sábado. 20.04.2024

Hedy Epstein, el paso de Rafah y la Franja de Gaza

NUEVATRIBUNA.ES - 30.12.2009La entrada a Gaza desde Egipto tiene un único acceso, el paso de Rafah, que está cerrado desde el año 2007, el gobierno egipcio sólo permite la apertura del paso por razones humanitarias. Varias integrantes de un grupo de activistas conocido como “Las Abuelas” iniciaron una huelga de hambre como medida de presión sobre las autoridades egipcias.
NUEVATRIBUNA.ES - 30.12.2009

La entrada a Gaza desde Egipto tiene un único acceso, el paso de Rafah, que está cerrado desde el año 2007, el gobierno egipcio sólo permite la apertura del paso por razones humanitarias. Varias integrantes de un grupo de activistas conocido como “Las Abuelas” iniciaron una huelga de hambre como medida de presión sobre las autoridades egipcias. "Nunca lo hice en el pasado, no sé cómo mi cuerpo va a reaccionar" dijo Hedy Epstein de 85 años sobre las consecuencias que esta huelga puede acarrear a su salud.

Hedy es una judía que reivindica los derechos del pueblo palestino, una militante de la paz que pertenece a un grupo conocido como “Las Abuelas”, una mujer que sólo pretendía entrar en Gaza para entregar material escolar y decirle al pueblo palestino que no está solo y para expresar desde allí su condena al bloqueo israelí además de participar en una marcha solidaria prevista para el próximo día 31. La decisión del gobierno egipcio de no permitir la llegada de los activistas a Gaza condujo a Hedy a tomar la decisión de iniciar la huelga, una medida de presión que también va a llevar a cabo la catalana Teresa Sala.

Hedy Epstein, una conocida activista de la paz y la justicia social nacida en Alemania, es una superviviente del holocausto nazi cuyos padres murieron en Auschwitz en 1942; cuando tenía 14 años fue trasladada junto con otros niños judíos en una caravana de evacuación infantil que tenía como destino final Londres; en 1945 se instaló en EEUU y ese mismo año volvió a Alemania enviada por el Gobierno estadounidense como integrante de la Unidad de Censura Civil de los Estados Unidos; llegó a ser analista de investigación de los juicios de Nüremberg contra los médicos nazis que realizaron experimentos médicos con los detenidos en los campos de concentración.

La Marcha por la Libertad de Gaza es una iniciativa de paz en el primer aniversario del ataque israelí de 2008, una guerra que duró 22 días en la que Israel destruyó la infraestructura de Gaza y que provocó el agravamiento del bloqueo que el gobierno israelí hacía iniciado en el 2007; las cifras del resultado de aquella ofensiva son elocuentes: 1.450 palestinos muertos, entre ellos 439 menores de 16 años y 127 mujeres. Las víctimas israelíes se redujeron a 13, 4 civiles y 9 soldados.

Hedy, sentada frente a la sede de la ONU en El Cairo, dijo que durante la mayor parte de su vida luchó por los derechos humanos y civiles pero que hay momentos en la vida en los que hay que dar un paso más, ella lo define como un “paso extraordinario” y que ese paso implica que lleve a cabo una huelga de hambre.

Un viaje realizado en el año 2003, el primero de los cinco que ha realizado hasta la actualidad, cambió la percepción que tenía de lo que estaba ocurriendo en la Franja de Gaza y desde ese momento no ceja en el empeño de difundir la realidad palestina: “He vuelto porque es lo que tengo que hacer; ser testigo y hacer saber a los palestinos que hay algunas personas lo suficientemente preocupadas como para volver y estar a su lado en la lucha contra la ocupación israelí. Los palestinos me han pedido que cuando vuelva a casa le cuente al pueblo estadounidense lo que he visto y experimentado, porque el pueblo estadounidense no sabe lo que está ocurriendo debido a que los medios de comunicación no les informan. Me comprometí a hacerlo y he aprovechado todas las oportunidades que he tenido de honrar este compromiso”.

“Como estadounidense, soy una privilegiada. Soy muy consciente de ello y no me siento cómoda de llevar esa capa, especialmente cuando estoy en Palestina, consciente de que puedo ir ahí y marcharme cuando yo quiera, un privilegio que se les niega a los palestinos. Ellos tienen enormes dificultades para moverse de un sitio a otro, están restringidos por controles de carretera, check points, el encarcelador muro de 8 metros de altura, se lo impiden jóvenes soldados israelíes que deciden quién puede pasar y quién no; quién puede ir al hospital, a trabajar, a visitar a la familia y a los amigos. He visto enormes colas de palestinos en el checkpoint de Belén. Hablé con un hombre de 41 años que me dijo que trabajaba tres días a la semana; para llegar a tiempo al trabajo, se levanta a las 2:30 A.M. y llega al checkpoint a las 3:15 A.M. para esperar en cola, una larga cola, junto con muchos otros a que el checkpoint abra sobre las 5:30 A.M. Tienen que llegar tan pronto porque hay mucha gente haciendo cola. A veces los soldados israelíes no dejan pasar a nadie. Le gustaría trabajar a tiempo completo, pero no hay trabajo en Belén. En cada una de mis cinco visitas estuve un tiempo en Jerusalén. He sido dolorosamente consciente de cómo sus dimensiones y sus límites tienen que ver cada vez menos con los parámetros de la ciudad histórica”.

Pilar Rego - Educadora Social.

Hedy Epstein, el paso de Rafah y la Franja de Gaza
Comentarios