10 de noviembre de 2010, 10:25
NUEVATRIBUNA.ES - 7.11.2010
En ocasiones la vida te sonríe y te colma de felicidad. Esto sucede con más frecuencia en el ámbito personal pero cuando acontece en el terreno profesional, como reconocimiento al trabajo, la verdad es que me faltan palabras para expresar mi gratitud. Desde el pasado mes de julio formo parte de la International Women’s Comisión por la Paz Justa y Duradera que trabaja para poner fin a la ocupación israelí en Palestina y promover una paz fundada en el derecho internacional, los derechos humanos y la igualdad.
La IWC es una coalición de mujeres palestinas, israelíes y de ámbito internacional, conscientes de la necesidad apremiante de conseguir la convivencia en paz entre Israel y Palestina, fundamentada en el respeto mutuo por la diversidad, los derechos y la dignidad de todas las partes implicadas. Entre sus miembros están las presidentas de Finlandia y Liberia, la Premio Nóbel de la Paz Jody Williams, ministras, activistas por los derechos humanos, europarlamentarias... Me siento profundamente honrada de ser uno de los miembros internacionales y muy comprometida con la tarea que tenemos por delante.
Esta Comisión trabaja para reestudiar el presente del conflicto, mediante una amplia perspectiva histórica, con el objetivo de alterar la corriente dominante que ha frenado el progreso en el pasado y de reavivar la esperanza de conseguir un acuerdo justo y duradero en un futuro próximo.
El papel de las mujeres en este proceso es fundamental, porque la solidaridad que se ha establecido entre las mujeres de los dos bandos puede suponer una fuente de inspiración y de esperanza para estas sociedades en su totalidad. El reconocimiento de la versión del otro, por muy doloroso que sea, constituye la condición previa fundamental para alcanzar el entendimiento mutuo. “Asimetría” es la palabra clave en la progresión del conflicto israelí-palestino: la clara desigualdad en la distribución de los territorios y en el control político, así como la inmensa diferencia que existe en cuanto a las condiciones humanas y las perspectivas de desarrollo la hacen todavía más evidente. La perspectiva de género permite identificar las raíces del conflicto de forma realista y ayuda a subrayar sus consecuencias, aportando así un enfoque crucial para alcanzar la resolución.
En este sentido la IWC ha adoptado una serie de medidas como la de integrar la perspectiva, la voz y la experiencia de género, en el proceso de paz; igualmente se ha comprometido a garantizar la visibilidad y el tratamiento eficaz de los derechos y de las inquietudes de las mujeres afectadas por el conflicto; además promueve la transparencia, la rendición de cuentas y el respeto de las normas y de los principios aplicables durante el proceso de paz.
Desde mis principios democráticos y los valores que sustentan mi acción como socialista y el compromiso ineludible con los ciudadanos de Móstoles, que me dieron la responsabilidad como portavoz, no puedo dejar de tener presente que en un mundo globalizado el conflicto Israelí-Palestino está en la etiología de gran parte de las confrontaciones ideológicas, culturales, económicas y religiosas que aquejan al equilibrio internacional, además de ser un motivo de regresión ética para el futuro. En un siglo donde se están produciendo los mayores avances tecnológicos de la historia, no podemos permitirnos dar la espalda al diálogo, la tolerancia y la comprensión.
La historia se escribe día a día y muchas soñamos con poder escribirla con una paz justa y duradera como mejor legado para las generaciones venideras. Es un compromiso al que, como mujer, no quiero renunciar.
Paz Martín es portavoz socialista en el Ayuntamiento de Móstoles y única representante española en la IWC
En ocasiones la vida te sonríe y te colma de felicidad. Esto sucede con más frecuencia en el ámbito personal pero cuando acontece en el terreno profesional, como reconocimiento al trabajo, la verdad es que me faltan palabras para expresar mi gratitud. Desde el pasado mes de julio formo parte de la International Women’s Comisión por la Paz Justa y Duradera que trabaja para poner fin a la ocupación israelí en Palestina y promover una paz fundada en el derecho internacional, los derechos humanos y la igualdad.
La IWC es una coalición de mujeres palestinas, israelíes y de ámbito internacional, conscientes de la necesidad apremiante de conseguir la convivencia en paz entre Israel y Palestina, fundamentada en el respeto mutuo por la diversidad, los derechos y la dignidad de todas las partes implicadas. Entre sus miembros están las presidentas de Finlandia y Liberia, la Premio Nóbel de la Paz Jody Williams, ministras, activistas por los derechos humanos, europarlamentarias... Me siento profundamente honrada de ser uno de los miembros internacionales y muy comprometida con la tarea que tenemos por delante.
Esta Comisión trabaja para reestudiar el presente del conflicto, mediante una amplia perspectiva histórica, con el objetivo de alterar la corriente dominante que ha frenado el progreso en el pasado y de reavivar la esperanza de conseguir un acuerdo justo y duradero en un futuro próximo.
El papel de las mujeres en este proceso es fundamental, porque la solidaridad que se ha establecido entre las mujeres de los dos bandos puede suponer una fuente de inspiración y de esperanza para estas sociedades en su totalidad. El reconocimiento de la versión del otro, por muy doloroso que sea, constituye la condición previa fundamental para alcanzar el entendimiento mutuo. “Asimetría” es la palabra clave en la progresión del conflicto israelí-palestino: la clara desigualdad en la distribución de los territorios y en el control político, así como la inmensa diferencia que existe en cuanto a las condiciones humanas y las perspectivas de desarrollo la hacen todavía más evidente. La perspectiva de género permite identificar las raíces del conflicto de forma realista y ayuda a subrayar sus consecuencias, aportando así un enfoque crucial para alcanzar la resolución.
En este sentido la IWC ha adoptado una serie de medidas como la de integrar la perspectiva, la voz y la experiencia de género, en el proceso de paz; igualmente se ha comprometido a garantizar la visibilidad y el tratamiento eficaz de los derechos y de las inquietudes de las mujeres afectadas por el conflicto; además promueve la transparencia, la rendición de cuentas y el respeto de las normas y de los principios aplicables durante el proceso de paz.
Desde mis principios democráticos y los valores que sustentan mi acción como socialista y el compromiso ineludible con los ciudadanos de Móstoles, que me dieron la responsabilidad como portavoz, no puedo dejar de tener presente que en un mundo globalizado el conflicto Israelí-Palestino está en la etiología de gran parte de las confrontaciones ideológicas, culturales, económicas y religiosas que aquejan al equilibrio internacional, además de ser un motivo de regresión ética para el futuro. En un siglo donde se están produciendo los mayores avances tecnológicos de la historia, no podemos permitirnos dar la espalda al diálogo, la tolerancia y la comprensión.
La historia se escribe día a día y muchas soñamos con poder escribirla con una paz justa y duradera como mejor legado para las generaciones venideras. Es un compromiso al que, como mujer, no quiero renunciar.
Paz Martín es portavoz socialista en el Ayuntamiento de Móstoles y única representante española en la IWC