jueves. 18.04.2024

Las manos chamuscadas de Rajoy

NUEVATRIBUNA.ES - 11.3.2009 Rajoy no pudo exhibir su colosal euforia en el legendario balcón de Génova por falta de público y tuvo que conformarse con los sentidos vítores a pie de calle de un grupo de compañeros supercontento y sonriente.
NUEVATRIBUNA.ES - 11.3.2009

Rajoy no pudo exhibir su colosal euforia en el legendario balcón de Génova por falta de público y tuvo que conformarse con los sentidos vítores a pie de calle de un grupo de compañeros supercontento y sonriente. Es una pena, porque el hombre se merecía el halago de las masas tras la sucesión de soponcios que le propinan al unísono la conjura Garzón /Bermejo y el sindicato motorizado de espías madrileños. La dimisión de Bermejo, la inesperada victoria de Galicia, la minoría parlamentaria de los nacionalistas vascos, la inhibición de Garzón�constituyen un póquer de éxitos que han impresionado mucho a partidarios y hagiógrafos.

En efecto: se acataron las órdenes sobre Bermejo antes de que el personal asistente a los mítines se cansara de contar los minutos y horas que llevaba el ministro sin ser cesado desde el momento en que fue proclamada la instrucción del marqués de Perejil. Además, y de propina, van los de la Junta de Andalucía y le meten al furtivo una multa de dos mil euros del ala con el curioso agravante de alarma social. Teniendo en cuenta que a Tirado le metieron un puazo de mil quinientos -sin alarma social- se convendrá que a Bermejo sólo le falta montar en globo.

Lo de Galicia ha sido fenomenal. Recuperar para el caciquismo multisecular el manejo de los cuantiosos fondos de la Xunta tras el interregno del bigobierno social/separatista, no es moco de pavo. Por lo que se puede colegir, el llamado gobierno bipartito fue, más que nada, mucho bipartito y poco gobierno y esa película no ha acabado de gustar a los televidentes propios ni a los ajenos. Se acabó, pues, la extravagante manía de que en Galicia se enseñe gallego, de darse garbeos en yate, de derrochar en bugas como el de Obama y -eso es lo peor- de acosar sexualmente al señor Baltar. Con Fray Citr�en al frente de la Xunta las cosas vuelven al cauce instaurado por Don Manuel.

Que se pierdan el treinta por ciento de los votos propios es una minucia, comparado con el artefacto diabólico que las elecciones vascas han colocado en el regazo del archienemigo Zapatero. Si Patxi es lehendakari, para los hoscos y hoscas, señores y señoras nacionalistas, eso será un golpe institucional -no se ha aclarado si mediante fuerza armada o por el morro-, de lo cual tomarán nota de la manera que ya se verá, dios mediante. Si Patxi no es lehendakari, los patriotas españoles -que hacen legión- se van a enfadar de lo lindo con Zapatero por su tenaz complicidad con todos aquellos que querrían ver a España rota y humillada como en el desastre del 98. La nueva exclusiva mundial del diario de los peones negros descubre el secreto mejor guardado por la conspiración antiespañola: ahora podemos saber que el condenado Zougan estaba en el gimnasio -presuntamente haciendo ejercicios aeróbicos- la noche antes del 11 M. Dicha sorprendente revelación -suponemos que es sólo la primera de las que nos aguardan- parece que marcará el hilo narrativo del neoconstitucionalismo patrio de ahora en adelante .Así que, Patxi, ya sabes lo que te espera: ¡o a rolex, o a setas!

Completando este cervantino retablo de las maravillas de Rajoy -¡por fin¡- el juez prevaricador acató el superior criterio moral y jurídico de expertos como el Albondiguilla o el magistrado De Rosa. La inhibición demuestra que ese juez -por llamarlo de alguna manera-, en combinación con Bermejo y los jefes de éste, sólo pretendía destruir al PP mediante argucias, monsergas y, por supuesto, prevaricación, mucha prevaricación. Así lo prueba el mero hecho de que existiera una gran cantidad de aforados en el sumario de la red Gürtel y el juez Garzón no lo comunicase con carácter inmediato y mediante buró fax a la superioridad judicial o, al menos, al generalísimo Trillo o al superabogado Michavila. Los espectadores de tan portentosa ópera bufa podemos comprender sin dificultad alguna que si en la red Gürtel están implicados un mogollón de aforados y aforrados del PP no es porque existan indicios delictivos contra ellos -¡ni mucho menos¡- sino que, contra todo derecho, se está perturbando la intimidad de personas honorables a las que se les investigan los forros de los trajes, los dobladillos y hasta -en el colmo de la desvergüenza- el secreto bancario y marital. ¡Dónde están esos derechos humanos de los que tanto presumen, de boquilla, los progres! Pero, ¡alerta! ¡Mucho cuidado con las maniobras del juez felón no vaya a ser que nos encontremos ante una inhibición/trampa encaminada a empapelar, mediante insidiosas tretas legales, a más y más honrados aforrados!

Cierto es, sin embargo, que existen algunos flecos que pueden enturbiar el idílico escenario -tipo cartón piedra- construido arduamente por Rajoy y demás cooperadores necesarios. Podría ser que la purga de benito administrada munu militari a los alcaldes y concejales del Eldorado neocon madrileño sea malinterpretada y de pie a nuevas cantinelas de los rojos. Igualmente podría distorsionarse malévolamente el hecho de que los compañeros valencianos sean unos auténticos caballeros y quieran ir vestidos con exquisita corrección -aunque algo horteras- en el ejercicio de sus responsabilidades. Habrá incluso quien razone que el esplendor, viveza y frescura mostrada por la zarzuela orquestada por la libretista Aguirre en sede parlamentaria es, hoy por hoy, superior en gracia, humor e ingenio a la tradición fallera encarnada por Camps, más inclinada al hedonista consumo de lo efímero y los bienes muebles en metálico o especies. En realidad, lo que muestra todo ello es que el PP es el más fiel reflejo de la rica variedad del folclore español, capaz de organizar un gran evento -digno de una inauguración olímpica- en que se matrimonien la desenfadada Maripepa de la Verbena de la Paloma y el más morisco -pero no por ello menos simpático- Paquito el chocolatero, en una apoteósica simbiosis de chotis y mascletá, de estulticia y mangoneo. Eso sí, todo ello con una puesta en escena con un look moderno tipo la Fura dels Baus.

Don Mariano -hombre afín a la muñeira y la gaita y poco dado a poner la mano en el fuego por nadie- corre el riesgo de convertirse en un nuevo San Lorenzo y quemarse vuelta y vuelta en las parrillas -ora levantinas, ora mesetarias- si antes no adopta diligentemente la decisión de cortar las manos y las cabezas a todos aquellos imputados que se agolpan ante su despacho suplicándole protección y silencio, antes de cantar a la policía hasta la Traviata. Poner las manos en el fuego por esa caterva presenta para Rajoy el inconveniente de que sus manos van a apestar a un indisimulable olor a chamusquina, quizás per seculum seculorum. Amén.

Orencio Osuna es empresario

Las manos chamuscadas de Rajoy
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