Ante los acontecimientos recientes producidos en Libia y con el ataque de las potencias occidentales, tengo que mostrar mi absoluto desacuerdo y más con la participación española, donde el gobierno de Zapatero se suma a un ataque, dando una prueba más de su sumisión ante los poderosos.
Uno de los argumentos que se utilizan es que hay que defender a la población civil y obligar al cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas. Eso está muy bien, pero esta misma argumentación sirve para otros casos como por ejemplo Israel que no cumple ninguna y masacra a los palestinos en Gaza, o para Bahréin, para Arabia, para Marruecos, Yemen…, ahí la vida de sus habitantes se entiende que no tienen el mismo valor que la de los libios.
¿No es Gadafi un dictador?
Si, al igual que lo era Ben Ali (Túnez), Mubarak (Egipto). Lo son los jeques árabes, ver lo que pasa en Bahréin, Yemen o lo es el rey de Arabia.
Para el mundo occidental no todos los dictadores son iguales, es decir, tienen distintas varas de medir. Lo definen muy bien los norteamericanos cuando comentaban del dictador nicaragüense Somoza que decían “Somoza es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”.
De los dictadores que tanto abundan en el mundo árabe, Gadafi no era especialmente simpático a Occidente. Es conocido su discurso antiimperialista y porque no se plegaba con facilidad a los dictados de los poderosos. Sin embargo, Gadafi compró muchísimas voluntades, empezando por Italia, país en el que tiene grandes inversiones en finanzas e industria y como no podía ser de otra forma, negocios personales con el ínclito Berlusconi.
Tiren de hemeroteca y vean como la haima de Gadafi se ha paseado por Madrid, Paris, Roma, Berlín… Y todos acudían al besamanos del dictador, en busca del capital financiero libio, entonces no importaba los derechos humanos y que masacrara a su población. Todo el mundo sabía la corrupción, la falta de derechos humanos, las torturas y muertos que ha provocado.
Libia es un eslabón más de personajes como Ben Ali, Mubarak, en Bahréin, Yemen, Arabia, Marruecos, pero la hipocresía política de Europa no tiene límite.
Gadafi aseguraba una cantidad importante de gas y petróleo. Era enemigo acérrimo del islamismo radical de Bin Laden y Al Queda, así que era un factor estabilizador de la zona y además un tapón para el desarrollo de organizaciones como los Hermanos Musulmanes e impedía la inmigración clandestina proveniente desde el Sahel.
Dentro de los cinco países norteafricanos, los libios eran los que presentaban una renta per cápita más alta con unos 18.000 dólares anuales. Sus niveles educativos en primaria y secundaria se encontraban cercanos a los europeos y disponía de una buena sanidad pública, nada que ver con la del resto de los países norteafricanos.
Dentro de la llamada revolución verde que protagoniza Gadafi, destaca el fuerte impulso que da al sector primario, con la finalidad de autoabastecerse con su propia agricultura. Para que esta pueda desarrollarse, realiza ingentes inversiones en agua. Contrató a empresas surcoreanas para que realizaran un trasvase de agua desde los acuíferos que hay debajo del desierto libio y transpórtala hasta las zonas costeras donde vive la población y se puede desarrollar una agricultura floreciente. Se ha gastado en estos proyectos de trasvases entre 35.000-40.000 millones de dólares, sin que las constructoras europeas participaran y ese ha sido uno de sus pecados. Otro ha sido el control con mano de hierro de las concesiones de gas y petróleo a las multinacionales occidentales.
¿Por qué Sarkozy tiene tanto interés en Libia?
Resulta sorprendente la actuación del presidente francés y el papel protagonista que está teniendo en Libia. Por un lado, se declara campeón de los derechos humanos en otros países, mientras que es incapaz de garantizarlos en su propio país, con actuaciones escandalosas en los barrios de la periferia de las grandes ciudades francesas.
Sarkozy se ha destacado en la defensa de los dictadores africanos, vean su apoyo a Ben Ali (Túnez), al rey de Marruecos y todas las dictaduras del Sahel ¿Por qué tanto interés con Gadafi? Dos serían las razones de semejante protagonismo e hiperactividad.
Por un lado, tapar el escandalo nuclear japonés y que pase esto a un puesto informativo secundario ¿qué mejor que la guerra de Libia? Recordar que Francia, junto con Estados Unidos dispone de toda la tecnología nuclear. La principal empresa mundial en energía nuclear es la francesa Areva, y en estos momentos en que estaba consiguiendo inmensos negocios nucleares por todo el mundo, el desastre japonés le supone el hundimiento definitivo de la energía nuclear y en consecuencia de Areva
Su segundo objetivo también tiene que ver con lo nuclear. Sarkozy está planteando dividir Libia en dos estados, la Tripolitania, permitiendo seguir a Gadafi y la Cirenaica con capital en Bengazi. Esta Cirenaica estaría bajo su hegemonía. Conseguiría así dos objetivos, por una parte, una cuota importante de gas y petróleo destinado a sus multinacionales y por otro lado, controlando la Cirenaica pondría en contacto Chad y Níger, donde tiene importantes intereses, en concreto en Níger que es el principal productor de uranio del mundo. Así, toda esta zona, quedaría bajo hegemonía francesa.
¿Qué decir del británico Cameron? Toda su política se mueve en torno a buscar privilegios y capitales para su Citi londinense. Para Cameron todo se compra y se vende, su único Dios es el dinero. Si no como interpretan su defensa de los derechos humanos de los inmigrantes donde solo acepta a los que depositen quince millones de libras en sus bancos. Los que no tiene ese dinero, ya no son personas adecuadas para vivir en Inglaterra, este es el adalid de los derechos humanos de los libios. Su participación está en función de los intereses de las multinacionales y financieras británicas.
¿Y Zapatero? Es curiosa la transmutación de este hombre, que del NO a la guerra de Iraq, pasa a la más sublime sumisión a la guerra de Libia. En el congreso en una actuación demagógica en contestación a Llamazares y para justificarse dijo que en Afganistán no hay petróleo, y es cierto, pero que no nos crea tan estúpidos. Afganistán es necesario para sacar el petróleo y gas de los países del centro de Asía y si no, que se lo pregunten a las multinacionales norteamericanas que intentaron comprar a los talibanes. Quizá la geoestrategia, le venga demasiado grande a Zapatero. No tiene un solo argumento sólido para llevarnos a la guerra ¿Por qué la Merkel no va y si Zapatero?
Nunca los conflictos se solucionan con guerras. Si Gadafi ha masacrado a su pueblo ha sido con el consentimiento de Occidente. ¿Quién le ha vendido las armas? ¿Quién le ha mantenido en el poder? ¿Por qué se mantiene al jeque de Bahréin que masacra a su pueblo? ¿Por qué se sigue manteniendo en el poder a la monarquía de Arabia? ¿Por qué se sigue dando apoyo a la monarquía marroquí?...
Cuando Occidente se excusa en la defensa de los derechos humanos, debemos entender que lo que se está defendiendo son sus intereses imperiales, financieros y de sus multinacionales. Una vez más NO A LA GUERRA.