28 de septiembre de 2010, 7:05
NUEVATRIBUNA.ES - 26.9.2010
“Nuestro compromiso asociativo, sindical y político es más urgente que nunca…" “…Ante la crisis económico-social que padecemos y que ha desembocado en el llamamiento a la huelga general del próximo día 29…” “Llamamos a la protesta inteligente, participativa e imaginativa”.
Las frases anteriores podrían parecer parte del contenido del comunicado de un sindicato pero no lo son…
Están acostumbrados a hacer “lo que les sale de la sotana”. Se atreven con todo para defender sus intereses y arremeter contra quienes consideran sus enemigos. Y si para ello tienen que escudarse en “los derechos y la dignidad de los trabajadores” y se ven obligados a abogar por un “compromiso asociativo, sindical y político” lo hacen sin escrúpulos.
Primero salieron a la calle con pancartas y consignas para decir que la familia es la unión en matrimonio de un hombre y una mujer y sin ella el futuro de la humanidad está en peligro. También agitaron a sus huestes contra la ampliación de la Ley del Aborto de 1985. Ahora nos “anuncian” que llegó el momento de implicarse en política como si el resto del mundo ignorase su experiencia de siglos en utilizarla como una de sus herramientas básicas a la hora de urdir tramas para la consecución de sus fines.
Si alguno de ustedes, el próximo día 29, se cruza con un conciudadano/a que porte un lazo blanco, “…llamamos a la protesta inteligente, participativa e imaginativa”, tiene que saber que el individuo en cuestión es un cristiano libre de las presiones externas que expresa visualmente su protesta y siente la cercanía de los que lleven igualmente un distintivo del mismo color; estará usted un cristiano que habrá seguido la recomendación del Consejo de Laicos del Arzobispado de Madrid, que funciona al son de la batuta del ultracatólico Rouco:
"Convocamos a todos, trabajadores o no, a la acción, a la justa protesta ante la crisis por parte de todas las personas de buena voluntad que no se sienten representadas ni por unos ni por otros".
Es por todos sabido que “a río revuelto ganancia de pescadores” aunque si están realmente decididos a intervenir en política sin ambages, no deberían ignorar que, según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), ocho de cada diez españoles están en contra de que la iglesia intervenga en política:
El 80% de nuestros conciudadanos creen que la iglesia no debería influir en el voto ni ejercer ningún tipo de presión política.
El 48,4% está en contra de que el Estado financie a ninguna religión.
Pilar Rego - Educadora social
“Nuestro compromiso asociativo, sindical y político es más urgente que nunca…" “…Ante la crisis económico-social que padecemos y que ha desembocado en el llamamiento a la huelga general del próximo día 29…” “Llamamos a la protesta inteligente, participativa e imaginativa”.
Las frases anteriores podrían parecer parte del contenido del comunicado de un sindicato pero no lo son…
Están acostumbrados a hacer “lo que les sale de la sotana”. Se atreven con todo para defender sus intereses y arremeter contra quienes consideran sus enemigos. Y si para ello tienen que escudarse en “los derechos y la dignidad de los trabajadores” y se ven obligados a abogar por un “compromiso asociativo, sindical y político” lo hacen sin escrúpulos.
Primero salieron a la calle con pancartas y consignas para decir que la familia es la unión en matrimonio de un hombre y una mujer y sin ella el futuro de la humanidad está en peligro. También agitaron a sus huestes contra la ampliación de la Ley del Aborto de 1985. Ahora nos “anuncian” que llegó el momento de implicarse en política como si el resto del mundo ignorase su experiencia de siglos en utilizarla como una de sus herramientas básicas a la hora de urdir tramas para la consecución de sus fines.
Si alguno de ustedes, el próximo día 29, se cruza con un conciudadano/a que porte un lazo blanco, “…llamamos a la protesta inteligente, participativa e imaginativa”, tiene que saber que el individuo en cuestión es un cristiano libre de las presiones externas que expresa visualmente su protesta y siente la cercanía de los que lleven igualmente un distintivo del mismo color; estará usted un cristiano que habrá seguido la recomendación del Consejo de Laicos del Arzobispado de Madrid, que funciona al son de la batuta del ultracatólico Rouco:
"Convocamos a todos, trabajadores o no, a la acción, a la justa protesta ante la crisis por parte de todas las personas de buena voluntad que no se sienten representadas ni por unos ni por otros".
Es por todos sabido que “a río revuelto ganancia de pescadores” aunque si están realmente decididos a intervenir en política sin ambages, no deberían ignorar que, según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), ocho de cada diez españoles están en contra de que la iglesia intervenga en política:
El 80% de nuestros conciudadanos creen que la iglesia no debería influir en el voto ni ejercer ningún tipo de presión política.
El 48,4% está en contra de que el Estado financie a ninguna religión.
Pilar Rego - Educadora social