viernes. 19.04.2024

Los datos de empleo de junio arrojan sombras importantes

Pese a los aparentemente buenos resultados que arrojan los datos de empleo relativos al mes de junio, un aumento de las afiliaciones de 31.333 personas y una disminución del paro registrado de 98.853 demandantes, si profundizamos en ellos podemos encontrar más elementos de  preocupación que de respiro. El 30 de junio terminaba el plazo para la regulación de las personas que trabajaban en los hogares.

Pese a los aparentemente buenos resultados que arrojan los datos de empleo relativos al mes de junio, un aumento de las afiliaciones de 31.333 personas y una disminución del paro registrado de 98.853 demandantes, si profundizamos en ellos podemos encontrar más elementos de  preocupación que de respiro.

El 30 de junio terminaba el plazo para la regulación de las personas que trabajaban en los hogares. Esto supone una regularización que no aporta nuevos empleos, fundamentalmente, sino que lo que supone es su inclusión en el Régimen General de la Seguridad Social. De las 31.333 nuevas afiliaciones, 20.580 tienen relación con esta actividad: aumentan en 61.863 en el Régimen General y disminuyen en 41.283 en el de Empleados de hogar: dos de cada tres nuevos afiliados. En el mes de mayo supusieron el 2% del total de afiliados y este mes suponen el 66% del aumento de la afiliación. Obviamente no se trata de nuevos empleos sino de empleos que afloran. Debemos valorarlo pero en su justa medida.

Descontando este afloramiento, el aumento de afiliados de junio se quedaría en 10.753 personas. Sin tener en cuenta a las personas asociadas con el empleo en el hogar, el aumento de afiliados se queda en el 0,06%, la mitad de lo ocurrido en 2010. Para hacer su completa valoración será preciso esperar a que dispongamos de los datos por actividad económica

En relación con el paro, este año los cursos de formación para el empleo han empezado mayoritariamente este mes, por lo que se ha concentrado buena parte de las suspensiones que dejan de considerarse parados. Los demandantes no ocupados que no computan como parados aumentan en 32.234 por lo que habrá que restárselos directamente a la disminución de parados. Así habría una disminución de 66.619 parados registrados, inferior a la de los dos últimos años. Como un segundo dato a tener en cuenta es el aumento de los demandantes ocupados en 76.876 personas. Habrá que ver los que proceden de expedientes de regulación, de contratos a tiempo parcial, etc.

De todas maneras lo que parece claro es que no estamos en un buen mes de junio porque la relación entre aumento de afiliados y disminución de parados no es buena: hay 10.753 afiliados más y 66.619 parados menos. Obviamente la disminución del paro no es proporcional al aumento de la afiliación: si por cada nuevo afiliado hay seis parados menos, ¿cinco serán desanimados?

El tercer elemento de preocupación es el comportamiento de la contratación, especialmente la indefinida: continúa la sangría de la contratación indefinida registrándose este mes una disminución del 4,7% sobre el mes de mayo. En lo que va de año ha habido 76 mil contratos indefinidos menos que en los seis primeros meses de 2011, un 13% menos, pasando de representar el 8,7% de todos los contratos registrados al 8,1% este año. El objetivo declarado de la reforma, aumentar la estabilidad, está cada vez más lejos. Probablemente es que no sea mediante la modificación de la contratación como se pueda conseguir sino haciendo repercutir el gasto en prestaciones por desempleo a las cotizaciones por esta contingencia en una y otra modalidad de contratación.

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