viernes. 29.03.2024

La salida, por la otra puerta

Con las molestias típicas de la resaca después de las elecciones generales en Grecia, recién celebradas, y la gran alegría que me dieron el otro día los griegos, desahuciados prácticamente de antemano de Europeo de Fútbol, al clasificarse para jugar los cuartos nada más, ni nada menos que contra la potente Alemania de la todopoderosa Merkel, no puedo evitar, aunque de modo involuntario, se lo aseguro, que mi grado de confusión

Con las molestias típicas de la resaca después de las elecciones generales en Grecia, recién celebradas, y la gran alegría que me dieron el otro día los griegos, desahuciados prácticamente de antemano de Europeo de Fútbol, al clasificarse para jugar los cuartos nada más, ni nada menos que contra la potente Alemania de la todopoderosa Merkel, no puedo evitar, aunque de modo involuntario, se lo aseguro, que mi grado de confusión alcance cotas, hasta hace poco inimaginables.

Ahora resulta que los nuevos vencedores en Grecia, la opción de la derecha, que mintieron a mansalva, en su anterior etapa de gobierno, a las autoridades de Bruselas, ocultando gran parte de la información económica que supuso el desastre después puesto de manifiesto y causa de la actual situación. Pues, como decía, ahora resulta que son la solución, siempre que se arreglen con el PASOK, y constituyan un gobierno de coalición de, podríamos llamar, creyentes, en el euro y en Europa.

Bien es cierto, que si yo fuera griego, en estos precisos momentos no sabría que pensar, estaría, cuando menos sorprendido, e incluso hasta, si me apuran absolutamente mosqueado. Pero en fin, tampoco soy de muy lejos y para mosqueos, aquí tenemos suficientes razones.

Por todo esto decía antes, la gran alegría que me produjo ver como Grecia se clasificaba, y si además los Germanos ganaban su último partido de la fase previa, como era previsible, se encontrarían con ellos en cuartos.

Y eso señores, si que es una buena noticia, lejos de las dificultades de entendimiento que manifiesto respecto al que causó el problema y ahora es la solución, en el fútbol, que quieren que les diga, esto no pasa, en el tan desacreditado, por unos y tan amado por otros, deporte del balompié, no pasa, se pongan como se pongan.

El partido será una excelente oportunidad para que los Alemanes muerdan el polvo, sufran una severa derrota y queden apartados de la competición, nada más y nada menos que por Grecia. No me digan que no se trata de una magnífica oportunidad, de poner a los dueños de Europa y al país de la 'mandamás' en su sitio. Oportunidades así, hay que reconocerlo, sólo las brinda el fútbol, a pesar de que el equipo nacional de la Sra. Merkel, está trufado de hijos de turcos, e incluso de españoles, no deja de ser una gran oportunidad.

Los ciudadanos del sur de Europa, salvo Italia, no han dispuesto de muchas oportunidades para ganar a las grandes del norte, sobre todo Alemania, campeona de la mediocridad futbolística, pero siempre con las mayores garantías de éxito sea el torneo que sea, el que disputen.

Entonces, como decía, con los alemanes vencidos, y si se puede humillados deportivamente hablando, no tengo duda alguna, que una sensación de alivio recorrerá toda Grecia, y hasta a los ciudadanos menos aficionados les producirá cierta satisfacción la derrota teutona.

Olvidando por unos días, el largo y negro periodo que llevan y los que les queda.

Podemos pues, desacreditar el fútbol, señalarle como la causa principal del adocenamiento y otros muchos males de nuestra sociedad, que a mí, por cierto, siempre me parecieron y me parecen cuando menos exagerados, y acusarle de multitud de defectos y malas consecuencias. Pero han de reconocerme que también, a veces, ofrece situaciones como la que comento que son extraordinarias y que difícilmente podrían darse en otro ámbito, sólo deseo finalmente que gane Grecia, aunque solo sea por aquello de que: 'las penas con pan son menos penas'.

La salida, por la otra puerta
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