miércoles. 17.04.2024

Hay que movilizarse en defensa de la Sanidad Pública

Estamos viviendo un momento crítico para la sanidad Pública madrileña que se concreta en el proyecto de presupuesto de 2013 que avanza hacia el desmantelamiento del sistema sanitario público en Madrid.

Estamos viviendo un momento crítico para la sanidad Pública madrileña que se concreta en el proyecto de presupuesto de 2013 que avanza hacia el desmantelamiento del sistema sanitario público en Madrid.

La Comunidad de Madrid no tiene un elevado gasto sanitario, sino que por el contrario es una de las comunidades autónomas que menos dinero dedica a la Sanidad (en 2012, 140 euros por persona y año menos que la media: 910 millones euros menos de lo que le correspondería si el presupuesto por persona se hubiese situado el  promedio), además de haber sucedido lo mismo desde 2001, con lo que la sanidad madrileña esta crónicamente descapitalizada

El proceso de privatizaciones, iniciado desde las transferencias lentamente, y que se concreto aún mas en los nuevos hospitales privados y semiprivados (hospitales PFI y concesiones administrativas) ha disminuido todavía mas los recursos de la Sanidad Pública, porque estos centros cuestan a los madrileños entre 7 y 8 veces más que los de gestión tradicional (probablemente aún más porque desde la Consejería se les hacen “regalos económicos” sin publicidad ni control)  y su sobrecoste sale de los presupuestos de los centros públicos que han visto disminuir sus fondos en el 11% en los dos últimos años. Algo parecido pasa con la Atención Primaria en la que también se han producido serios recortes.

Los objetivos de ahorro indiscriminado que se proponen desde la Consejería solo van a provocar mayores problemas a los centros y a la postre un deterioro de la atención sanitaria. Las medidas que se propone adoptar la Consejería son lesivas para el funcionamiento de la Sanidad madrileña:

• La privatización de la atención sanitaria de seis hospitales, que pasarán a ser totalmente privados, saldrá finalmente más cara y empobrecerá los servicios (menos personal, menos capacidad resolutiva de los centros, etc.) que prestan. Las cifras que da la Consejería son pura y simplemente mentiras.

• Las concesiones de 27 centros de salud ampliarán la privatización del Sistema, no se ha demostrado que sean más eficientes ni eficaces y permitirán introducir la privatización y los intereses comerciales en esta pieza básica del sistema sanitario.

• La previsión es que se privaticen los centros de especialidades y los centros de salud de las zonas que atienden estos hospitales, aumentando aún más la privatización.

• La externalización y privatización de los servicios no sanitarios no ha conseguido una mejora en su funcionamiento, todo lo contrario, y sí unos mayores costes.

• La conversión del hospital de La Princesa en un macrogeriátrico es una barbaridad desde el punto de vista sanitario y asistencial y supone perder recursos profesionales de calidad e infraestructuras de elevado coste, cerrar servicios de referencia y en suma solo tiene el objetivo de favorecer la demanda de los hospitales privados. Lo mismo puede decirse de las propuestas sobre el Carlos III y el Instituto de Cardiología. Solo si se cierran o se privatizan los centros públicos de referencia se podrá garantizar el negocio de los privados, y eso es lo que se pretende.

• No es cierto que los copagos y menos aún la implantación del euro por receta vayan a mejorar la prestación farmacéutica, más bien la empeorará porque las personas con pocos recursos no podrán comprar los medicamentos recetados  y se producirán numerosos casos de incumplimiento terapéutico con las complicaciones que conlleva y los costes que se producirán por el agravamiento de sus enfermedades.

• La retirada de las prolongaciones de servicio activo a los mayores de 65 años, solo tiene como objetivo la reducción indiscriminada de personal, porque es bien conocido que el Gobierno ha establecido que solo se cubran el 10% de las jubilaciones. Se trata de un ERE encubierto que se suma a los que se harán en los centros privatizados.

• La concentración de los laboratorios es solo el primer paso para su privatización. Los hospitales PFI y su zona ya dependen de un macrolaboratorio privado, y algo parecido puede decirse de lo que denomina eufemísticamente “concentración de la complejidad” que en su vertiente positiva ya esta funcionando con los servicios de referencia.

• Los trabajadores sanitarios van a sufrir especialmente este proceso privatizador porque muchos perderán sus empleos, y todo empeorarán sus condiciones laborales y profesionales, lo que a la postre repercutirá en un empeoramiento de la calidad asistencial

Por todo ello, tenemos que tener claro que estas propuestas no garantizan la sostenibilidad, no van a ahorrar significativamente, y desde luego va a empeorar el funcionamiento del sistema sanitario de Madrid. Su único objetivo es privatizarlo y realizar una transferencia de fondos desde el bolsillo de los ciudadanos y los profesionales a las empresas privadas.

No podemos dejar que suceda. Tenemos que movilizarnos de manera unitaria para defender la Sanidad pública, universal y de calidad, que es la garantía del derecho constitucional a la protección de la salud. Hay que sumarse masivamente a las huelgas, manifestaciones, concentraciones y encierros convocados.

Todos y todas debemos movilizarnos por la Sanidad Publica. No permitamos ni una sola privatización. La salud de las personas tiene que estar por delante de los beneficios de las empresas, la salud no se vende, se defiende.

Artículo firmado por: Marciano Sánchez Bayle, Araceli Ortiz Arteaga y Sergio Fernández Ruiz pertenecen a la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid

Hay que movilizarse en defensa de la Sanidad Pública