viernes. 19.04.2024

La España del PP hiela el corazón

Hiela el corazón que el PP actúe para romper el consenso social, componiendo una sociedad de ricos y pobres, de injusticia institucionalizada...

Hiela el corazón que Cañamero haya sido detenido por dirigir actos simbólicos contra la miseria y la injusticia mientras la cúpula del PP, chapoteante de sobresueldos y podredumbre, pisa libremente las calles y pasea su arrogante cinismo de Armani y coches de alta gama.

Hiela el corazón que la Guardia Civil encabece las encuestas de valoración entre los españoles. Detrás  queda la Universidad, por ejemplo. Ejército, Guardia Civil y policía (supongo que incluyendo a los inefables antidisturbios) encabezan el ranking de confianza… ¡qué maravilla!

Hiela el corazón que el PP libere al ínclito Rajoy, peor presidente de la historia de España, del deber de explicarse en el Congreso… ¡total que implica más de veinte años de presunta financiación ilegal!, ¡qué importa que millones de euros de nuestro dinero hayan fluido hacia la panza de paletos constructores!

Hiela el corazón que esos cafres adinerados hayan derrochado el dinero sucio en fiestas lujosas, en bandejas sembradas de cocaína, que sus flechas podridas de orín y semen hayan comprado el amor mercenario de chicas que huyeron de la “libertad capitalista de sus países”.

Hiela el corazón que el 83% de los españoles crea que los partidos capitalistas son la causa de la corrupción y la crisis. Y hiela porque la mayoría sigue en casa, resignados, con el mando a distancia y la cerveza, entre el zapping y el eructo, entre el miedo y la depresión… ¡rebelaos, demonios!

Hiela el corazón examinar el turbio y pestífero pasado de las empresas que “gestionarán” la sanidad madrileña y, por ende, la de todos los españoles. Tiburones de codicia insaciable, dispuestos a navegar entre el dolor y la angustia de millones con tal de engordar sus cuentas en cuevas de ladrones (léase paraísos fiscales).

Hiela el corazón que el PP amenace con denunciar a Anonymous por destapar su contabilidad en Internet. Sí, la contabilidad del PP que parece tener más misterios que el origen del homo sapiens y más agujeros negros que el universo.

Hiela el corazón  la jueza Alaya, que hace muy bien en investigar, pero cuyos autos coinciden con los momentos en que el PSOE puede apuntarse algún tanto social o mediático. Bombas de oxígeno con los que el PP pasta aún en la tenebrosa dehesa de sus engaños y maldad.

Hiela el corazón que la policía actúe “impecablemente” cuando golpea y amedrenta a ciudadanos que protestan al ser saqueados para pagar los latrocinios de banqueros y constructores.

Hiela el corazón que el PP actúe para romper el consenso social, componiendo una sociedad de ricos y pobres, de injusticia institucionalizada, de represión sin máscara a la sombra de la sonrisa de hiena de delegadas del gobierno de alma ponzoñosa.

Hiela el corazón… que una de las dos Españas haya de helarnos el corazón. Una vez más.

La España del PP hiela el corazón