miércoles. 24.04.2024

La madrugada en la que la basura perdió

La madrugada del domingo, tras alcanzarse un acuerdo entre las partes que, parece ser, respetará los derechos de los trabajadores, se ha anunciado el final...

La madrugada del domingo, tras alcanzarse un acuerdo entre las partes que, parece ser, respetará los derechos de los trabajadores, se ha anunciado el final de la huelga de los Limpiadores y Jardineros en Madrid. Sí se puede.

Hoy muchas cientos de personas están respirando tranquilas sabiendo que podrán seguir recibiendo una retribución digna por su trabajo. Sí se puede.

Hoy algún que otro empresario y directivo tendrá que asumir dejar para otro momento la adquisición de ese sexto, o décimo, inmueble de lujo que tenía en mente pagar con lo que se ahorrara despidiendo a tantos y mal pagando al resto. Sí se puede.

Hoy es un buen momento para reafirmarnos en todas y cada una de nuestras legítimas aspiraciones como sociedad que aspira a ser justa, equitativa y solidaria. Hoy, en suma, hemos constatado algo que los neoliberales están empeñados en que olvidemos: sí se puede.

Me vais a permitir que saque tres conclusiones importantes sobre los porqués del desenlace de este conflicto provocado por el ayuntamiento de Madrid; responsable último del mismo al haber privatizado alegremente los servicios de limpieza y jardines de la capital, y unas empresas privadas cuyo único objetivo radica en aumentar beneficios a costa de lo que sea, incluida la denigración laboral del factor humano y la rebaja en la calidad de los servicios prestados a la comunidad a la que deberían servir, ya que, no lo olvidemos, por ello cobran.

1: Todos los trabajadores han estado unidos, sin fisuras ni estériles egoísmos particulares de por medio, y la sociedad madrileña los ha apoyado mayoritariamente, tanto en las calles como en las redes sociales. Muchos ciudadanos en esta ciudad hemos caminado durante días por calles llenas de bolsas de basura sabiendo que eran necesarias para que una porquería mayor, y mucho más dañina, no se saliera con la suya.  Sí se puede.

2: Los grandes sindicatos; que menos mal siguen existiendo y mantienen fuerza de convocatoria, han estado a la altura. Por eso este gobierno, y la derecha mediática, tienen como objetivo primordial desprestigiarlos a toda costa. Un mensaje que demasiados compran sin reflexionar. El tan traído y llevado -todos son iguales-. Qué no. Que santos no habrá, no los hay de hecho, y errores o malas prácticas puntuales se cometerán, sin duda; persíganse, atájense, castíguense, pero de iguales nada. Sin el aporte de los sindicatos hoy es seguro que más de mil trabajadores de la limpieza madrileña hubieran sido despedidos y al resto les hubieran bajado sustancialmente su ya escaso sueldo, condenándolos a ir viviendo en esa precariedad bajo sueldo que no se registra en las cifras oficiales del desempleo. Sin organizaciones sindicales fuertes hoy la indignidad y la avaricia especuladora hubiera campado aún más a sus anchas. Sí se puede.

3: Los grandes partidos de la Izquierda se han comprometido con esta causa menos de lo que me hubiera gustado. Ojalá hubieran estado en primerísima línea, mucho más visibles. ¿Quizás consideraban que no era una causa suficientemente “elegante”? Moved el trasero Izquierda Política de este país. Dejad de elucubrar alrededor del sexo de los ángeles, las gobernanzas continentales; dejad de mirar vuestro institucional ombligo e historia reciente y sacad vuestra ideología a pasear, a la calle, que es a donde pertenece.

Resumiendo: hoy se ha demostrado que, en la defensa de derechos y libertades, de la dignidad y la justicia, si estamos y permanecemos UNIDOS, sin fisuras, tenaces, visibles y expeditivos, el Partido Popular y su gobierno, junto a los adyacentes gobiernos y ayuntamientos del mismo color, lo tendrán mucho más difícil para conseguir sus objetivos; esa hoja de ruta que, ¿a estas alturas quién puede dudarlo?, solo pretende reventar esta sociedad y convertirla en un zoológico para ricos: ellos como "magnánimos" visitantes con los bolsillos llenos de cacahuetes para darnos a cambio de nuestras, rentables para sus bolsillos, “monadas”, de nuestra sumisa entrega, y nosotros como ultraproductivos primates, carentes de derechos y enrejados al servicio de un Estado, y una no desdeñable parte del sector privado, tan endogámicos como autistas.

La madrugada del domingo, en todos los sentidos, la "BASURA" perdió. Sí se puede.

La madrugada en la que la basura perdió