jueves. 25.04.2024

Feijoo probó en Galicia las recetas de Rajoy

Galicia, desde la llegada de Feijoo al gobierno de la Xunta, ha sido el banco de pruebas de las políticas y de las maneras del PP. Para aplicarlas en el conjunto del Estado Rajoy se ha llevado algunos elementos claramente representativos entre los que destacan Marta Fernández Currás, ex Conselleira de Facenda, que ocupa la secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos y a Pilar Farjas, ex conselleira de Sanidade, que pasó a la secretaria general de Sanidad.

Galicia, desde la llegada de Feijoo al gobierno de la Xunta, ha sido el banco de pruebas de las políticas y de las maneras del PP. Para aplicarlas en el conjunto del Estado Rajoy se ha llevado algunos elementos claramente representativos entre los que destacan Marta Fernández Currás, ex Conselleira de Facenda, que ocupa la secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos y a Pilar Farjas, ex conselleira de Sanidade, que pasó a la secretaria general de Sanidad.

La actuación de Fernández Currás en Galicia destaca por la falta de rigor presupuestario. El marco dibujado de evolución del empleo en los presupuestos de 2012, no era en absoluto creíble cuando aún no se conocían los datos de los dos últimos trimestres de 2011. En octubre del año pasado estimó que la tasa media de paro para 2011 estaría situada en el 16,6% y en 2012 disminuiría dos décimas, hasta el 16,4%. El empleo disminuiría en un 1,5% en 2011 y aumentaría un 0,2% en 2012. La tasa prevista de paro ya era errónea simplemente traduciendo la disminución de ocupados en parados. La tasa de paro final en 2011 ha sido el 17,4%, casi un punto más de la prevista. Los presupuestos del Estado de este año empiezan con el mismo pie. Prevén una pérdida de empleos de 631.100 cuando la EPA ya ha dado en el primer trimestre una pérdida anual de 718.500 y todas las medidas que están tomando tienden a aumentar la destrucción de empleo.

A su falta de rigor hay que añadirle una falta de escrúpulos contables. El ejercicio presupuestario de Galicia en 2011 no se cerró en diciembre, ni tampoco en noviembre ni en octubre. Fue por medio de una Orden firmada el 29 de septiembre por Marta Fernández Currás. Este cierre previsiblemente ha enviado al ejercicio de 2012 gastos realizados en 2011 y no contabilizados. Ello supone que la cifra de déficit de Galicia del 1,61% de su PIB no sea creíble. En marzo Feijoo se pavoneó de haber pagado 1.500 millones en enero y febrero como pagos pendientes a los proveedores del ejercicio anterior. En el Parlamento se le han pedido estas facturas y no las ha entregado todavía, ni previsiblemente lo hará. Esta cantidad supone el 2,56% del PIB gallego. Habrá que ver qué facturas estaban contabilizadas en 2011 y cuáles no. El déficit real podría oscilar entre el 1,61% declarado y el 4,17%, aunque el contable sea el que dice. Estas prácticas generan mucha más desconfianza que el propio gasto contabilizado correctamente. Pero Feijoo necesitaba aparecer como “el mejor” y nunca ha reparado en medios para hacerlo. Este “jueguecito contable” explica que la Xunta de Galicia sea la única comunidad de régimen común que no se acogerá al plan de Hacienda para pagar a sus proveedores. Se le vería el plumero. Hay que estar atentos porque Rajoy en este año o el siguiente puede disminuir el déficit “a lo Currás” y las consecuencias serían muy graves

Farjas destaca por su fundamentalismo religioso que quiere trasladar al conjunto de la sociedad de lo que es una muestra visible su posición sobre el aborto y por su neoliberalismo más exacerbado. En Galicia el deterioro de la sanidad pública ha sido notorio y continúa de forma acelerada. Botones de muestra hay abundantes, basta con decir que en el último año la lista de espera de radioterapia aumentó un 154%. Su posición de negar el carácter universal de la sanidad que ahora vemos con los inmigrantes, en Galicia lo aplicó a los parados que no percibiesen prestaciones. De la noche a la mañana desaparecían de los cupos de sus médicos de cabecera y no podían pedir cita porque no tenían médico asignado. Debían iniciar el trámite para incluirse en la cartilla de otra persona de su unidad familiar o declararse indigentes, como ahora pasará con los jóvenes mayores de 26 años que no hayan trabajado. Mientras no se produjera esa “solución administrativa” estaban sin atención primaria. Esta medida no supone en realidad ahorro económico alguno, más bien un aumento de gastos. Los gastos de personal ya están fijados y los cupos de pacientes, también. Toda persona desempleada estará en su propio cupo o incluido en el de un familiar, salvo el período de tramitación. Ello implica un cambio de asignación de médico del que ella tenía, al del titular de la cartilla en la que se incorpora. Este cambio implica que su “nuevo” médico deberá estudiar su historial para poder continuar con la atención que se le dispensaba. Obviamente más tiempo de consulta por unos meses y, por lo tanto, más gasto o peor atención.

Lo importante de esa medida es la negación del carácter de derecho universal de la atención sanitaria; su vinculación a procedimientos de alta administrativa en una actividad económica, entre las que se incluye las labores del hogar o ser pensionista.

Todo esto se junta con un desprecio absoluto por la veracidad de las estadísticas y registros oficiales. Como muestra es significativa la manipulación de las estadísticas de paro registrado. En Galicia se ha estado poniendo una clave a determinados colectivos que se incluían en un programa de inserción para jóvenes y parados de larga duración que no habían recibido servicios. Este programa consistía en una cita para orientación, nada más. A quienes tenían esta clave, solo existente en Galicia, se les transformaba para su envío al Estado como si estuvieran haciendo cursos de formación. Todos aquellos que eran de primer empleo, desaparecían del cómputo del paro registrado. Mienten diciendo que personas citadas para orientación están suspendidas por realizar cursos de formación. Todo les da igual con tal de que los datos dejen en buen lugar a Feijoo.

Este engaño estadístico, comprobado en un 98% de los casos (un 1% estaba de baja y el otro 1% tenía ya levantada la suspensión), le ha permitido hacer aparecer la evolución del paro registrado similar a la media estatal, cuando la evolución de la afiliación no era así. Se da la paradoja que mientras el paro registrado de los jóvenes menores de 30 años (colectivo al que principalmente se le ha aplicado esa doble clave) ha disminuido en el cuarto trimestre de 2011 en relación con 2009 un 2,23%, hay 1.154 jóvenes parados menos, la afiliación disminuyó en un 20,4%, también hay menos afiliados, 35.575 jóvenes afiliados menos. Esto solo se puede explicar con una guerra: los jóvenes gallegos han ido a la guerra y desaparecieron 36.730.

Ya vemos el rigor en las previsiones presupuestarias en ambos casos, la no consideración de la sanidad como derecho universal. Pronto veremos triquiñuelas contables, manipulaciones estadísticas y otras lindezas que sufrimos en el antecedente de una política nefasta que cada vez nos encierra más en un callejón sin salida. Tres años de Feijoo sirvieron para que Galicia pasara de tener un saldo de empleo favorable en relación con la media del Estado (Galicia perdía un 4,4% de afiliados frente al 6,5% de media) a la situación actual en la que Galicia pierde el 3,9% frente al 2,8% de la media estatal. ¿Cuatro años de Rajoy a dónde nos van a llevar?

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