viernes. 29.03.2024

Las primeras elecciones del ciberespacio

NUEVATRIBUNA.ES - 8.10.2010Confieso que hace un par de domingos disfruté, como un pulpo, siguiendo las primarias socialistas de Madrid en Twitter. Habían colgado un Excel y se podía ver en tiempo real los resultados por agrupaciones que se iban conociendo en cada una de ellas. En la pasada Huelga General, Facebook fue uno de los canales preferidos de divulgación sobre los motivos de la movilización, sustituyendo a tertulias radiotelevisadas.
NUEVATRIBUNA.ES - 8.10.2010

Confieso que hace un par de domingos disfruté, como un pulpo, siguiendo las primarias socialistas de Madrid en Twitter. Habían colgado un Excel y se podía ver en tiempo real los resultados por agrupaciones que se iban conociendo en cada una de ellas. En la pasada Huelga General, Facebook fue uno de los canales preferidos de divulgación sobre los motivos de la movilización, sustituyendo a tertulias radiotelevisadas. En la próxima primavera, se producirán, elecciones municipales y autonómicas. Serán las primeras elecciones con carácter general, donde las redes sociales e Internet jueguen un papel muy importante.

Nos estaríamos equivocando si este fenómeno social sólo lo percibiéramos como una técnica de comunicación más. No se trata de una técnica más, se trata de un cambio en la comunicación política. Es más, un cambio sociopolítico que estructura y agrupa redes y grupos. Atrás quedan las muchas veces tediosas reuniones de agrupaciones locales a horas intempestivas donde se desvelan arcanos secretos. Ahora, las reuniones físicas se podrán hacer pero con información y red previa. Además facilita procesos decisorios más abiertos, como las primarias, donde se podrá decidir y deliberar en un mismo tiempo.

La principal ventaja de esta herramienta digital está clara, es su democratización. Todo el mundo puede estar en la red, mediante un blog, mediante un perfil en facebook, escribiendo comentarios, colgando videos o audios o simplemente, votando noticias. Los ciberciudadanos tienen gran capacidad de autonomía y de creación; sus actuaciones se pueden desarrollar de forma colectiva o individual. Es más, pueden condicionar la agenda de los partidos, tal como se ha visto con el Tea Party y Coffe Party en EEUU. En cualquier caso, es una nueva oportunidad para fortalecer la sociedad civil y la apertura de la libertad de expresión.  Desde el punto de vista idílico,  nace una nueva ágora.

Un consejo a los partidos: no se trata de tener la mejor capacidad técnica, sino la mejor capacidad humana. No dejen la exclusividad del trabajo en la red a profesionales o empresas, promuevan la militancia y dediquen tiempo personal por parte de los dirigentes. La mayoría de los dirigentes, por su edad, son emigrantes digitales no nativos y eso, les reporta una adaptación más costosa. Pero el sacrificio les valdrá la pena.

Pero si los partidos tienen un reto sobre cómo posicionarse en la red, qué decir de los grupos de comunicación. Estos ya no serán tan poderosos en el sentido de influir hegemónicamente sobre la ciudadanía. No sólo tendrán que repartir el pastel publicitario sino también la influencia. Y sobre todo, tendrán que saber integrarse en la nueva comunidad. La unidireccional y la exclusividad mediática se les ha agotado.

El mayor inconveniente es el formato de su comunicación. Por una parte, en la mayoría de los canales (excepto Blogs); se exige mensajes cortos, en algunos casos no más de 140 caracteres. Se simplifican los contenidos, buscando el impacto. Por otra parte, se prima la inteligencia emocional. En el ciberlenguaje, es la emoción la que prima. Por ello, se busca el sorprender, el llamar la atención, las adhesiones, los afectos (I like). En este campo, la explicación, el relato del contenido, la complejidad de los conceptos es algo que se va arrinconando. Asimismo, el contacto directo con la gente, que provoca una comunicación diferente, también se pierde. Algunos piensan que con en este nuevo lenguaje se pierde inteligencia, se pierde comprensión. Pero este debate también lo hubo cuando se inventó el telégrafo. El sentido común nos indica que lo válido es la multidimensionalidad de la comunicación, sin despreciar ninguna.

En cualquier caso, cierto es que nace un nuevo lenguaje en una nueva sociedad pero soy de los que consideran que las ideas tienen consecuencias y que las opiniones no se cuentan, se pesan. Por lo tanto, lo mejor es saber qué queremos trasmitir y después cómo lo trasmitimos. Si en el mundo empresarial, el talento es algo que emerge con fuerza en la economía de la innovación y del conocimiento; en el mundo político, también el talento será un valor a considerar. Y el talento político es ser capaces de resolver los grandes problemas a los que nos enfrentamos en la actualidad para conformar un futuro sostenible socialmente. Si damos las claves de ello, seguro que también llegaremos a comunicarlo eficazmente.

Félix Taberna es sociólogo

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