3 de septiembre de 2009, 4:43
NUEVATRIBUNA.ES - 11.6.2009
...Las dudas de la Fiscalía Anticorrupción, que no acababa de ver clara la implicación del tesorero del PP en la trama Gürtel, han quedado disipadas por obra y gracia de la Agencia Tributaria que ha enviado un informe sobre cuantiosas sumas de dinero percibidas por Bárcenas y no declaradas. Ese suele ser el problema cuando, presuntamente, se cobran comisiones a cambio de favorecer con contratos a las empresas del señor Correa o, lo que es lo mismo, Gürtel: que no se pueden declarar.
La Mafia conoce y aplica desde hace lustros imaginativos sistemas de lavado del dinero que ingresa por sus inconfesables actividades. Desde que a Al Capone le metieron en Alcatraz, ha llovido mucho y sus sucesores han tenido tiempo de sobra para aprender de sus errores. Bárcenas y Jesús Merino, diputado imputado del PP que también se las va a ver con el fisco, probablemente carecen de imaginación pero no de los resortes adecuados para esconder el fruto de sus presuntos trapicheos. El problema probablemente resida en la impunidad con la que determinada clase política transversal, es decir, no necesariamente adscrita a unas determinadas siglas, ha venido actuando durante años. Pero como Bárcenas y Merino pertenecen al PP, lo que toca ahora es hablar de este partido.
Sabremos más sobre los hilos de los que ha tirado Hacienda para llegar hasta el supuesto delito fiscal cuando se levante el secreto del sumario o mucho antes, cuando se produzca la próxima filtración. Mientras llega ese momento, prepárense para otra sesión de centrifugado de la lavadora del PP. Ellos, los "populares", han inventado un original sistema de blanqueo. Su peculiaridad reside en que en lugar de ser un paso previo para evitar que les pillen, que es lo lógico y natural en el mundo del hampa, se aplica a posteriori y básicamente consiste en clamar contra policías, jueces y todas las instituciones del Estado que se les pongan por delante. Ahora, además, como estamos en plena resaca electoral, han añadido un nuevo ingrediente: retorcer la interpretación de los resultados del 7-J para presentarlos como una absolución popular (de pueblo) de todos sus presuntos delitos.
Este jueves hemos tenido una demostración en toda regla en las Corts valencianas. Le preguntaba el portavoz socialista a Francisco Camps, otro imputado en la trama Gürtel, por los contratos públicos cuya transparencia pone en solfa toda la oposición. El presidente de la Generalitat no se cortó: "No nos gustan sus maneras y sus gestos", dijo, y añadió: “Nosotros nos apoyamos en el trabajo" (…) “y en el respaldo mayoritario de nuestros conciudadanos que elección tras elección piensan justo lo contrario a usted".
Después de tanta declaración de amor incondicional de sus jefes de filas, no es de extrañar que Camps esté sobrevolando la tierra en el globo al que se subió el primer día que se le relacionó con Correa. Pero la realidad tiene el defecto de ser la que es y ahí están los tribunales que tendrán que decir la última palabra. El domingo, los votantes no introdujeron papeletas en las urnas con las palabras “culpable” o “inocente”. No hay insidias, ni mentiras, ni conspiraciones. Hay imputaciones, acusaciones de delitos muy serios que se apoyan en documentos y testigos y que se verán en un juicio cuando corresponda. Entonces, sí habrá que decidir si los presuntos son culpables o no.
Por cierto, ¿a qué juez se le ocurre poner una fianza de un millón ochocientosmil euros si no fuera porque hay indicios sólidos de culpabilidad y un patrimonio que permita hacer frente a tamaño desembolso? Es exactamente lo que le han pedido al ex alcalde de Boadilla. En Madrid, el monto de las fianzas impuestas por el caso Gürtel asciende a más de cuatro millones y medio. ¿En serio piensan que todo es una cortina de humo?
...Las dudas de la Fiscalía Anticorrupción, que no acababa de ver clara la implicación del tesorero del PP en la trama Gürtel, han quedado disipadas por obra y gracia de la Agencia Tributaria que ha enviado un informe sobre cuantiosas sumas de dinero percibidas por Bárcenas y no declaradas. Ese suele ser el problema cuando, presuntamente, se cobran comisiones a cambio de favorecer con contratos a las empresas del señor Correa o, lo que es lo mismo, Gürtel: que no se pueden declarar.
La Mafia conoce y aplica desde hace lustros imaginativos sistemas de lavado del dinero que ingresa por sus inconfesables actividades. Desde que a Al Capone le metieron en Alcatraz, ha llovido mucho y sus sucesores han tenido tiempo de sobra para aprender de sus errores. Bárcenas y Jesús Merino, diputado imputado del PP que también se las va a ver con el fisco, probablemente carecen de imaginación pero no de los resortes adecuados para esconder el fruto de sus presuntos trapicheos. El problema probablemente resida en la impunidad con la que determinada clase política transversal, es decir, no necesariamente adscrita a unas determinadas siglas, ha venido actuando durante años. Pero como Bárcenas y Merino pertenecen al PP, lo que toca ahora es hablar de este partido.
Sabremos más sobre los hilos de los que ha tirado Hacienda para llegar hasta el supuesto delito fiscal cuando se levante el secreto del sumario o mucho antes, cuando se produzca la próxima filtración. Mientras llega ese momento, prepárense para otra sesión de centrifugado de la lavadora del PP. Ellos, los "populares", han inventado un original sistema de blanqueo. Su peculiaridad reside en que en lugar de ser un paso previo para evitar que les pillen, que es lo lógico y natural en el mundo del hampa, se aplica a posteriori y básicamente consiste en clamar contra policías, jueces y todas las instituciones del Estado que se les pongan por delante. Ahora, además, como estamos en plena resaca electoral, han añadido un nuevo ingrediente: retorcer la interpretación de los resultados del 7-J para presentarlos como una absolución popular (de pueblo) de todos sus presuntos delitos.
Este jueves hemos tenido una demostración en toda regla en las Corts valencianas. Le preguntaba el portavoz socialista a Francisco Camps, otro imputado en la trama Gürtel, por los contratos públicos cuya transparencia pone en solfa toda la oposición. El presidente de la Generalitat no se cortó: "No nos gustan sus maneras y sus gestos", dijo, y añadió: “Nosotros nos apoyamos en el trabajo" (…) “y en el respaldo mayoritario de nuestros conciudadanos que elección tras elección piensan justo lo contrario a usted".
Después de tanta declaración de amor incondicional de sus jefes de filas, no es de extrañar que Camps esté sobrevolando la tierra en el globo al que se subió el primer día que se le relacionó con Correa. Pero la realidad tiene el defecto de ser la que es y ahí están los tribunales que tendrán que decir la última palabra. El domingo, los votantes no introdujeron papeletas en las urnas con las palabras “culpable” o “inocente”. No hay insidias, ni mentiras, ni conspiraciones. Hay imputaciones, acusaciones de delitos muy serios que se apoyan en documentos y testigos y que se verán en un juicio cuando corresponda. Entonces, sí habrá que decidir si los presuntos son culpables o no.
Por cierto, ¿a qué juez se le ocurre poner una fianza de un millón ochocientosmil euros si no fuera porque hay indicios sólidos de culpabilidad y un patrimonio que permita hacer frente a tamaño desembolso? Es exactamente lo que le han pedido al ex alcalde de Boadilla. En Madrid, el monto de las fianzas impuestas por el caso Gürtel asciende a más de cuatro millones y medio. ¿En serio piensan que todo es una cortina de humo?