sábado. 20.04.2024

La CEOE, la gran ausente

NUEVATRIBUNA.ES - 27.9.2010Ha habido que esperar hasta 72 horas antes de la realización de la huelga general para que un dirigente político hiciera mención expresa a la CEOE, la gran ausente, desde que el gobierno aprobara la reforma laboral.
NUEVATRIBUNA.ES - 27.9.2010

Ha habido que esperar hasta 72 horas antes de la realización de la huelga general para que un dirigente político hiciera mención expresa a la CEOE, la gran ausente, desde que el gobierno aprobara la reforma laboral.

Ha sido Javier Solana, que a la pregunta de una periodista en una entrevista radiofónica sobre su valoración acerca de la patronal española, en tono nada condescendiente, contestó, prefiero no calificarla.

La respuesta es elocuente y significativa, viniendo de un hombre como Javier Solana que con independencia de las simpatías o antipatías, o de la afinidad o distancia ideológica que provoque, es el máximo exponente de la prudencia después de más de 20 años de ejercicio de la diplomacia en la UE.

El silencio elocuente de Solana, corrobora que uno de los mayores obstáculos para el progreso económico de España es su clase empresarial, especialmente sus estructuras dirigentes, que con escasa calidad democrática, rigen los destinos de cientos de miles de empresarios desde hace décadas.

Su capacidad de renovación ha sido prácticamente nula, su apuesta constante por competir en un mundo global exclusivamente con bajos salarios y condiciones de trabajo mas cada día mas precarias y desregularizadas, han arruinado cualquier intento de modernización del aparato productivo en España que impulsara un nuevo modelo de crecimiento, su concepción de unas relaciones laborales decimonónicas y autoritarias, han frenado cualquier esfuerzo por introducir elementos de flexibilidad y eficiencia en el mercado laboral español.

En época de vacas gordas, algunas muy dilatadas, mas de 15 años de ciclo expansivo de la economía, en el periodo inmediatamente anterior a la crisis, han ganado dinero a espuertas, dinero fácil, que han multiplicado a base de constantes movimientos especulativos, sin prestar la mínima atención a dedicar parte del beneficio a la inversión productiva en sus empresas que afianzara su posición en el mercado.

Cuando cambian las tornas, se apresuran a hablar de rigideces del mercado laboral y a exigir una nueva desregulación para abaratar el despido ajustar sus plantillas a la nueva situación y piden nuevas formas de contratación, para con el nuevo cambio de ciclo, superada la crisis, contratar aún más barato que en el periodo anterior.

¿Por qué habrían de adoptar otra actitud, si sistemáticamente han logrado la mayor parte de sus objetivos?

Crisis tras crisis, la mayor contribución de la gran patronal española, la CEOE, para superar situaciones de gravedad como la actual, ha consistido en dejar pudrir los intentos de acuerdo a través del dialogo social y, esperar a que el gobierno de turno, les hiciera el trabajo sucio, vía BOE. Y no les ha ido nada mal.

Si miramos hacía atrás, no por un mero ejercicio de nostalgia, sino para analizar la tendencia, observamos que el despido se ha abaratado paulatina y progresivamente por efecto de la ampliación de sus causas objetivas y, la desregulación por la vía de la temporalidad en España ha sido sencillamente escandalosa.

Pero ni en sus mejores sueños, la CEOE, podía aspirar a cobrarse un botín como el que se puede cobrar,- confiamos en la capacidad de movilización del conjunto de la sociedad para impedirlo-, con la reforma laboral del gobierno Zapatero; podrán despedir con un máximo de 20 días por año con el simple anuncio de que prevén perdidas para el próximo periodo, sin ninguna otra justificación, de esos 20 días solo pagarán 12 porque el resto los pagaremos todos los españoles con nuestros impuestos, podrán seguir contratando temporalmente durante tres años, sin ninguna garantía legal para los trabajadores de que finalizado ese periodo sus contratos se conviertan en estables y no puedan ser despedidos.

Eso aquí que nos gusta dar la nota, pero en el resto de occidente, las cosas no pintan mejor, un repaso somero a la actuación de todos y cada uno de los gobiernos europeos, en lo que se ha denominado políticas de ajuste, no es sino una nueva versión de bandolerismo que desprendido de toda su leyenda, ha decidido asaltar a los pobres para repartir el botín entre los ricos.

El colofón a esta actitud de compromiso de los empresarios españoles lo puso hace unos días su máximo dirigente Don Gerardo Díaz Ferran, un ciudadano, que inmerso como está en múltiples causas pendientes con la justicia, por el cierre de sus empresas, por incumplimiento de sus obligaciones salariales con sus trabajadores y por deudas millonarias con la Seguridad Social y la Hacienda Pública, hacia un llamamiento encendido en una cadena de TV para abrir todas las empresas e impedir la coacción de los trabajadores el día de la huelga general.

¿Sería mucho pedir que en ocasiones sucesivas, ni CEOE, ni TVE, nos hicieran pasar por esa vergüenza?

Pedro Reyes Díez

La CEOE, la gran ausente
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