viernes. 29.03.2024

La libre elección de médico

La presidenta de la Comunidad de Madrid parece que ha anunciado la puesta en marcha de la libre elección de médico y centro sanitario para todos los ciudadanos de la Comunidad.Conviene recordar que se trata de una promesa ya realizada hace 7 años. La LOSCAM (Ley de Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid) aprobada en 2001, ya señala en su articulo 27.
La presidenta de la Comunidad de Madrid parece que ha anunciado la puesta en marcha de la libre elección de médico y centro sanitario para todos los ciudadanos de la Comunidad.

Conviene recordar que se trata de una promesa ya realizada hace 7 años. La LOSCAM (Ley de Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid) aprobada en 2001, ya señala en su articulo 27.9 que “los ciudadanos tienen derecho a la libre elección de médico y centro sanitario, así como a una segunda opinión, en los términos que reglamentariamente se determinen “(articulo 27.9) sin que en los últimos 7 años se haya producido ninguna “determinación reglamentaria” al respecto.

Por otro lado la demagogia no esta ausente de este anuncio. Es evidente incluso para la Sra. presidenta y su consejero de Sanidad que es absolutamente imposible que todos los ciudadanos madrileños (mas de 6 millones) puedan elegir el mismo médico y centro sanitario porque no tendría ninguna capacidad para atenderlos, lo que obliga a que se establezcan condiciones que ordenen y limiten en la practica esta teórica capacidad de elección.

Aunque no se ha especificado, en la práctica y por la experiencia en otras CCAA y en otros países y sistemas sanitarios estos términos de la elección tienen que ir en alguna o en todas las siguientes direcciones:

1) Limitación de los cupos a ser atendidos por los médicos generales y/o centros sanitarios, estableciendo unos topes máximos, una vez cubiertos los cuales no se podría optar.

2) Capacidad de los médicos/centros sanitarios para aceptar o no la elección de los ciudadanos.

3) Establecimiento de listas de espera/demoras que orienten la demanda sanitaria, de manera que quien hace la elección asume las demoras asociadas, que presumiblemente serán mayores en los centros mas demandados/elegidos.

4) Utilización de sistemas de copagos (aportaciones económicas extras que realizan los ciudadanos a la hora de ser atendidos) que pueden ser variables según los médicos/centros de manera que estos serán mas elevados en los casos en que la demanda sea mayor.

5) Financiación suplementaria de los médicos/centros más demandados.

Dependiendo de la regulación concreta que se establezca los resultados pueden ir desde cambios mínimos de la situación actual hasta una destrucción del modelo sanitario público.

Los problemas, si se avanza en la línea más ultraliberal que parece deducirse tanto de línea ideológica como de la ponencia sobre servicios públicos del congreso regional del PP, de dejar en manos del mercado toda regulación son bien conocidos:
1) No hay información suficiente y transparente que permita una libre elección informada (además la comunidad de Madrid se caracteriza en este terreno por ser especialmente opaca).

2) Se incentiva a los médicos/centros sanitarios a hacer selección de riesgos (es decir evitar a las personas con mayores problemas de salud y mas difíciles de tratar) que de esta manera se verán discriminados.

3) Se fomentara la inequidad en razón tanto del área geográfica de residencia (el área rural, zonas económicamente más deprimidas) como de situación de salud (enfermos crónicos y pluripatologicos) como económicos (los más pobres y más enfermos no podrán asumir los costes suplementarios).

4) Se fomentara una competencia entre centros (solo los públicos o ¿se incluirá también a los privados?) que producirá una gran disparidad de dotaciones y por lo tanto de recursos y calidad asistencial.

5) Favorece la transferencia de fondos desde los centros públicos a los privados a los que se pretende incluir.

6) Dificulta gravemente la necesaria coordinación entre atención primaria y especializada.

7) Es un modelo que esta en contradicción con el Sistema Público e integrado que establece la Ley General de Sanidad.

El fundamentalismo del mercado está produciendo una gravísima crisis económica mundial. Si se aplica a la Sanidad, las consecuencias van a ser la conversión del derecho a la salud en una mercancía y por lo tanto la desaparición de un sistema sanitario público, eficiente y de calidad, y un desastre para la salud de la mayoría de la población madrileña. No dejemos que llamamientos demagógicos a una supuesta libertad de elección nos oculten la realidad.

Marciano Sánchez Bayle
Médico y Presidente de la ASOCIACION PARA LA DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA DE MADRID

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