viernes. 29.03.2024

La privatización, el hiperconsumo y la insostenibilidad del Servicio Nacional de Salud

Con la llegada de la democracia se reconoce el derecho a la salud de toda la población. La universalización de la atención y la creación de nuevas infraestructuras requieren de un incremento del presupuesto sanitario público. Las empresas privadas tratan de incrementar su influencia para quedarse con una parte, cada vez mayor, de este presupuesto.

Con la llegada de la democracia se reconoce el derecho a la salud de toda la población. La universalización de la atención y la creación de nuevas infraestructuras requieren de un incremento del presupuesto sanitario público. Las empresas privadas tratan de incrementar su influencia para quedarse con una parte, cada vez mayor, de este presupuesto.

Consiguen el control de los fármacos y de las tecnologías médicas, y poco a poco se adueñan de una buena parte del cuerpo y del alma del sistema público de salud, que comienza a hacer suyo su discurso, plasmado inicialmente en los 10 mandamientos del Informe Abril. Su aplicación, paulatina, ha sufrido un fuerte impulso en los últimos años, con la disculpa de la crisis económica.

La privatización del Sistema Nacional de Salud

La Atención Primaria, alejada de las innovaciones tecnológicas, excepto en lo que se refiere a la prescripción farmacéutica, pierde influencia y se abandonan en gran parte las estrategias comunitarias necesarias para promover los hábitos de vida saludable. De esta forma, en el año 2011 y a pesar de nuestra dieta mediterránea, la tasa de hombres y mujeres españoles con hiperglucemia es la mayor de todos los países de la UE-15 y somos el tercer país con mayor tasa de obesidad en ambos sexos

El tratamiento de estos factores de riesgo y de sus consecuencias, la prevención secundaria mediante cribados poblacionales, la promoción de fármacos para las alteraciones más nimias y la medicalización de la infancia y de los pacientes en las fases finales de la vida, tratados en ocasiones con medicamentos de alto coste y dudosa eficacia, dan origen a un formidable negocio que provoca el 4º mayor incremento del gasto sanitario de los países de la UE-15, de modo que el gasto sanitario se duplica en la década 2000-2009.

Este incremento se produce a costa de un fuerte aumento del gasto privado, de forma que en el año 2009, según la Organización Mundial de la Salud, España es el tercer país con mayor presencia de gasto sanitario privado de la UE-15, tras Grecia y Portugal.

En el año 2009 el Gasto Sanitario proveniente de los ciudadanos alcanza los 25.500 millones de euros (5.500 millones de seguros privados y 20.000 de pago directo) y en el año 2011 ya es de 27.500 millones (6.500 millones y 21.000 millones respectivamente)

Por otro lado, gran parte del Gasto Sanitario Público (68.726 millones de euros en 2009) se consume en medicamentos hospitalarios y en oficinas de farmacia (16.500 millones) en tecnologías (8000 millones) y en conciertos con centros privados (7400 millones) lo que suponen otros 31.900 millones de euros en facturas privadas. De esta forma, en el año 2009 el 61% del Gasto Sanitario Total es negocio privado y el 31% (29.329 millones) es gasto en personal del Sistema Nacional de Salud. En el año 2011 esta proporción se incrementa 10 puntos y supera el 70%, ya que el Gasto Sanitario Público disminuye un 16% y el negocio privado total crece del orden de un 5%.

Las medidas para la “sostenibilidad del sistema sanitario” aprobadas por el gobierno de Rajoy agudizarán aún más esta situación, ya que suponen más recorte de gasto público (-7000 millones según cálculos del gobierno)  y el traspaso de otros 735 millones de euros de Gasto Farmacéutico Público al bolsillo de los ciudadanos, debido a la desfinanciación de 417 fármacos (450 millones) y al cobro de 1 euro por receta en Cataluña y Madrid (285 millones) además de la probable aprobación de la desgravación de los seguros privados (más de 7 millones de primas en España en 2011) que supondrán otra ayuda pública a las personas que puedan permitirse un 2º aseguramiento opcional .

Sin embargo, a mayor gasto sanitario privado mayor endeudamiento: las comunidades autónomas con mayor gasto sanitario privado son Madrid (38,2%) Cataluña (37,7%) y la Comunidad Valenciana (35,4%) a gran distancia del gasto sanitario privado medio en España (26,4%) y los países de la UE-15 con mayor gasto privado respecto a su Gasto Sanitario Total son, además de España, Grecia (38,3%) y Portugal (32,2%) muy por encima de la media de la UE-15 (22,7%)

Esto sugiere que a más privatización sanitaria menor eficiencia, al contrario de lo que pretenden hacernos creer, lo que en gran parte es debido al hiperconsumo de medicamentos y tecnologías promovido por la industria sanitaria, con el objetivo de incrementar sus beneficios

Hiperconsumo de medicamentos y tecnologías

España es el primer país en consumo de medicamentos con respecto a su PIB, un 35% más que la media de la UE-15, es el segundo país del mundo en consumo de medicamentos por persona, en el que más crece el gasto farmacéutico en los últimos años  y el país de la UE con mayor captación de medicamentos nuevos, protegidos por patente, a veces asombrosamente caros. Por otra parte, solo 1 de cada 10 medicamentos nuevos aprobados beneficia a los pacientes y sin embargo estos se ven obligados a financiar doblemente estos fármacos innecesarios o perjudiciales, a través de impuestos y en el momento del uso.

Entre los años 2000 y 2009 el número de recetas crece un 65%, el gasto en recetas del SNS aumenta un 87% y el GFH un 187%. En el año 2009 el negocio farmacéutico español sobrepasa los 20.400 millones de euros.

En el año 2011 las autonomías destinaron 11.000 millones de euros menos a Gasto Sanitario Público (-16%) que en 2009, de los que 10.000 millones se sustrajeron del capítulo I (personal) y de recortes en la asistencia y únicamente se recortaron 1000 millones de euros del Gasto Farmacéutico Público, esto es debido a que las medidas tomadas para disminuir el gasto farmacéutico únicamente inciden en el abaratamiento de los fármacos en las oficinas de farmacia, medida necesaria pero insuficiente y que se ve “compensada” por el incremento del Gasto Farmacéutico Hospitalario y del bolsillo de los ciudadanos. De esta forme, el Gasto Farmacéutico, una de las causas principales de gasto innecesario en el Servicio Nacional de Salud, más que disminuir, se “traslada de casilla” y los beneficios de la Industria Farmacéutica siguen siendo fabulosos, de cerca de 15.000 millones de euros en España, a pesar de un gasto en investigación por debajo de los 1000 millones de euros en 2012 que quedará reducido a la mitad en el año 2013, debido a que los 450 millones de euros de copago ciudadano por la desfinanciación de fármacos pasarán íntegramente a la Industria Farmacéutica.

Por otra parte, la mitad del incremento de gasto sanitario actual se debe a las tecnologías médicas y en España el gasto en tecnologías sanitarias crece un 168%  entre 2002 y 2010, más que el doble que la media Europea (72%) Esto también es debido a la sobreutilización, que ha originado una gran burbuja tecnológica, otra causa fundamental de la insostenibilidad del Sistema Sanitario. Para lograr este hiperconsumo, la industria utiliza diferentes estrategias de mercado. Una de las más eficaces es la de provocar la sensación de enfermedad generalizada. La población desconfía de su propia salud y solicita pruebas. Las listas de espera se llenan de solicitudes irrelevantes que detectan hallazgos banales o de pronóstico desconocido, que darán lugar a nuevas consultas y a más exploraciones de imagen. Al menos un tercio de estas pruebas son innecesarias, no benefician al paciente y restan tiempo y recursos para los pacientes más urgentes y más graves.

Una revisión publicada recientemente por el Centro Nórdico Cochrane (junio de 2012) sobre el cribado de cáncer de mama concluye que, por cada mujer diagnosticada  precozmente de cáncer de mama, en 2000 mamografías realizadas, otras 10 mujeres serán diagnosticadas y tratadas con cirugía y/o radioterapia y quimioterapia por un cáncer de mama inexistente y 200 mujeres sanas se verán afectadas por una falsa alarma y sufrirán gran ansiedad, que puede durar meses. Además, según sus afirmaciones, el cribado  no reduce el riesgo de morir por cáncer.

Por otra parte, se estima que el 30-40% de todos los tumores en los hombres y hasta el 60% en las mujeres están relacionados con la dieta y el nivel de evidencia disponible en ese sentido es convincente. Sin embargo Rajoy nombra como  presidenta de la Agencia española de seguridad alimentaria a una ejecutiva de la Coca Cola, cuyos productos son una de las principales causas de obesidad infantil.

Consideraciones finales

Como ha ocurrido en otras burbujas económicas, el mercado promueve enfermedades y crea necesidades que incrementan exponencialmente las exploraciones irrelevantes, la medicación innecasaria y la cirugía inadecuada, lo que da lugar a un circulo vicioso de más exploraciones, más medicamentos, más cirugía y más efectos adversos, y a un aumento continuado del consumo de recursos y del gasto sanitario, que se centra cada vez más, debido a la privatización  y al “mercantilismo” creciente, en la actividad rentable (muchos servicios de baja complejidad o actuaciones preventivas a personas sanas) evitando la menos rentable (personas enfermas con procesos complejos o intervenciones comunitarias para disminuir la morbilidad) Esto explica los pobres resultados en salud de la última década y el crecimiento continuado de los años vividos con mala salud o en dependencia, especialmente en las mujeres, según la evolución de indicadores de salud de la UE de 2011,  a pesar del gran incremento de los recursos utilizados.

Para financiar este gasto innecesario se suceden los recortes, que se ceban en los niños, los mayores, los enfermos crónicos y las clases más desfavorecidas, a los que además  se les obliga a financiar doblemente la ineficiencia que asfixia al Servicio Nacional de Salud.

Cada vez existen más corrientes críticas con esta situación  y recomendaciones en las publicaciones científicas para disminuir la medicalización, potenciar la AP  de salud y tratar de incrementar la eficiencia del gasto sanitario, mejorar la transparencia y disminuir los conflictos de interés, pero el objetivo se muestra muy difícil y  plagado de escollos. El poderoso lobby de la industria intentará frenar, con todos los medios a su alcance, la  disminución de sus beneficios, que intentará compensar de múltiples formas. Su influencia es demasiado grande y la voluntad política demasiado pequeña.

Si la población, los medios de comunicación y los profesionales no lo evitamos, con toda probabilidad nuestro Servicio Nacional de Salud estará desmantelado y será irreconocible al finalizar esta legislatura.

La privatización, el hiperconsumo y la insostenibilidad del Servicio Nacional de Salud