sábado. 20.04.2024

La ley de la dificultad

Fue �es- una de las leyes de carácter social más importante del gobierno socialista y, sin embargo, ha tropezado con tantas dificultades para su aplicación que hace imposible la asistencia real de las personas afectadas por la Ley de Dependencia.Los datos que el Ministerio de Educación, Política Social y Deporte (dicho sea de paso: vaya ensalada) ha hecho públicos llevan al desaliento o a la desesperación.
Fue �es- una de las leyes de carácter social más importante del gobierno socialista y, sin embargo, ha tropezado con tantas dificultades para su aplicación que hace imposible la asistencia real de las personas afectadas por la Ley de Dependencia.

Los datos que el Ministerio de Educación, Política Social y Deporte (dicho sea de paso: vaya ensalada) ha hecho públicos llevan al desaliento o a la desesperación. Porque lo cierto es que se ha reconocido el derecho a percibir los beneficios de la ley a más de 345.000 personas. Pero de ellas, hay 220.000 que esperan al asistencia prometida.

Si hay que decir que la ley ha sido un logro de las políticas sociales de José Luis Rodríguez Zapatero, habrá que decir también que su aplicación está siendo un fracaso. En unos casos, porque hay comunidades autónomas, como la de Madrid, que han dedicado sus esfuerzos a hacer imposible la puesta en práctica de la norma. En otros, y sobre todo, porque su aplicación coincide con unos críticos momentos de la economía.

La ley de Dependencia supone para numerosas personas una esperanza que empieza a ver frustrada. En total, poco más de 50.000 personas han llegado a percibir esos 500 euros para atender a un familiar dependiente. No es, desde luego, como para tirar cohetes, aunque siempre haya quien diga �y tal vez con razón- que, al fin y al cabo, es una situación mejor que la anterior.

Hay un dato entre los que ayer difundió el ministerio que, posiblemente por mi propia ignorancia, no deja de sorprenderme: el número de puestos de trabajo creados como consecuencia de la puesta en marcha de la ley. Se da la cifra de 70.000 nuevos empleos.

Y me sorprende �seguramente me faltan datos y lo reconozco- cómo es posible que la ley haya generado más empleo que beneficiarios. Puestos en lo mejor, habrá que interpretar como un éxito que en esta época de penuria y destrucción de empleo se hayan creado tantos puestos de trabajo. Y, al menos, desde ese punto de vista, habrá que reconocer que no está tan mal. Sólo quedaría comprobar qué puestos de trabajo son esos y si no termina al final por ser un aumento desbocado de la burocracia.

En cualquier caso, todas las Administraciones tienen el deber de arrimar el hombro y juntar esfuerzos para que esas miles de familias que esperan vean cumplidas sus expectativas. No es de recibo que algo tan serio como la asistencia social a los más desfavorecidos sea aprovechada con fines políticos y partidistas.



Escribió Juan Gelman:
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,

esta dicha de andar tan infelices.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,

esta pureza en que ando por impuro.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,

esta esperanza que come panes desesperados.

Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.


No sé si la muerte nos jugamos. Pero sí la vida de miles de personas.

La ley de la dificultad
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