viernes. 29.03.2024

Juan Jiménez Aguilar

No sé cuáles son las razones del cese, destitución o lo que sea de Juan Jiménez Aguilar como secretario general de la CEOE. En cualquier caso, me parece un error. He llegado a una edad, a unas circunstancias en las que puedo escribir desde el corazón y desde lo que pienso de verdad.Conozco a Juan Jiménez Aguilar desde hace muchos años. Así que vaya por delante que no voy a ser totalmente imparcial.
No sé cuáles son las razones del cese, destitución o lo que sea de Juan Jiménez Aguilar como secretario general de la CEOE. En cualquier caso, me parece un error. He llegado a una edad, a unas circunstancias en las que puedo escribir desde el corazón y desde lo que pienso de verdad.

Conozco a Juan Jiménez Aguilar desde hace muchos años. Así que vaya por delante que no voy a ser totalmente imparcial. Pero nadie podrá negar que Jiménez Aguilar ha sido, y es, de las personas que más han hecho en este país por asentar a los interlocutores sociales �empresas y sindicatos- como elementos fundamentales de la democracia.

Jiménez Aguilar ha participado en todos los grandes acuerdos. Ha sabido gestionar los intereses de los empresarios con los de los trabajadores. Ha puesto humor y sensatez en casi todas las negociaciones sociales que en este país han sido. Ha sabido combinar la dureza con la flexibilidad del diálogo.

Déjenme decirles que su marcha me produce tristeza. Esa tristeza de quienes creen que el pasado hay que respetarlo y amarlo. Escribí, no contra él, sino criticando algunas de sus posturas. Pero, la verdad, era todo tan distinto� Hoy no sé si escribiría lo mismo. Sin embargo, puedo decir que aprendí de él que se puede mantener una postura pública, siendo capaz de no renunciar a las propias convicciones, aunque lo pareciera.

No sé donde irá, a partir de este momento, Juan Jiménez Aguilar. Tampoco me importa. Sé el trabajo realizado desde un puesto nada fácil. Sé que ha hecho, como José María Cuevas, más fácil y más humano el diálogo social. Lo saben los sindicatos. Lo saben muchos empresarios que han encontrado, a través de él, los valores de la palabra.

Respeto la decisión de Díaz Ferrán en cuanto a prescindir de sus servicios. No debo ni puedo meterme en el alma del presidente de la CEOE. Posiblemente me faltarán datos. Pero quiero, en estas líneas, rendir homenaje a quien creyó en el diálogo, en el acuerdo, en la palabra como forma de entendimiento.

Y, creo, además, que mi amigo Juan, lo hizo muy bien.

Él y yo lo sabemos. Por eso, quiero acabar con estos versos de Kavafis:

Ítaca te dio un hermoso viaje.

Sin ella no hubieras emprendido el camino.

Otra cosa no tiene ya que darte.

Y si pobre la encuentras, no pienses
que Ítaca te ha engañado.


Sabio como llegaste a ser,
con tantas experiencias,

habrás comprendido
qué significan las Ítacas.

Juan Jiménez Aguilar
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