viernes. 19.04.2024

Hungría censura

nuevatribuna.es | 10.01.2011Viktor Orban, Primer Ministro de Hungría, no es tan conocido como Silvio Berlusconi pero ha llegado más lejos. El pasado 31 de diciembre, con el apoyo de sus diputados derechistas -que desde mayo pasado copan dos tercios del parlamento- aprobó una Ley de Medios criticada por casi todos: desde el Instituto Internacional de Prensa hasta organismos de derechos humanos pasando por la Unión Europea (UE) o Gobiernos vecinos.

nuevatribuna.es | 10.01.2011

Viktor Orban, Primer Ministro de Hungría, no es tan conocido como Silvio Berlusconi pero ha llegado más lejos. El pasado 31 de diciembre, con el apoyo de sus diputados derechistas -que desde mayo pasado copan dos tercios del parlamento- aprobó una Ley de Medios criticada por casi todos: desde el Instituto Internacional de Prensa hasta organismos de derechos humanos pasando por la Unión Europea (UE) o Gobiernos vecinos.

Pero ¿qué tiene esa ley para ser tan polémica? Para empezar, su propia existencia: de hecho, en casi todo el mundo democrático, el control de la prensa es ejercido por la Justicia; en la Hungría de Orban, no: le corresponde a un “Consejo de Medios” cuyos miembros son nombrados por el parlamento ¡durante nueve años!.

Por si eso no bastara, ese “Consejo de Medios” tiene derecho a intervenir, de oficio, en “delitos” mediáticos no tipificados, incluso, retroactivamente (como en el caso de Tilos, una pequeña estación de radio que, ¡en septiembre! emitió una canción de rap, en inglés, considerada “inadecuada”).

Además, la Ley en cuestión, obliga a que las informaciones sean equilibradas –sin definir “equilibrio”- y “bien fundadas,” pudiendo llegar al extremo de obligar a un periodista a revelar sus fuentes y a un medio a pagar multas de hasta once millones de pesos. La guinda es que la Ley promueve la persecución de aquellos que la vulneren ¡desde fuera de Hungría!.

En resumen, la censura revive: resulta interesante recordar que el culpable, Viktor Orban, proviene del anti-comunismo más feroz. El problema es que sabe lo que hace: en 2002 perdió el poder entre acusaciones de corrupción, aireadas por la prensa. Ahora, además, el Cablegate está tan cerca en el tiempo como en el espacio: próximamente, en la vecina República Checa, aparecerá Pirateleaks, una versión local de Wikileaks.

Por eso aquí, los cálculos de Orban pueden tener mucho de experimento: la controvertida Ley, de hecho, sienta un peligroso precedente, no solo por lo que representa, sino por que hasta junio que viene, Hungría ostentará la presidencia rotatoria de la UE.

Aludiendo a tan importante cometido, el ministro de Relaciones Exteriores de Luxemburgo se hizo la pregunta que todos callan: “¿Están preparados, algunos países de la UE –como Hungría- para dirigir la agenda comunitaria?.

Juan Agulló | Sociólogo y periodista.

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