viernes. 26.04.2024

Flores blancas para Japón

Esta vez hemos visto las furias desatadas de la naturaleza. La fuerza telúrica de la tierra y la fuerza imparable y destructora del agua. Esta vez no hemos visto sus geishas, ni sus cerezos en flor, ni la caída de miles de pétalos blancos, simulando una nieve en primavera.

Esta vez hemos visto las furias desatadas de la naturaleza. La fuerza telúrica de la tierra y la fuerza imparable y destructora del agua. Esta vez no hemos visto sus geishas, ni sus cerezos en flor, ni la caída de miles de pétalos blancos, simulando una nieve en primavera.

Esta vez hemos visto el civismo de sus gentes, y son más de 127 millones de seres humanos, les hemos visto vagar por lugares devastados, les hemos visto protegerse de nuevas replicas de terremoto, en la capital, hemos visto como eran desalojados de los lugares próximos a las centrales nucleares. Hemos visto casi todo lo que ha sucedido en las grandes islas, o en la gran isla, pero no hemos visto lo que ha sucedido en sus 6.848 islas menores. Para ellos nuestras flores blancas y nuestros pensamientos.

También hemos visto como la naturaleza ha puesto a la ciencia en su sitio. Hemos visto como las centrales nucleares más seguras del mundo han fallado; como todas las medidas de seguridad han sido burladas; hemos vivido, y viviremos horas de angustia, temiendo una fuga de radiactividad. Japón cuenta con 58 reactores nucleares.

Hoy mismo el Pentágono informa que 17 militares que participan en las labores de asistencia en Japón han dado positivo, a "bajos niveles" de radiactividad y ha ordenado alejar, temporalmente, de la costa japonesa los barcos de la Séptima Flota, con base en Yokosuka. Mientras, Bruselas debate la seguridad de sus instalaciones nucleares europeas, la canciller Ángela Merkel, aprueba una moratoria y aplaza por tres meses la prolongación de la vida útil de la centrales nucleares del país; y en España, el PP mantiene su línea pronuclear pero suaviza su entusiasmo, mientras que el PSOE declina discutir el tema nuclear en estos momentos. Conviene recordar que hace apenas un mes, el Gobierno selló un pacto los principales partidos de la oposición para prorrogar la vida de estas instalaciones más allá de 40 años.

¿Cuántos avisos más necesitaremos? Japón cumplía todas las medidas de seguridad. Ese terremoto en cualquier otro lugar del mundo hubiera sido mucho más destructivo. Las centrales nucleares europeas no podrían soportar la furia desatada en Japón. Y sin embargo, las centrales nucleares japonesas tiene fugas, y esas fugas, matan. El mundo debe aprender la lección y saber que donde hay una central nuclear es imposible garantizar la seguridad.

Ojala podamos ver dentro de pocos días como los cerezos florecen en Japón y sus gentes celebran la primavera y despiden a sus muertos. Unos muertos que eternamente nos recordarán la debilidad ante la naturaleza y la sinrazón ante la energía nuclear. Para ellos nuestras flores blancas.

Flores blancas para Japón
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