jueves. 28.03.2024

La reforma laboral en Finlandia

El Gobierno ha planteado su reforma laboral como necesaria para homologarnos con los países europeos más desarrollados porque, según dice, son los países que no han incrementado su tasa de paro con la crisis. Pues parece que Finlandia no está entre esos países puesto que ha promulgado una reforma laboral en sentido absolutamente contrarío a la que se ha planteado en España.

El Gobierno ha planteado su reforma laboral como necesaria para homologarnos con los países europeos más desarrollados porque, según dice, son los países que no han incrementado su tasa de paro con la crisis. Pues parece que Finlandia no está entre esos países puesto que ha promulgado una reforma laboral en sentido absolutamente contrarío a la que se ha planteado en España.

Comencemos el análisis con algunos datos macroeconómicos. Finlandia acabó 2011 con una tasa de paro del 7,6% por un 22,9% de España y una tasa de crecimiento del 3,1% en Finlandia por el 0,7% en España. La inflación alcanzó el pasado año el 3,4%, superior en un punto a la española. Precisamente, esa inflación relativamente elevada es la que ha hecho que las agencias de renting comiencen a cuestionarse la triple A de la deuda del país nórdico. Su deuda alcanza  el 49% del PIB por el 68% de la española, aunque en el déficit público la distancia es mayor, un 2,5% frente al 8,5% español.

Pues con estos datos macroeconómicos, Finlandia ha promulgado una  reforma laboral que es producto de la negociación entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos. Y el tema de las formas no es baladí. Una reforma pactada y consensuada siempre tiene una mayor posibilidad de mejora para el conjunto de la situación laboral y socioeconómica  de un país. Y la tradición finlandesa es que el gobierno no sea la correa de transmisión del empresariado como en España sino el elemento de equilibrio entre las contrapartes. En ese sentido es muy probable que el primer ministro de Finlandia, Jirki Katainen, del Partido Conservador, se quedaría alucinado cuando Mariano Rajoy le confesaba aquello de que la reforma laboral en España le iba a costar una huelga.

Pero vayamos al fondo. Finlandia ha atacado la dualidad en el mercado de trabajo mejorando todas las condiciones laborales de los temporales iniciando el camino hacia la total homologación con los indefinidos. Su tasa de temporalidad, por cierto, es 9 puntos inferior a la española (17% frente a 26%).

Por otra parte hay que decir que la ley de contratos de empleo, con acuerdo tripartito también, prevé una serie de medidas de seguridad en cuestión de riesgos laborales y sanitarios con el objetivo de poder alargar la vida activa de cada trabajador.

El poder adquisitivo de los trabajadores/as finlandeses/as se había deteriorado en 2011 en un 0,6% y, en base a este dato,  el acuerdo refleja ese mismo aumento salarial para 2012. Además, para asegurar  el futuro de las pensiones  se han incrementado las cotizaciones sociales en el 0,2% tanto a empresarios/as como a trabajadores/as, pero como contrapartida, el impuesto de la renta ha bajado en la misma proporción.

La reforma laboral en Finlandia
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