martes. 23.04.2024

Hemos entrado en la era de la estupidez

NUEVATRIBUNA.ES - 23.12.2009No va a hacer falta ninguna película para explicarlo. Las nulas conclusiones oficiales de la cumbre sobre cambio climático de Copenhague hablan por sí mismas. Y menos mal que no han tenido la desfachatez de hacerse la “foto de familia”.
NUEVATRIBUNA.ES - 23.12.2009

No va a hacer falta ninguna película para explicarlo. Las nulas conclusiones oficiales de la cumbre sobre cambio climático de Copenhague hablan por sí mismas. Y menos mal que no han tenido la desfachatez de hacerse la “foto de familia”. Porque no hay manera de disfrazarlo, ni de hacer lecturas piadosas u optimistas de lo que ha sido el mayor fiasco de los últimos años, solamente comparable a la declaración de guerra contra Irak del tristemente famoso “grupo de las Azores” (Durao Barroso incluido). Copenhague ha sido ante todo un espectáculo bochornoso en medio de un caos organizativo sin precedentes, preparado, no me cabe la menor duda, para camuflar lo que estaba cantado desde Barcelona: que no habría decisión alguna.

La caótica reunión de la COP 15 ha venido a constituir el punto culminante de la gran operación de desprestigio de la lucha contra el cambio climático, perfectamente orquestada desde hace ya bastante tiempo. Merkel ha intentado vender como un paso adelante lo acordado, incluso se ha enfadado con los que critican el resultado de la cumbre, dejando de lado el hecho de que la Unión Europea, que ha mantenido sus propuestas de reducción unilateral del 20 % de emisiones, con la oferta de llegar al 30 % si los demás movían ficha, ha sido reducida a un papel secundario y marginada de la fase final de negociaciones. Se dice que Obama no ha podido convencer a los chinos, claro, al fin y al cabo el lobby republicano – petrolero bien instalado y con muchas terminales en el seno de los demócratas, le marca el terreno cada día a golpe de creacionismo providencialista “¿no veis los lirios del campo?…” y si el Gran Patrón no abre juego, ¿qué esperamos que hagan los emergentes?

Ya hace mucho que pasó el tiempo de las bellas palabras sobre el medio ambiente, ahora se está en la cuenta atrás, especialmente para los países más pobres, que ya sufren en millones de sus ciudadanos las consecuencias del calentamiento y así lo han expresado los representantes de África. Pero sin objetivos concretos de reducción de emisiones a partir de 2012, sin acuerdo vinculante, sin financiación que comprometa a los países ricos, una vez concluido el protocolo de Kioto ya no habrá nada que contenga la escalada en la concentración de gases de efecto invernadero en límites asumibles. Llegará inexorablemente a las 500 partes por millón (ya estamos casi en las 390) y, en consecuencia, la temperatura media de la atmósfera se incrementará en más de 2 ºC en las próximas dos décadas y media. Entonces ya será imposible parar las consecuencias que, según el Informe Stern (1), constituirán “una amenaza contra los elementos básicos de la vida humana en distintas partes del mundo”.

Lo que está ocurriendo, ha dicho James Lovelock, “es como si hubiéramos encendido un fuego para mantenernos calientes y le siguiéramos echando leña sin darnos cuenta de que se ha extendido a los muebles y está fuera de control. Cuando eso sucede, hay muy pocas posibilidades de apagarlo antes de que consuma la casa entera. El calentamiento global, igual que un fuego, está acelerándose y casi no nos queda tiempo para reaccionar.” (2) Pero los gobernantes mundiales, capaces de ponerse de acuerdo en salvar a los bancos privados a cualquier precio, no han querido alcanzar el mínimo acuerdo que la ciencia indica y la razón exige para evitar el desastre. Puede que tenga razón en una cosa Ángela Merkel: acaba de comenzar una nueva era, pero será la Era de la Estupidez. Que siga la fiesta.

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(1) Informe Stern acerca del impacto del cambio climático y el calentamiento global sobre la economía mundial. Redactado por el economista Nicholas Stern por encargo del Gobierno del Reino Unido fue publicado el 30 de octubre del 2006.

(2) Lovelock, James. La venganza de la Tierra.

Pedro Diez Olazábal participó en la fundación del Sindicato de Enseñanza de CC.OO y ha estado siempre vinculado a los movimientos sociales. Ha desempeñado los cargos de Alcalde de Arganda del Rey, diputado de la Asamblea de Madrid y Vicepresidente Tercero, portavoz en la Comisión de Medio Ambiente y Presidente de la Asamblea de Madrid.


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