sábado. 20.04.2024

La Espe

NUEVATRIBUNA.ES - 26.4.2010La palabra chulo tiene al menos dos acepciones, una de las cuales tiene mala prédica -y con razón- porque está cercana a una profesión no reconocida, que es a la vez un delito y su ética no lo resiste ni la más laxa de las morales kantianas. Pero tiene otro significado más llevadero porque viene a significar: o me das la razón o te parto la face.
NUEVATRIBUNA.ES - 26.4.2010

La palabra chulo tiene al menos dos acepciones, una de las cuales tiene mala prédica -y con razón- porque está cercana a una profesión no reconocida, que es a la vez un delito y su ética no lo resiste ni la más laxa de las morales kantianas. Pero tiene otro significado más llevadero porque viene a significar: o me das la razón o te parto la face. Si es sólo una baladronada, puede resultar cheli, pero llevado al extremo es un brote de fascismo. ¿Y por qué de estas reflexiones previas? No lo tengo claro. Quizá el subconsciente freudiano me ha jugado una mala pasada cuando me había propuesto hablar de la Sra. Esperanza Aguirre. La culpa la tiene el Freud ese, que se encaprichó con el inconsciente (o subconsciente, que no sé la diferencia) y mandó a paseo al otro, al consciente, a la Razón, así, con mayúscula, hasta la hegeliana, que ya es atreverse a desacreditar a un compatriota. Además, chulo es palabra machista y no tiene femenino decoroso y sólo un equivalente femenino: verdulera, con perdón de la que tenga ese honrado oficio o similar.

Quería hacer un bosquejo físico de madame la presidenta, que es, por cierto, condesa consuerte, perdón, consorte de Murillo. A la fecha de hoy, 58 primaveras la contemplan, que la primavera pasa por todos, con más o menos provecho. Tiene la ESPE dos ojos como dos puñaladas tomateras en pleno visage, pero los tiene, a pesar de todo, vivarachos, bien protegidos por unas bien pintados pestañas. La boca sabemos que tiene cuando sonríe por las comisuras de los labios que esgrime sin recato, y todo de tal forma que a mí se me hace su sonrisa como una mezcla del gato de Chesire de la “Alicia en...” y la Cruela de Vil después de raptar a los dálmatas, que a élla todos se le hace que todos los canes con pintas se parecen al Gallardón. Por eso les dice del alcalde a sus allegados: “Menudo pinta está hecho ese”. Pobres dálmatas, eso les pasa por querer escaparse de las Espe-Cruelas de turno. De los labios no tenemos noticia, pero a veces se deja entrever algún diente con sangre de alcalde, pero de forma moderada, como corresponde a una señora de derechas. De las cejas tampoco tenemos noticia: sólo sabemos que se dibuja con buena técnica un arco superciliar que no desentona del todo. La señora es de papada pellejil, pero eso es fruto de los años, no del horóscopo. En cuanto a las orejas sabemos que tiene, pero las esconde tras el pelo y con dos pendientes adosados, adheridos, adictos a los lóbulos, recatados ellos -los pendientes-, como corresponde a una señora del P.P. El pelo, no nos engañemos, es de vocación estropajo, pero se lo cuida con esmero y sólo delata su adn cuando sube a los helicópteros. Cuando dijo que ella tampoco llegaba a fin de mes se pegó un susto su peluquero, pero la presi no bajó la frecuencia de sus visitas, porque el pelo, con el tiempo clarea o se cae, pero no sufre arrugas, a diferencia del epitelio. En cuanto a la nariz es normal, pero resulta bonita en comparación con el resto. Y hablando de restos, del resto del cuerpo no digo nada porque una señora de derechas sólo tiene cuerpo para su marido. Que él la disfrute.

Se decía en tiempos de la dictadura que las mujeres se clasificaban de la siguiente manera: guapas, guapísimas y gildas, o, por el otro extremo, feas, feísimas y de Acción Católica. Pues bien, la ESPE ha destrozado esta clasificación, porque las de derechas no pueden ser tan guapas que despierten la líbido de la clase obrera de zanja y martillo pilón, ni tan feas que no puedan lucir el palmito en un campo de golf. Los extremos se han borrado. He buscado una foto de cuando era joven, antes de su éxtasis tatcheriano, y no la he encontrado. Si alguien tiene alguna, por favor, que me la mande por el emilio.

En cuanto a su ideario político, lo podemos presuponer por sus obras -por sus obras les conoceréis-, pero no por sus escritos, que yo no conozco ningún libro suyo, pero si alguien conoce de alguno, escrito por ella, por favor, que me lo diga o me lo preste, no vaya a ser que me rebrote la ansiedad. Ella tiene adversarios en otros partidos y enemigos en el suyo. Para empezar, todos los allegados políticos del alcalde, el Sr. Gallardón. Por cierto, a ver si el señor alcalde decide el look de sus cejas, que nos tiene mareados con tanto cambio. Ella le tiene entre ceja y ceja, esas que se pinta con esmero. Si pudiera lo escabechaba y se lo entregaba a las monjas carmelitas del Santo Éxtasis, pero no le deja Mariano, su jefe de rompan filas y montañas nevadas. Ella es la oposición por excelencia. Cuando visita una institución pregunta: “Pública o privada”, y si la contestan que pública ella replica: “¡Me opongo y que la privaticen, venga ya!”.

Dicen las malas lenguas -la de los rojos, ya se sabe- que la señora Polo, la del Invicto, era el terror de las joyerías de Serrano porque nunca tenía suelto para pagar y elegía previamente a sus chóferes con los hombros encogidos por si les preguntaban algo al respecto. La Aguirre es también el terror, pero de lo público, porque allí donde posa su mirada de gorgona deja petrificado, perdón, privatizado la cuestión, al contado o a futuros, a tiempo parcial o full time, pero privatizado. Privatiza que algo queda es su catecismo laico. Privatizando llega al éxtasis, como Santa Teresa, pero la abulense tenía disculpa, porque entonces no se conocía la palabra orgasmo y se la llamaba éxtasis. Para descargo de la santa y de la gorgona hay que decir que la derecha tampoco usaba esa palabra hasta que llegó al Parlamento Soraya Sáez de Santamaría y la palabra vio la luz para la derecha, aunque fuera con retaco, perdón, con recato, a lo ferrero-rouché.

Confieso que tengo sueños eróticos con la ESPE. Sueño que se me acerca deshabillé y me dice: “Cumple o te privatizo”. Lo digo en francés porque soy supersticioso y en mi lengua materna no me atrevo. Tengo que ir de nuevo al psicólogo no vaya a ser que se me resiente la líbido y sospeche algo mi mujer. Además, los sueños eróticos con la ESPE se repiten y sólo me recupero recitando en voz alta lo siguiente:

Mujer de larga pierna y liga,
te ruego que en los días de otoño
te recojas un poco el moño
a la altura que yo te diga.

Y si no avanzo con mi psicólogo pues me apunto al de una señora mayor que conocí en la consulta y que también tiene sueños eróticos, pero con Álvarez Cascos, desde su rentrée en la política. La señora los llama pesadillas. Su caso es más grave, porque permanece hospitalizada y sedada en cuidados intensivos. La deseo de corazón una pronta recuperación, aunque dicen los doctores que la vuelta a la normalidad es imposible.

Por último tengo que confesar que tuve la tentación de enviar estas divagaciones sobre la Espe al Sr. Alcalde, pero luego lo he pensado mejor y he desistido: ¿y si el vampiro de la M-30 disfruta tanto con su lectura y se ahorra un orgasmo? Su señora no tiene la culpa.

Antonio Mora Plaza - Economista.




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