sábado. 20.04.2024

Garzón con una linterna

NUEVATRIBUNA.ES - 24.6.2009En el momento de escribir estas líneas, aún no hace ni 48 horas que el juez de la Audiencia Nacional estaba rodeado de policías procediendo al registro de la guarida de los últimos etarras detenidos, armado con una linterna que sujetaba con los pulcros guantes de goma de CSI. Lo contó la radio y a mi se me escapó una sonrisa al visualizar mentalmente la imagen.
NUEVATRIBUNA.ES - 24.6.2009

En el momento de escribir estas líneas, aún no hace ni 48 horas que el juez de la Audiencia Nacional estaba rodeado de policías procediendo al registro de la guarida de los últimos etarras detenidos, armado con una linterna que sujetaba con los pulcros guantes de goma de CSI. Lo contó la radio y a mi se me escapó una sonrisa al visualizar mentalmente la imagen.

A Garzón se le pueden reprochar muchas cosas (lo han hecho incluso algunos compañeros suyos de carrera: que si tiene demasiado afán de protagonismo, que si se extralimita en sus atribuciones, que si se precipita al poner en marcha operaciones que luego quedan en nada, que si la instrucción de sus casos carece de la necesaria solidez por la multiplicidad de causas en las que se embarca...) pero nadie puede negarle un espíritu emprendedor que ha "iluminado" rincones de nuestra historia que hasta que él llegó permanecían ocultos en la más tétrica oscuridad.

Gracias a sus intrépidas decisiones, recordamos los horrendos crímenes de Pinochet lustros después de que se cometieran y cuando la mente enferma del propio dictador ya casi los había olvidado, desempolvamos las atrocidades contra los presos de Guantánamo, sembrando la inquietud en la Administración estadounidense, y desenterramos unos cuantos huesos que demostraban que en este país no sólo hubo héroes y mártires en una de las dos mitades en las que quedó partido hace más de setenta años.

¿Que Garzón no ha podido seguir adelante con la investigación de los crímenes del franquismo? Mal asunto. Mientras estuvo al frente no pasaba un sólo día sin que se hablara de la Memoria Histórica. Y eso ya es una reparación, pequeña pero importante, para las víctimas y sus familias. Ahora que la apertura de fosas depende de los juzgados territoriales, hemos regresado a las tinieblas de la "desmemoria histórica".

Pero hete aquí que para sacudirnos el sopor tenemos a una serie de asociaciones empeñadas en llevar al juez ante la Justicia mediante una sucesión de querellas que nos muestran la proliferación de monstruos / fascistas que caminan junto a nosotros. Acusan a Garzón de prevaricar por una serie de cuestiones que nada tienen que ver con lo esencial: que los crímenes se cometieron y que los responsables nunca han respondido por ellos. Probablemente piensen que si logran su condena habrán conseguido el doble objetivo de desacreditar al juez y a las causas que él defiende.

Yo dudo que consigan convencer de algo a alguien que no esté convencido de antemano, que ya esté de su parte. Aunque quizá no les falte algo de razón en lo de que debemos mirar más hacia el futuro y no tanto hacia el pasado. Y con esa mirada es con la que hay que echar un vistazo a los idearios de las susodichas asociaciones. Son todo un manual para la ultraderecha que, como primera medida, aspira a liquidar el sistema del que también forman parte los jueces.

"Libertad e identidad", la autora de la última querella contra Garzón, dice en su carta de presentación que "la Justicia, el sistema judicial, desciende a cotas de inoperancia e impudicia irritantes, sembrando el germen de las peores injusticias". ¿Se han fijado en que cuanto más se critica y desacredita a una institución más se la pretende utilizar para los propios fines? Por malo que parezca tiene una ventaja: para servirse de los instrumentos que tanto desprecian, los "monstruos" no tienen más remedio que revelar su presencia. Por residuales que puedan parecernos, seamos conscientes de que están ahí, acechando y esperando su momento. Parece que Garzón nos ilumina hasta cuando no se lo propone.

Garzón con una linterna
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