miércoles. 24.04.2024

Mensaje confuso desde retaguardia

NUEVATRIBUNA.ES - 8.9.2010Con la proverbial ambigüedad del lenguaje de los abertzales, ETA ha dado a conocer al pueblo vasco las reflexiones que han conducido a su decisión de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas, pero, por el medio elegido para hacerlo -una emisora británica-, cabe sospechar que el pueblo vasco no es el único, ni siquiera el principal destinatario del comunicado, que, en sí mismo, es bastante confuso.
NUEVATRIBUNA.ES - 8.9.2010

Con la proverbial ambigüedad del lenguaje de los abertzales, ETA ha dado a conocer al pueblo vasco las reflexiones que han conducido a su decisión de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas, pero, por el medio elegido para hacerlo -una emisora británica-, cabe sospechar que el pueblo vasco no es el único, ni siquiera el principal destinatario del comunicado, que, en sí mismo, es bastante confuso.

En primer lugar, por el ubicuo lugar que, según sus redactores, ocupa ETA como emisor en el cuerpo del mensaje, que comienza y concluye como un llamamiento de la vanguardia, tras haberse convertido en mitad del texto en componente del pueblo o incluso de la ciudadanía, que no son en absoluto términos equiparables.

El comunicado empieza con la forma ritual de la vanguardia: Euskadi Ta Askatasuna, organización revolucionaria socialista vasca para la liberación nacional, quiere dar a conocer al pueblo vasco su decisión y reflexión. Papel que recalca en la frase siguiente: Ha transcurrido ya medio siglo desde que ETA organizara a los ciudadanos, y en el resultado de esos años en los que la lucha de ETA y la izquierda abertzale ha logrado mantener vivo al pueblo vasco y tener abierta la opción de construir un futuro en libertad. Y concluye comunicando la decisión de no realizar acciones armadas ofensivas y reiterando un llamamiento a actuar a agentes políticos, sociales y sindicales vascos para llegar al escenario de un proceso democrático que dé la palabra al pueblo, y con las consignas de rigor.

Pero en medio del comunicado, ETA abandona el papel de (autoinvestido) dirigente del pueblo vasco y se transmuta en parte de él, incluso en parte de la ciudadanía -los agentes vascos, los ciudadanos vascos, debemos responder a la situación con responsabilidad y con apremio-, o más adelante, cuando indica: los ciudadanos vascos podemos decidir nuestro futuro de forma libre y democrática, equiparando la actuación de los ciudadanos corrientes con la actividad de los comandos armados.

Pero, ¿a qué ciudadanos se dirige ETA? Pues, naturalmente a los que estén de acuerdo con el breve análisis de la coyuntura política, que describe del modo siguiente: La lucha de años ha sembrado nuevas condiciones políticas. Agotado el marco autonómico, al pueblo vasco le ha llegado la hora de realizar el cambio político, el momento de construir para Euskal Herria el marco democrático siguiendo el deseo de la mayoría de la ciudadanía vasca. El Estado español es consciente de que Euskal Herria se encuentra en una encrucijada y de que aún puede optar por la opción de la independencia. Por eso semejante ofensiva fascista.

Dejando aparte la retórica, el dictamen es añejo; data de finales de los años setenta, cuando el ocaso de la dictadura se presentaba como un momento propicio para dar el gran salto.

Luego se ha seguido aireando, con pocas variaciones, ante cada cambio de coyuntura, pero está irremediablemente gastado. Si después de 25 años de gobierno, el PNV está en la oposición, y tras 23 años de actividad política en las instituciones, Batasuna se ve en la tesitura de renegar de ETA o renunciar a convertirse en una referencia política en Euskadi, y si ETA atraviesa por el peor momento en muchos años, el comunicado no parece redactado desde el exilio, sino desde la Luna. Incapaz de reconocer la situación real en que se encuentra el País Vasco, ETA tiene la osada pretensión de dirigir la transformación de una sociedad que realmente no conoce. No es la vanguardia, sino que, amparada en análisis pretéritos, va a remolque de los acontecimientos, va por detrás de la sociedad vasca; está en la retaguardia del movimiento abertzale cuando éste pretende avanzar por otras vías; se ha convertido en una rémora para los suyos.

Los redactores del comunicado ignoran en su dictamen no sólo la debilidad de las propias fuerzas debido a la actividad policial y judicial, que se trasluce en esa frase sobre la ofensiva fascista, sino lo que es fatal para un proyecto como el suyo: salvo sus incondicionales, que cada día son menos, nadie les cree, sobre todo sus adversarios políticos, a los que, en teoría, se dirige. Por eso, el comunicado, adornado con la retórica habitual para entusiastas, va destinado a tranquilizar a sus seguidores y a conseguir, de cara a sus apoyos internacionales, unos cuantos titulares y algunos editoriales. Pero eso tiene un efecto muy breve y es muy poco para lo que espera Batasuna. Y los demás, dentro y fuera de Euskadi.

Francisco Javier Vivas - Escritor

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