jueves. 28.03.2024

ICV está donde siempre

En un reciente artículo publicado en El País, su autor impugna el proyecto de ICV, imputándole una supuesta renuncia a sus señas de identidad. Lo hace con una caracterización de ICV que no soy capaz de identificar en las propuestas y muchos menos en la actuación diaria en la sociedad y en las instituciones.

En un reciente artículo publicado en El País, su autor impugna el proyecto de ICV, imputándole una supuesta renuncia a sus señas de identidad. Lo hace con una caracterización de ICV que no soy capaz de identificar en las propuestas y muchos menos en la actuación diaria en la sociedad y en las instituciones.

Si algo ha hecho ICV en estos últimos años ha sido situar en el centro de sus prioridades el conflicto social frente a los recortes de derechos de CIU y PP y el compromiso con las movilizaciones sociales, ejerciendo una clara oposición política, en ocasiones en solitario. Como sea que el autor acepta la duda de que su visión sobre ICV no sea real, sino que esté condicionada por la construcción mediática que hacen La Vanguardia y TV3 – las cita literalmente– aprovecho la oportunidad de su duda para ofrecer mi opinión.

ICV está donde siempre, donde estuvo el PSUC desde su fundación. Trabajando por un proyecto que sitúa el conflicto social en el eje de sus políticas, como se pone de manifiesto en las movilizaciones sociales contra los recortes de derechos adoptados por CIU y PP. También en las instituciones. Oponiéndose en el Baix Llobregat al especulativo proyecto Eurovegas y trabajando para que los Ayuntamientos actúen como última red de protección social. En el Parlament, presentando alternativas a la desigualdad y la pobreza extrema y batallando para evitar que CIU utilice la crisis para desmantelar el Estado social. En el Congreso y Senado resistiendo las políticas de retroceso social y cívico y de centralización política del PP, la mayoría pactadas con CIU. Y presentando propuestas, como la reciente sobre fiscalidad ambiental para un futuro sostenible.

No tiene base real que se diga que ICV ha relegado su ideario social a una supuesta sumisión independentista. Salvo que se quiera hacer el juego a quienes desde la “opinión publicada” han construido un escenario político de supuestos bloques, con el objetivo de hacer incompatible la lucha social con el derecho a decidir y así poder expulsar el debate social de la agenda política.

Eso sí, el proyecto social de ICV, se formula en clave nacional considerando a Catalunya una nación con identidad propia por voluntad de su ciudadanía. Y con el derecho democrático a decidir su forma de organización política, como hizo el PSUC desde su fundación en la defensa del derecho a la autodeterminación.

Esa naturalidad con la que ICV hace compatible la lucha social con el derecho a decidir, nace de una concepción de radicalidad democrática, que también estaba en el genoma del PSUC. Posiblemente haya sido este factor el que ha permitido que sometido a debate en el Congreso, la posibilidad de convocatoria de un referéndum el conjunto del Grupo de la Izquierda Plural (IU-ICV-EUIA- CHA) haya sido el único grupo de ámbito estatal que ha votado a favor.

La tarea de construir una izquierda nacional no es fácil, en plena hegemonía de la derecha a nivel europeo, que con sus políticas genera desafección democrática. Especialmente en las generaciones jóvenes, que no están dispuestas a que se les niegue su derecho a decidir en el terreno nacional y social, con la excusa que la Constitución Española es intocable. Y ese es nuestro principal reto hoy, incorporar a quienes protagonizan importantes movilizaciones, pero no se sienten representados porque se consideran expulsados del debate político de las elites.

Ello en un contexto de globalización en que los mercados han usurpado la soberanía a la ciudadanía. Por eso apostamos por profundizar la construcción política de la UE, la manera de recuperar para la ciudadanía la verdadera soberanía económica y política.

En ICV convivimos, como sucede en la sociedad catalana que es más plural de lo algunos pretenden, federalistas e independentistas. Unidos en la defensa democrática del derecho a decidir y convencidos que las actuales generaciones tienen derecho a decidir la forma de Estado, el modelo socioeconómico y como catalanes nuestra relación con España.

Trabajamos para que el 25N no se convierta en un plebiscito que CIU utilice como un cheque en blanco con el que agravar sus políticas de recortes y sus pactos con el PP. Y lo hacemos ofreciendo un proyecto de radicalidad democrática que pretende recuperar para la ciudadanía la plena soberanía económica y política.

También como siempre estamos con quienes desde el sindicalismo han puesto en marcha para el 14 de noviembre una jornada de movilización europea, que en España tendrá el carácter de Huelga General. Lo dicho, Iniciativa está donde siempre.

ICV está donde siempre
Comentarios