jueves. 28.03.2024

Memoria RAM

Las falsedades, ocultamientos y tergiversaciones con que se nos torea cada día nos obliga a estar en guardia, a desarrollar mecanismos de defensa...

Las falsedades, ocultamientos y tergiversaciones con que se nos torea cada día nos obliga a estar en guardia, a desarrollar mecanismos de defensa. Y el primero de ellos es fortalecer la memoria, rechazar el olvido. Y para ello necesitamos potenciar nuestra memoria RAM político social. La memoria RAM es una utilidad de las máquinas computadoras que permite que todos los componentes y sus sistemas lógicos actúen siguiendo la pauta para la que fueron diseñados. La memoria RAM ordena todas y cada una de las funciones del computador para que actúe del modo que los usuarios esperan. La memoria RAM no tienen una función en sí misma, sino la de hacer cumplir a cada uno de los elementos del ordenador con su misión. Sin la memoria RAM todos esos componentes se obturan, se colapsan o directamente desvarían.

Necesitamos la memoria RAM del cuerpo político para zafarnos de la mentira y para que las funciones de gobierno, administración y ejecución de tareas colectivas respondan a los criterios de diseño realizados en origen. Porque sin esa potente memoria de acceso aleatorio, gobernar se convierte en una sucesión de gestos conniventes entre los agraciados (pj Consejo General del Poder Judicial/ tribunal Constitucional), la administración en un burladero para evitar el peligro de ser descubierto en caso de riesgo (Agencia tributaria/Infanta) o arrojado a los pies de los caballos si no formas parte del clan (lanzamientos judiciales/desahucios). La ejecución de tareas colectivas o de prestación de servicios en una oportunidad de negocio redondo (salud/educación /dependencia).

Por tanto, por el bien del gobierno, la administración y la garantía de los servicios colectivos, es necesario potenciar la memoria RAM que garantice el buen funcionamiento del cuerpo social. La memoria RAM viene inscrita en las placas matrices de los ordenadores, pero la memoria que gestiona el funcionamiento equilibrado del entramado social no, no está inscrita, está prescrita por la ley, la moral y la coherencia.

La memoria RAM política no puede ser enviada a reparación en taller alguno. Sólo puede ser recompuesta, en caso de avería, fortaleciendo su misión: Activar el gobierno, la administración y los servicios sociales mediante la recarga de su prescriptor: Ley, Moral y Coherencia.

¿Y cómo se consigue tal cosa? Dado que es una memoria, es decir un mecanismo recordatoria de aquello que debe hacerse y aquello que debe evitarse, la RAM política debe fortalecerse mediante un proceso nemotécnico en el que toda situación con efectos sobre el cuerpo social sea registrado y contrastado con su función original.

Si un partido incumple su promesa de gobierno según lo propuesto en sus documentos electorales, la memoria RAM ha de ser implacable y desactivar al partido incumplidor cuando la función legal elecciones vuelva a ser puesta en marcha.

Si un administrador o técnico de cualquier especialidad es capaz de imponer criterios de organización social sostenidos en dogmas morales excluyentes, entonces la memoria RAM debe actuar en modo denuncia de cuanto acontece en el proceso de segregación y minusvaloración de las propuestas morales excluidas. 

Si un gestor de lo publico pasa más tiempo trasfiriendo al espacio privado recursos del espacio publico que mejorando los mismos, en clara contradicción o incoherencia con lo que se espera de un gestor de lo público, entonces la memoria RAM debe actuar en cada momento del tiempo de gestión de lo publico, que es cada día.

Así la memoria RAM política, el instrumento de control social sobre el ejercicio de gobierno, administración y prestación de servicios actúa o debería actuar para mantener en estado satisfactorio el conjunto de lo social. Pero no ocurre. El sistema ha aprendido a trampear la memoria y ésta ya no se siente segura de cual es su misión en el conjunto.

Hay por tanto que recuperar el ejercicio de lo legal, lo moral y lo coherente para recomponer los sistemas de mando que se derivan de una eficiente memoria  Si no queremos aceptar banco como animal de compañía, preferente como privilegio, fusión de Iberia como aventura comercial, informativo publico objetivo, etc, debemos activar la memoria RAM que nos recuerde qué es y ha sido un banco, que ha ocurrido con las preferentes y dónde esta la investigación de la CNMV en el dislate final de la venta institucional que degradó el valor de lo recibido en más de lo que supuso la quita oficial,

No podemos olvidar a Cospedal amenazando a la TVE a través de Ana Pastor sobre la equidad de un estilo informativo reiteradamente premiados en ámbitos internacionales, que ahora denostan el tufo que desprenden informativos realizados a la limón con Génova.

No podemos olvidar que Iberia se entregó a IAG como botín a cambio de que Bankia pareciera un banco con grupo industrial rayando a la altura al menos de la Caixa catalana. No podemos olvidar el aparcamiento de jueces incómodos y la memoria histórica traicionada.

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