jueves. 18.04.2024

La Marca España

Con este Gobierno la capacidad de asombro se supera cada día, incluso cada hora. ¿O no es para asombrarse con las declaraciones que en estos días nos vienen haciendo los diferentes Ministros? Bueno lo del ministro de Educación no es solo para asombrarse sino para indignarse un poco más aun de lo que la ciudadanía de este país lo está ya.

Con este Gobierno la capacidad de asombro se supera cada día, incluso cada hora. ¿O no es para asombrarse con las declaraciones que en estos días nos vienen haciendo los diferentes Ministros? Bueno lo del ministro de Educación no es solo para asombrarse sino para indignarse un poco más aun de lo que la ciudadanía de este país lo está ya. Pero asombra oír al Ministros de Exteriores, Sñº Margallo, que lo ocurrido hace unos días en el campo de futbol del Barcelona con motivo del partido Barsa-Madrid perjudica la imagen de nuestro país gravemente y sube la prima de riesgo y por tanto se deteriora la marca España.

¿Cómo es posible que les preocupe tanto la imagen de España en un partido de futbol y/o en las manifestaciones que los ciudadanos realizan para expresar sus desacuerdos y protesta con las políticas del gobierno?, unos y otros no hacen más que ejercer sus derechos democráticos de libertad de expresión y manifestación. Ningún país democrático, ni personas o institución de convicciones democráticas, puede considerar ni considera que se daña la marca país por el hecho de que sus ciudadanos ejerzan plenamente derechos tan esenciales como los referidos en un estado democrático y de derecho.

Lo que realmente deteriora y daña la marca España señores ministros, señores del gobierno, es que sus ciudadanos tengan que rebuscar en los contenedores de basuras a ver si encuentran algo que se pueda comer, y que Caritas llene a diario a rebosar los comedores sociales, o que la cruz roja española dedique el día de la banderita con mesas petitorias en las calles a socorrer del hambre a muchos ciudadanos de nuestro país. Esto sí que deteriora, da mala imagen y daña la marca España, y claro la del gobierno también, por esto y no por lo otro es por lo que se pretende ocultar, esconder y acallar.

Señores Ministros, señores del gobierno, Vds. son los responsables de la mala imagen de este país y el daño de la marca y no los espectadores de un partido de futbol, ni los que salen a manifestarse en la calle, ni por supuesto los que buscan en los contenedores de basuras, unos y otros son las victimas de sus políticas y no culpables de nada. Deberían Vds. preocuparse más por la verdadera España, que no es una marca sino las personas, las gentes y las familias que lo están pasando tan mal y que empeoran por momentos desde que Vds. llegaron al Gobierno.

Y ahora han encontrado donde y conque distraer la atención de las gentes. Las derechas nacionalistas, central y periféricas, han encontrado un filón extraordinario para desviar la atención de lo realmente importante de lo que está pasando en este país, del verdadero problema de los ciudadanos, que es la fragilidad y la precariedad en la que vivimos y el empobrecimiento galopante en el que estamos inmerso desde que estos señores del PP y CiU llegaron a los gobiernos central y autonómico.

Ahora resulta que el gran problema, el debate de este país y el drama de las personas es si alguien pide la independencia, o dice que va a convocar un referéndum en Cataluña. Como si el bienestar de las gentes dependiera de esto. Esto es falso y quienes lo plantean lo saben. Lo de vivir en mejores o peores condiciones no depende de si una comunidad autónoma, nacionalidad o región quiere independizarse o celebrar un referéndum, el bienestar de las personas y familias depende de las políticas de distribución de las riquezas que se genera y de la seguridad, estabilidad y certidumbres que se tenga, y mucho, mucho de cómo se trabaja, porque se vive como se trabaja y la estabilidad o precariedad, la certidumbre o incertidumbre de las condiciones de vida la establece las condiciones de trabajo y no si se es o no independiente de un estado.

Yo no soy nacionalista de nada, ni del centro ni de la periferia, ciudadano del mundo y de una única raza, la condición humana, es lo que aspiro a ser. Soy de los que piensan, alguna vez lo he referido, que en nombre de las naciones, patrias y dioses se han cometido las mayores atrocidades de la historia de la humanidad.

Me reivindico internacionalista porque internacional es la clase obrera, la clase trabajadora, que es como se dice ahora en nombre de la modernidad, bueno ya ni esto, ahora clase media. Quienes van ganado la batalla de la lucha de clase no les interesa los conceptos de clase obrera o clase trabajadora, por eso utilizan y acaban imponiendo un lenguaje y a través de él devalúan y hacen desaparecer conceptos que les asustan porque simbolizan rebeldía, lucha, conquistas, ilusión y esperanza.

El debate no puede ser donde se nace o donde se vive, el gran debate debe ser, es, como se vive, con independencia del lugar que a cada persona nos haya tocado nacer o vivir, porque nadie elige donde nacer y solo los poderosos pueden elegir con total libertad donde vivir, los trabajadores en general tenemos vetada esa libertad porque son muchos los condicionantes que influyen para poder hacer esa elección con total libertad.

Los gobiernos de CiU en Cataluña y del PP en España están muy interesado en este debate y por eso lo provocan, se sienten a gusto aunque pretendan disimularlo aparentando desagrado e incluso enfado, pero es mentira, es apariencia, porque los dos van de la mano en las políticas de recortes y agresiones sobre las grandes conquistas, ya sean de derechos laborales o sociales, los dos gobiernos están llevando a cabo políticas de desmantelamiento del estado del bienestar conquistado, o estado social europeo, que es como a mí me gusta calificarlo. Tienen la misma ideología y esas políticas son parte de la ideología, no consecuencias de nada, es la ideología lo que están imponiendo y por eso les interesa inventarse o reavivar debates que hoy y ahora interesa menos a la gente, pero les sirve para desviar la atención del verdadero drama, que es como vivimos y retrocedemos décadas en pocos meses.

Esta es la cuestión y no la supuesta independencia o la convocatoria de un referéndum en Cataluña. En España es donde debería convocarse ese referéndum para que los ciudadanos pudieran pronunciarse sobre el fraude electoral que el gobierno del PP está llevando a cabo.

La Marca España
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