viernes. 29.03.2024

Indignación constitucional y confluencia

MÁS QUE NUNCA POR LA UNIDAD DE LAS IZQUIERDAS SIN EXCLUSIONES Parecían difíciles de superar los despropósitos acumulados en el último periodo por José Luis Rodríguez Zapatero en la gestión neoliberal de la salida a la crisis, pero las últimas decisiones de reforma constitucional para instaurar vía carta magna las políticas de recortes y las nuevas medidas laborales

MÁS QUE NUNCA POR LA UNIDAD DE LAS IZQUIERDAS SIN EXCLUSIONES

Parecían difíciles de superar los despropósitos acumulados en el último periodo por José Luis Rodríguez Zapatero en la gestión neoliberal de la salida a la crisis, pero las últimas decisiones de reforma constitucional para instaurar vía carta magna las políticas de recortes y las nuevas medidas laborales de contratación precaria a la carta nos han demostrado que puede haber algo aún más peligroso que los ex presidentes de gobiernos como González o Aznar, un presidente en funciones que está de salida.

La oligarquía financiera que controla los mercados ha demostrado gran capacidad y amplio abanico de técnicas de presión no democráticas para doblegar gobiernos; de este modo, el período preelectoral con un gobierno que no repite en las listas electorales (el presidente Zapatero y la Vicepresidenta económica Salgado como mínimo) posibilita hacer el trabajo sucio al PP impensable con una mínima lógica electoral progresista que debería tener en cuenta los sufrimientos y esperanzas de los sectores populares de nuestro país.

El golpe de Estado constitucional que quieren perpetrar el PSOE y el PP entra en la lógica antidemocrática de gestión neoliberal y está basada en falsedades que afectarán negativamente a la mayoría de la población. Hay que saber que el gasto social público por habitante es sólo del 74% de la media de la UE-15, y que la regresiva política fiscal aplicada por los gobiernos de Aznar y Zapatero nos ha llevado a que los ingresos del Estado español son los más bajos de la euro zona, sólo un 34%, mientras que la media es del 44%. Así pues, el problema no es de gasto y menos de gasto social, pero en el marco de una coyuntura de miedo y excepcionalidad se aprovechará para recortar los servicios públicos y reforzar su privatización. Sin duda una minoría saldrá beneficada de esta decisión, pero la mayoría de la población sufrirá las consecuencias.

El PP está eufórico, los futuros recortes que tienen pensados si llegan al poder y que esconden o mantienen en la indefinición estarán constitucionalmente justificados en un pacto con el PSOE, una jugada perfecta del gran poder económico, gobierne quien gobierne "la banca siempre gana".

CiU se mueve en la contradicción de seguir estas políticas que en definitiva ya está aplicando en Catalunya y que comparte, en el fondo, con una realidad política y social catalana que moviliza y movilizará contra los recortes. CiU sabe que la sociedad catalana no asistirá impasible a más recortes y que la presión popular puede romper las lógicas neoliberales. Al mismo tiempo, el modelo neoliberal se expresa de forma bipartidista y centralista a nivel de Estado y a nivel europeo recortando soberanía a nivel local y a nivel nacional.

Ya la fallida Constitución Europea y el primer Tratado de Lisboa intentaron sacralizar constitucionalmente estas políticas a nivel de la Unión Europea, y fueron los pueblos francés e irlandés los que detuvieron estos intentos con la victoria del No, lo que demuestra que los pueblos pueden expresar su oposición a estas políticas y detenerlas.

Tanto el PSOE como el PP o CiU coincidieron en pedir el sí a estas políticas de la UE así como aceptar el Pacto del Euro. De estos vientos vienen estas tempestades y la persistencia en estas políticas neoliberales va vaciando de contenido la soberanía de los estados, de las naciones y de la ciudadanía en general, sustituyéndola por las decisiones no democráticas de una oligarquía que controla los mercados .

Actualmente es una demanda democrática exigir una consulta a la ciudadanía y podemos establecer nuevas alianzas de fondo y de forma frente a las medidas que nos quieren imponer. De hecho, el Movimiento 15-M, los sindicatos y la izquierda política han coincidido en la oposición a las medidas y en la demanda de la consulta, e incluso se ha ensanchado y se ensanchará el abanico de fuerzas políticas y sociales que reclaman un referéndum.

Esta movilización opera de forma positiva para aglutinar fuerzas políticas y sociales y activistas, intelectuales y profesionales con conciencia democrática y presiona en la dirección de reforzar o forzar la confluencia política y social contra las políticas neoliberales que quiere imponer el bipartidismo del PSOE y PP, y hace entrar en profundas contradicciones a CiU.

Unidad sin exclusiones. Las decisiones son estratégicas

La izquierda en Europa experimenta un debate importante sobre su futuro, y la crisis ha puesto sobre la mesa nuevos y fuertes argumentos que lo alimentan. Hoy queda claro que el problema es el capitalismo y que no existe, como afirmaba la socialdemocracia, un capitalismo de rostro humano o de carácter social que hace innecesaria su transformación. Esto tuvo su momento en el período posterior a la segunda guerra mundial, pero a partir de los 70 el modelo neoliberal ha demostrado que el capitalismo y la humanidad son incompatibles, tanto como lo eran en época de Marx pero hoy con nuevos y sólidos argumentos que toman aún más fuerza a partir de la crisis de 2008.

El capitalismo actual ha exacerbado nuevas contradicciones como las que conllevan la destrucción del medio, pero no olvidemos que no hay sostenibilidad posible bajo el modelo capitalista y que, al igual que no es posible un capitalismo social, no es posible un capitalismo verde o un capitalismo democrático.

Por eso el sistema quiere apuntalarse ante el crecimiento con la crisis de las opciones críticas que propugnan su transformación y no la gestión. Este papel, desarrollado por gran parte de la socialdemocracia que ha entrado en crisis y ha transformado sus políticas de gobierno en social liberales (Alemania, Gran Bretaña, Portugal, España, Grecia), puede ser reocupado en parte por otras opciones. La experiencia de la tendencia más liberal de los Verdes alemanes que han cuestionado las nucleares pero no la OTAN, la guerra de Afganistán o las políticas neoliberales a nivel regional, puede representar una brecha que rompa el posible frente común que la transformación social y ecológica pueda convertirse en alternativa al social liberalismo, abrazado por la mayoría de las direcciones de los partidos socialistas en Europa.

Es por ello que el dilema está en cuestionar el capitalismo y las contradicciones que provoca empezando por la explotación del trabajo y siguiendo por la destrucción del planeta o hacer de una parte del discurso verde el todo, olvidando o desviando el origen del problema . Bajo esta perspectiva puede hacerse una política "radical" en aspectos parciales y profundamente entregada en las grandes líneas maestras que el capitalismo financiero impone para el próximo período de salida de la crisis.

Es por ello que el debate sobre los espacios políticos y electorales en el Estado español que se impulsan desde el Partido Verde Europeo, el Partido de la Izquierda Europea y sus expresiones españolas ICV, Equo, IU y EUiA no es ni técnico ni meramente electoral sino profundamente político, y tiene mucho que ver con la perspectiva estratégica de la izquierda en los próximos años.

La izquierda transformadora alternativa al modelo capitalista debe ser roja, verde y plurinacional en el caso del Estado español y de Catalunya. Estos factores deben combinarse y creo que es la apuesta sincera que hay en el trasfondo de la voluntad de Refundación de IU y su apertura y transformación, y también detrás de la Coalición Política hacia donde debe mutar la actual Coalición de ICV-EUiA. A eso debemos sumarle la reflexión metodológica que ha destapado el movimiento del 15-M sobre las limitaciones de la actual democracia y el sistema político y electoral.

Hoy no es posible separar y hacer competir electoralmente el espacio verde y el espacio rojo, ni hacer competir los espacios políticos nacionales y territoriales con el proyecto federal, esta fragmentación electoral sólo puede debilitar globalmente las opciones políticas y electorales de la izquierda transformadora roja y verde en Catalunya y España.

Así pues, es impensable no afrontar el proceso de las próximas Elecciones Generales del próximo 20 de noviembre si no es sumando los efectivos que ya concurrieron en 2004 y 2008 en la Coalición IU-ICV-EUiA y que posteriormente en 2008 conformaron Grupo Parlamentario conjunto en el Congreso con ERC. La fórmula concreta puede ser una gran coalición liderada en Catalunya por ICV-EUiA y en el Estado por IU que sume el espacio político y social del ecologismo, la experiencia de los sindicalistas de clase y personas de la cultura popular y progresista y los movimientos y partidos alternativos al neoliberalismo y sus políticas. Esta combinación es estratégica y romperla por presiones externas o en función de dinámicas de los partidos a nivel europeo sería una verdadera irresponsabilidad a la que IU y EUiA deberían oponerse frontalmente; creo sinceramente que es el pensamiento de la mayoría de compañeros y compañeras de ICV que quieren consolidar los pasos de unidad que se han hecho estos últimos años y de ninguna manera iniciar un camino de desencuentro.

El mes de septiembre exige decisiones inmediatas cargadas de responsabilidad de futuro, no nos jugamos sólo un acuerdo electoral, que también y no le doy poca importancia, nos jugamos la capacidad de la izquierda transformadora de construir una alternativa plural ideológicamente, confrontada al capitalismo, o profundizar en la parcialidad y complementariedad de las respuestas.

Indignación constitucional y confluencia
Comentarios