17 de octubre de 2010, 13:56
NUEVATRIBUNA.ES - 16.3.2010
La crisis no es sólo crisis mundial. Es una crisis del modelo económico español y madrileño. Crecimos al calor de la especulación inmobiliaria, construyendo vivienda libre, recalificando suelo, consumiendo, endeudando hasta las cejas a nuestras empresas y familias, creando mucho empleo temporal, precario, mal pagado, sumergido, como sumergida era buena parte de nuestra actividad económica (hay quien estima que en torno al 25 por ciento de la actividad económica escapa a todo control).
En ese paquete de precariedad van muchas mujeres, jóvenes, inmigrantes, que son contratados temporalmente, a bajo coste, con despido fácil y barato. Eso cuando tienen un contrato. A este fenómeno le han llamado “efecto llamada”. Hay trabajo abundante, temporal, precario, mal pagado, pero abundante.
La crisis se ha llevado por delante esta escenografía económica de cartón piedra y el empleo precario que se había generado, se diluyen en sólo dos años.
Esperar a que la crisis pase es un error de bulto porque la reactivación económica nos pillará desnudos, con un modelo económico que no volverá, un mercado laboral fracturado, una sociedad tensionada por conflictos serios.
Por el contrario, podemos asumir el reto de la crisis. Afrontar un compromiso contra la crisis. Negociar un Plan de Choque por la Economía y el Empleo, que centre sus esfuerzos en las personas más golpeadas por la crisis. Mujeres, jóvenes, inmigrantes, parados de laga duración.
Podemos combatir la economía sumergida, el empleo irregular, la explotación laboral, combatiendo las brechas salariales, defendiendo el empleo estable y cualificado, base de una economía más productiva y sólida.
Podemos revisar el Plan de Integración de Inmigrantes de Madrid para convertirlo en un instrumento útil de lucha contra la crisis.
Podemos seguir los pasos del Estado constituyendo en Madrid una Comisión Laboral Tripartita, compuesta por el Gobierno Regional, la Delegación del Gobierno, empresarios y sindicatos, para hacer un seguimiento y proponer medidas que mejoren la integración laboral y social de las personas inmigrantes en Madrid.
Son pasos que podemos y deberíamos dar para afrontar la crisis y evitar las peores consecuencias de la misma, en nuestra Región. Aguirre se ha negado hasta el momento a dar este paso, pero no por eso es menos necesario.
Francisco Javier López Martín - Secretario General de CCOO de Madrid.
La crisis no es sólo crisis mundial. Es una crisis del modelo económico español y madrileño. Crecimos al calor de la especulación inmobiliaria, construyendo vivienda libre, recalificando suelo, consumiendo, endeudando hasta las cejas a nuestras empresas y familias, creando mucho empleo temporal, precario, mal pagado, sumergido, como sumergida era buena parte de nuestra actividad económica (hay quien estima que en torno al 25 por ciento de la actividad económica escapa a todo control).
En ese paquete de precariedad van muchas mujeres, jóvenes, inmigrantes, que son contratados temporalmente, a bajo coste, con despido fácil y barato. Eso cuando tienen un contrato. A este fenómeno le han llamado “efecto llamada”. Hay trabajo abundante, temporal, precario, mal pagado, pero abundante.
La crisis se ha llevado por delante esta escenografía económica de cartón piedra y el empleo precario que se había generado, se diluyen en sólo dos años.
Esperar a que la crisis pase es un error de bulto porque la reactivación económica nos pillará desnudos, con un modelo económico que no volverá, un mercado laboral fracturado, una sociedad tensionada por conflictos serios.
Por el contrario, podemos asumir el reto de la crisis. Afrontar un compromiso contra la crisis. Negociar un Plan de Choque por la Economía y el Empleo, que centre sus esfuerzos en las personas más golpeadas por la crisis. Mujeres, jóvenes, inmigrantes, parados de laga duración.
Podemos combatir la economía sumergida, el empleo irregular, la explotación laboral, combatiendo las brechas salariales, defendiendo el empleo estable y cualificado, base de una economía más productiva y sólida.
Podemos revisar el Plan de Integración de Inmigrantes de Madrid para convertirlo en un instrumento útil de lucha contra la crisis.
Podemos seguir los pasos del Estado constituyendo en Madrid una Comisión Laboral Tripartita, compuesta por el Gobierno Regional, la Delegación del Gobierno, empresarios y sindicatos, para hacer un seguimiento y proponer medidas que mejoren la integración laboral y social de las personas inmigrantes en Madrid.
Son pasos que podemos y deberíamos dar para afrontar la crisis y evitar las peores consecuencias de la misma, en nuestra Región. Aguirre se ha negado hasta el momento a dar este paso, pero no por eso es menos necesario.
Francisco Javier López Martín - Secretario General de CCOO de Madrid.