viernes. 29.03.2024

Los controladores, el circo del PP y el látigo de los ciudadanos

nuevatribuna.es | 07.12.2010Y claro, a los controladores se les fue la mano con el fuego. Tras muchos años estirando de la cuerda, ésta se les ha roto en las narices. Es lo que tiene abusar.Hoy estaba viendo al portavoz de los controladores en un programa de televisión y las sospechas se han hecho certezas.

nuevatribuna.es | 07.12.2010

Y claro, a los controladores se les fue la mano con el fuego. Tras muchos años estirando de la cuerda, ésta se les ha roto en las narices. Es lo que tiene abusar.
Hoy estaba viendo al portavoz de los controladores en un programa de televisión y las sospechas se han hecho certezas. Pese a decir que no comparte lo que han hecho sus compañeros, entiende que la “situación” límite les ha llevado a tal acción. Que los únicos culpables son AENA y el Gobierno (tampoco me hubiera extrañado que culparan a la morcilla de Burgos, la verdad)

Increíble pero cierto. Estos días han sido como de película de sainete de mal gusto. Ante el ataque masivo de la ciudadanía, que esta vez no se ha callado y la militarización del espacio aéreo, hemos visto actitudes de lo más variopintas. Me llama la atención la controladora presa de un ataque de cocodrilitatis lagrimitis, que en su tiempo de escaqueo vio una película de Chuck Norris, de esas en los que los malos apuntan con pistolas a los buenos. Así, nos contó cómo el ver cómo la encañonaba la Guardia Civil para que hiciera su trabajo la llenaba de estrés y así no podía separar los aviones.

El propio portavoz de los controladores ha negado que existieran tales acciones y se me ocurre que algún dirigente político debería demandar a la señora Blanca Uriarte, controladora, por hacer semejantes acusaciones, gravísimas en un estado de derecho.

A los controladores, probablemente aupados por las malas artes del PP (que ya se sabe que por fastidiar al gobierno son capaces de fastidiar a 600.000 pasajeros o a un millón, la cantidad no importa) las expectativas se les volvieron en contra.

Lo que no sabían es que, a estas alturas de la película, son tan previsibles que el Gobierno imaginaba que la intentarían liar en estas fechas y de ahí el decreto que permitía la militarización del espacio aéreo amén de otras disposiciones más centradas en aspectos laborales. Es decir, que para cuando ellos fueron, esta vez el Gobierno ya estaba de vuelta esperándoles.

Y ellos, muy suyos, decidieron buscar atajos en vez de seguir el procedimiento. Ya sabían que la justicia había dictado sentencia contra sus reivindicaciones y como consideran que están por encima del bien y del mal (es lo que tiene estar todo el día mirando al cielo) decidieron tomarse las medidas de su propia mano.
Era normal, por otra parte, que se reunieran con el PP ya que en la época de Alvarez Cascos como ministro, consiguieron las mejores condicio
nes económicas que se hayan conseguido por parte de ningún trabajador funcionario del Estado. Es decir, que haya gente que llegara a ganar más de 600.000€ al mes al poder manipular los horarios a su antojo y computar como horas extraordinarias aquellas que deberían haber entrado como horas sujetas al calendario laboral.

Esta vez el tiro les salió por la culata y claro, ante la posibilidad de acabar de patitas a la calle el estrés se disolvió como la sal en el océano.

Permítanme destacar otra cosa que me llamó la atención: Mariano Rajoy (ya, ya sé que no sorprende a nadie, pero es que a veces soy un poco ingenua, no lo puedo evitar).

Fue uno de los afectados por el sabotaje y él, como maestro de ceremonias del circo más cutre que se recuerde, pedía explicaciones al Gobierno para los ciudadanos. He ahí el momento en el que el público ríe a mandíbula batiente: Rajoy preocupándose por otra cosa que no sea él y sumar votos. De chiste. Eso sí, con su camarita por el aeropuerto hasta que se cansó, que él no es como el proletario que se tuvo que quedar a dormir en el propio aeropuerto. Él, una vez hecha la función, a su camita de hotel cálida y acogedora, que para eso ellos inventaron las clases sociales.

No se me va de la cabeza la angustia de la madre de un bebé de 4 meses pendiente de una operación de un tumor complicado que, a causa del sabotaje, no llegó a la operación a tiempo y por tanto se retrasará. Por ella, por su hija, por la angustia de tantos y tantos niños y sus padres, esto no puede quedarse en agua de borrajas. No sólo les ha perjudicado a ellos, nos ha fastidiado a todos. Y mucho.

Al PP decirle que el riesgo de poseer un circo con más payasos y fieras que domadores es que las fieras siempre son salvajes, aunque a veces laman la mano que les da de comer. Y los payasos, a veces, dejan de hacer gracia. Es lo que tiene la edad.

A los controladores, que tiempos pasados siempre fueron mejor pero que espero, encarecidamente, no vuelvan. Ya está bien de que se rían de todos los españoles.
Y al Gobierno pedir que los que cometieron tal tropelía paguen, de lo contrario, la ciudadanía no perdonaría semejante muestra de tibieza ante tal destino. Es la hora de la ciudadanía frente a una minoría de privilegiados empeñados en cargarse la imagen de este país.

Leire Díez Castro | Presidenta de Red Laica por la Igualdad y la Diversidad.

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