jueves. 25.04.2024

La conciencia de un liberal

NUEVATRIBUNA.ES - 16.6.2010PARA FUNDACIÓN SISTEMA...Abandonan la deuda pública los países considerados más frágiles, siguen empujando a la baja el euro y transmitiendo a los mercados de deuda privada la desconfianza sobre la deuda pública.
NUEVATRIBUNA.ES - 16.6.2010

PARA FUNDACIÓN SISTEMA

...Abandonan la deuda pública los países considerados más frágiles, siguen empujando a la baja el euro y transmitiendo a los mercados de deuda privada la desconfianza sobre la deuda pública.

En estas condiciones todos los gobiernos europeos tratan de hacer lo mismo: reducir el déficit para reducir el endeudamiento a los límites previstos por el Pacto de Estabilidad. Alemania, Reino Unido, Holanda, Francia, además de Grecia, España, Portugal e Italia, todos los países europeos programan y proclaman planes de rigor que rivalizan en austeridad sin preocuparse demasiado por medidas de harmonización y coordinación a nivel europeo.

Alemania quiere ahorrar 86.000 millones de euros para reducir su déficit del 5 % al 3% en el 2013. Francia ha anunciado que su esfuerzo será aun mayor para bajar del 8% al 3%, lo que representa 100.000 millones de euros en cuatro años.

El riesgo de que estas reducciones de la demanda, rápidas y simultáneas en toda Europa, provoquen una recesión pasa a segundo plano. Pero si eso ocurriera, al final no se podría reducir el endeudamiento, que es el objetivo que se pretende conseguir, a parte de los problemas sociales y políticos, como muestra el inquietante ascenso de la extrema derecha en Hungría y en Holanda.

Fuera de Europa la vuelta al crecimiento parece bastante consolidada y las previsiones se han revisado al alza en las últimas semanas. La competitividad –coste de Europa ha mejorado con la bajada del euro y podría beneficiarse del contexto mundial aumentando sus exportaciones para compensar la debilidad de la demanda externa. Pero si le ponemos cifras a los argumentos vemos que esta posibilidad tendría un efecto limitado porque la Unión Europea en su conjunto sigue siendo un conjunto muy cerrado, ya que las exportaciones de mercancías de sus Estados miembros a países terceros representan menos del 10 % de su PIB.

Además, ese relanzamiento de las exportaciones necesitaría un euro establemente situado en un valor como el actual, o incluso más bajo, lo que no es nada seguro que ocurra dada la extrema volatilidad del mercado de cambios.

Pero además, hay que prever que la recuperación de la economía mundial provoque un encarecimiento de las materias primas, lo que penalizaría a la economía europea tanto más cuanto más débil sea el euro, ya sabemos que el tipo de cambio es un cuchillo que corta por los dos lados. Por todo ello, es difícil esperar que la demanda externa pueda compensar la debilidad de la demanda interna que van a producir políticas presupuestarias simultáneamente muy restrictivas.

Un buen “policy mix” europeo aplicado en una misma zona monetaria sería que Alemania, cuyas cuentas públicas se han degradado menos que las de los demás países, relanzase su demanda interior, muy deprimida en los últimos años, mientras los demás equilibran sus cuentas. Una vez más, conviene ponerle cifras al argumento. La parte alemana en la demanda interior de la zona euro ha caído del 35% en 1995 al actual 26%, una reducción de 9 puntos en 15 años. Como consecuencia de su prolongada austeridad, la parte de la demanda de la Alemania reunificada es menor que la de la República Federal en 1991.

Las partes de Francia e Italia se han mantenido estables en los últimos 15 años y el crecimiento de la demanda interna de España, Portugal, Irlanda y Grecia ha compensado la fuerte caída en Alemania.

Lo malo es que ese crecimiento se ha financiado a crédito. Y si al mismo tiempo que estos países se aplican una cura de austeridad para reducir su sobre-endeudamiento, Alemania vuelve a aplicarse la medicina de los últimos 15 años, parece difícil evitar una recesión .Quizá por eso decía Felipe González en la reunión del grupo socialista en el Congreso, aunque no tuve ocasión de escucharle en directo, que el recorte alemán no ayuda a salir de la crisis y que con “la broma” que está haciendo Merkel es posible que estemos debajo del 0 % al final del año.

Este análisis es bastante rechazado en Alemania, aunque reciba un amplio consenso fuera. Se interpreta como una nueva llamada a la “solidaridad” por parte de sus vecinos, aunque sería una política racional desde el punto de vista de su propio interés.

Pero de la racionalidad en economía se ha escrito mucho y practicado bastante menos. Los propios mercados son también muy contradictorios en sus demandas y ahora parece que se inquietan más por el crecimiento blando que se avecina.

Sólo algunas voces claman, cada vez con más fuerza, advirtiendo del riesgo recesivo que implica a escala mundial el gran concurso de virtud presupuestaria en Europa y la presión para que en EEUU se endurezca la política monetaria.

Una de estas voces mas calificadas es la de Paul Krugman. Los que siguen su blog “The consciente of a liberal” (como saben, la palabra “liberal” en EEUU tiene una connotación diferente que en Europa, allí significa más bien alguien de izquierdas) habrán observado cómo eleva el tono de su crítica pasando de la exasperación a la desesperación ante una carrera precipitada a la reducción de los déficits y al endurecimiento de la política monetaria cuando la recuperación económica esta muy lejos de estar consolidada.

Merece la pena leerlas.

Josep Borrell - Presidente del Instituto Universitario Europeo de Florencia (Italia).

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