viernes. 19.04.2024

Ganar la guerra sin tomar la plaza

Domingo. Cuatro de la tarde. El presidente de la 9ª Asamblea de IUCM, Carlos Gutiérrez, anuncia los resultados: 404 votos para la lista del cambio impulsada por la mayoría política; 290 para la lista apadrinada por el núcleo duro de la dirección federal; y 97 votos para la lista del llamado frente amplio, una marca blanca del equipo de Olimpo (sede federal).

Domingo. Cuatro de la tarde. El presidente de la 9ª Asamblea de IUCM, Carlos Gutiérrez, anuncia los resultados: 404 votos para la lista del cambio impulsada por la mayoría política; 290 para la lista apadrinada por el núcleo duro de la dirección federal; y 97 votos para la lista del llamado frente amplio, una marca blanca del equipo de Olimpo (sede federal). Se había venido abajo la operación podemos, y con ella una bastarda estrategia de movimentismo retórico que habría llevado IU al callejón del esperpento. Afortunadamente, quedan fuerzas en IUCM, ahora lideradas por Eddy Sánchez, el nuevo coordinador, que no necesitan inaugurar cementerios para avanzar hacia el cambio, recuperando iniciativa política, pulso social y  renovación de una formación empeñada en hacer compatible la alternativa de movilización y de gobierno.

Hace tiempo que arreciaba el temporal en IUCM. El proceso de cambio real gestado a través de un diálogo multipolar en el interior de la organización, del que formaban parte ideas y personas de procedencia diversa,  pero animadas por la necesidad de situar a IU en el corazón mismo del conflicto social y dispuesta a poner al día sus credenciales para gobernar, coincidió con una guerra sin cuartel del aparato federal, con parte de sus miembros actuando como agentes activos de la rebelión. En los últimos meses, se había sumado a la causa la llamada tercera lista, una suerte de cascos azules en escena, pero con su pequeña infantería integrada en el comando de ataque al viejo régimen, como ellos lo llamaban. Todo parecía hecho. Dos listas contra una ganarían la partida. Incluso el diputado Garzón les apoyaba. Pero quisieron ganar la guerra sin tomar la plaza. Y allí, ha habido, hay y habrá militancia suficiente para vencer asonadas y construir el proyecto de cambio que IUCM necesita con urgencia.

La asamblea

En su composición, la asamblea repetía agrupamientos históricos de delegaciones locales y sectoriales con decidida voluntad de llevar la propuesta política a la calle y a las instituciones, mientras en los distritos de la capital veteranos militantes de la organización bendecían a nuevas generaciones, que creo tienen de política joven poco más que la edad. Picasso decía que para ser joven se necesita mucho tiempo. Lo peor de todo es que el discurso de este sector de la organización nos conduce  directamente a una gigantesca ciudad de jubilados de la política, solo apta para ideología de mercadillo y formación de monitores del “poder popular”. Sorprendentemente, esta coalición de indignados en el interior de IUCM ha encontrado apoyo, alimento e incluso liderazgo, en un importante sector de la dirección federal con el secretario de Organización al frente. Algunos de ellos participaron activamente como delegados y no dudaron después de alguna votación ganada en exhibir su arrebatador entusiasmo gritando a coro “sí se puede”. Pena la suya. Les unía un trascendente reto: acabar con Ángel Pérez. Sin duda, un objetivo de altos vuelos, que dice mucho (o poco) de estos estrategas de la liquidación. Hizo bien Eddy Sánchez en reivindicar la IUCM de todos los coordinadores habidos desde su constitución porque es, a partir de ahí, como pueden activarse nuevos tiempos viables y con todas las garantías. Por cierto, deberían tomar buena nota los predicadores de la renovación para aplicarse el cuento con la misma determinación que lo ha hecho Pérez, fuera de todos los órganos de dirección por decisión propia.

En el capítulo del debate político, lo más relevante está en la ponencia aprobada por amplia mayoría, en la que se resumen los ejes básicos de análisis, programa y objetivos para la intervención de IUCM en la sociedad y las instituciones. Un análisis centrado en la economía madrileña y su modelo productivo y en el creciente deterioro de los servicios públicos y las políticas sociales, que ha hecho de la comunidad de Madrid la avanzadilla del neoliberalismo más agresivo, lo que convierte la defensa del Estado de bienestar en una prioridad esencial del discurso político de Izquierda Unida.

La clausura

Los miembros electos (100) al Consejo Político Regional en reunión de urgencia eligieron al nuevo coordinador. La candidata del llamado frente amplio derrotada por los votos -tuvo el 12%- que nos arrojó su sinceridad unos minutos antes a todos, diciendo que ella siempre había ido con la verdad por delante como aspirante a la coordinación general -algo rotundamente falso; en las reuniones de su grupo nunca lo anunció-, se quedó con la miel en los labios y se abstuvo en la elección del nuevo coordinador. Los genuinos representantes de la candidatura del aparato federal únicamente pudieron desmentirse a sí mismos, y demostrar malas artes tan solo una hora después de ofrecer lealtad a borbotones, cuando presentaron su candidatura “para ganar”. Votaron en contra sin presentar candidato/a alternativa.

Con los votos de los 51 representantes de la candidatura que encabezaba fue elegido nuevo coordinador general de IUCM, Eddy Sánchez, que en su discurso de clausura habló de gestionar con responsabilidad la nueva etapa que se abre en Madrid, reiteró la importancia de la movilización social y democrática contra los recortes y emplazó a la afiliación para que la agenda política de toda IUCM incluya una tarea por encima de otras: derrotar social, política y electoralmente al PP.  Todo, sabores y sinsabores, mereció la pena.

Ganar la guerra sin tomar la plaza