especulativos. Según el CNI griego, estas entidades vendieron bonos estatales griegos (deuda pública) en la mañana del 19.2.2010 y los recompraron al final de la jornada a precios reducidos. La noticia ha salido en algún medio de comunicación, aunque no explica cómo pudo salirles la jugada, el riesgo con el que lo hacían y si tenían alguna otra intención, además de la de hacer caja a corto plazo (¡en un día!, más corto imposible). Se avanza alguna hipótesis sobre si se trataba de un ataque especulativo al euro. Creo que esta hipótesis es un error, además de una cortina de humo y, en realidad, es de inocentes creer que un fondo de inversión relativamente pequeño pueda poner en peligro la moneda más solvente del mundo junto con el dólar. Creo que la explicación es otra. Cuando un fondo especulativo se presta a una operación de este tipo es porque tiene muy seguro que su comportamiento (al vender títulos de la deuda griega) va a provocar una bajada en la cotizaciones del bono griego, no sólo por el aumento de la oferta (venta) de su cartera, sino porque se va a producir un efecto rebaño de otras carteras más diseminadas, que no pueden actuar solidariamente comprando esos títulos inmediatamente vendidos ahora y, con ello y por ello, con la cotización a la baja. Lo que hacen por tanto el resto es vender a su vez, al igual que estos tres fondos, lo cual hacer caer aún más el precio de los bonos; y antes de que amanezca el nuevo día, estos tres tiburones de las finanzas compran a precios rebajados lo que ellos mismos vendieron -incluso más-, obteniendo un pingüe beneficio sin mayor esfuerzo que estar ahí, no en condiciones de competencia, sino en condiciones de oligopolio o monopolio.

Pero la cosa no para ahí, porque puede haber una segunda intención a largo plazo. En efecto, al colocar en un brete a las finanzas públicas griegas ante las dificultades de renovación de sus emisiones de bonos, están obligando a que el gobierno griego tome medidas contra el gasto público, es decir, contra el gasto social, para bajar salarios, facilitar el despido, bajar las pensiones, etc. Con ello, aunque la tarta del PIB se reduzca -como el caso español- o se mantenga, el reparto entre rentas salariales y ganancias (o no salariales en general) quedará sesgado hacia las ganancias; y con ello y por ello, las cotizaciones de estos bonos en poder de estos fondos subirán. ¿Y acaso un pequeño o 3 pequeños fondos de inversión sacan ganancias significativas de este comportamiento, arriesgando con esa operación especulativa en un mismo día? Creo que no. Creo que detrás de esto están otros grandes fondos de inversión, que tienen intereses más globales y a más largo plazo, se han mantenido al margen consensuadamente durante ese día para no caer en la tentación de comprar a las pocas horas los bonos vendidos y elevar con ello las cotizaciones. De hacerlo, los 3 pequeños tiburones habrían perdido dinero con la operación y, probablemente, quedarían en una situación difícil (o de quiebra). Y sabemos que 3 de los más grandes fondos de inversión son el “Goldman Sachs”, el “J. P. Morgan” y el “Morgan Stanley” (3), fondos que han recibido ayudas generosas por el gobierno americano y que ahora solicitan devolver los 45.000 millones de dólares prestados. Estos 3 grandes fondos están moviéndose: el Morgan Stanley pretende vender ¡60 millones de acciones! a un banco chino y a un fondo soberano también chino; Morgan Stanley y JP Morgan ampliarán capital en 2.200 millones de dólares y 5.000 millones, respectivamente; este último espera pérdidas en sus tarjetas de crédito del 9% que obligan a compensarlas con otras líneas de negocio. Es decir, se están proveyendo de liquidez para iniciar un nuevo asalto.

Como se ve, en este mundo de los fondos de inversión nada tiene que ver con la apacible idea de que actúan como buenos intermediarios entre el ahorro y la inversión en el mundo de lo privado. Nada de eso. Cuando van mal dadas asaltan la teta del Estado por las buenas -presiones, comunicados, prensa afín, etc.- o por las malas. El euro ha puesto en un aprieto al mundo de los negocios especulativos de estos bancos o fondos de apariencia afable. Hace casi dos décadas, cuando no existía el euro, los fondos de inversión atacaron discriminadamente algunas monedas europeas, vendiendo títulos denominados en las divisas de los países puestos previamente en tela de juicio mediante un bombardeo mediático. Los bancos centrales actuaron comprando sus monedas con sus reservas en dólares y otras monedas consideradas estables; se vio pronto que esto no era suficiente y lograron estos fondos que la lira y la peseta devaluaran varias veces y sacaron a la libra de la serpiente europea, es decir, lograron que las reservas del Reino Unido no fueran suficientes para mantener su moneda dentro los límites -por arriba y abajo- establecidos (de ahí lo de serpiente). Con todo ello y fruto de la devaluación de la peseta y de la lira, ganaron cuantiosos beneficios, comprando con los mismos dólares títulos que ahora valían menos al cambio. Ahora ¡aún no se han atrevido en realidad! con el euro mediante operaciones de este tipo. Pero eso no frena a los tiburones cuando huelen ganancia. Ahora se lanzan contra las finanzas públicas discriminadamente y por orden de debilidad, es decir, contra la necesidad de los estados de financiar sus déficits con deuda pública, tal como se ha venido haciendo por todos los estados del mundo, empezando por el propio gobierno federal yanqui. Pero la oportunidad es de oro si, fruto del miedo a profundizar en la crisis, en el desempleo, en las pensiones, los gobiernos de los países supuestamente más en dificultades (Grecia, Portugal, Irlanda, España, Italia, Reino Unido) se dejan atrapar por el pánico creado por la actuación de esos mismos fondos que ahora reclaman medidas excepcionales. En el caso de España, aliados de estos fondos, son el P. P. y medios de comunicación como Cinco Días, Expansión, El Economista, El Mundo, Intereconomía, Tele Madrid y algunos más (4). Y muchos de estos medios se mantienen a veces en la palestra mediática de forma inexplicable (es decir, supuestamente por sólo su publicidad). Resulta curioso que el Reino Unido, que está incluso en peor situación que España, no ha sido objeto su moneda de ataques de este tipo. Es verdad que su ventaja es que puede devaluar en un momento determinado y puede coger a esos tiburones en su propia trampa.

¿Qué hacer? A corto plazo hacer como si no existieran los tiburones, tanto los pequeños como los grandes. Si estos llegan a la conclusión de que los gobiernos no se van a dejar intimidar por su poder especulativo irán retirándose porque ellos corren también un riesgo y sólo lo pueden rebajar actuando coordinadamente, consensuadamente. Es la teoría de los juegos y el paradigma del dilema del prisionero. Los gobiernos sólo se tienen que preocupar de la economía real y dejar a los intermediarios financieros su mercado para que se devoren en su propia salsa. A largo plazo, hay una medida que acabaría con estas actuaciones especulativas sobre las finanzas públicas, pero que pondría a los neoliberales en situaciones golpistas (si pudieran), y es la posibilidad de que el Banco Central Europeo (5) suscribiera directamente la deuda pública emitida por los países soberanos. Con todas las limitaciones que se quiera y en situaciones excepcionales, pero que esta posibilidad existiera. El sólo hecho de su posibilidad sería una tisana para los nerviosos tiburones, porque la renovación de la deuda ya no dependería de los ataques especulativos, sino de decisiones políticas de las instituciones europeas en coordinación y consenso con la de los estados soberanos. Aunque hubiera diferenciales con el bono alemán en la emisión de deuda, no habría la posibilidad de estigmatizar a un país y ponerle contra las cuerdas; y ello por más que tuviera que pagar el diferencial de los intereses con la del bono alemán en el caso europeo. La otra medida es la creación de una entidad pública del crédito que actuara con sus servicios (avales) y préstamos de forma anticíclica y anticrisis. Ya lo he explicado en otras ocasiones en esta misma tribuna (6).

Antonio Mora Plaza - Economista.

1) Esto nos lleva a la nefasta “autorregulación”. Véase "Autorregulación y mercados financieros", de Jose Manuel Cuenca Miranda, en ICE.

2) Una excelente página académica sobre los mercados financieros es este trabajo: "Desarrollos de mercados financieros", de Simon T. Gray y Nick Talbot, del Centro de Estudios Latinoamericanos, 2009.

3) En Expansión.com

4) Los fondos españoles están vendiendo títulos para proveerse de liquidez para estar preparados para el asalto al Reino de España o a cualquier otro país que se sospeche que pueda ceder su gobierno en sus medidas sociales. Véase esta noticia en “elEconomista.es”

5) Para ver el análisis y la posición del Banco Central Europeo en la actualidad: “Financial Stability Review” del "European Central Bank".

6) Ver “Sobre qué hacer con el sistema financiero”

Mercados financieros contra economía real (II)
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