viernes. 26.04.2024

Europa juega con fuego

La política que lleva imponiendo la canciller alemana durante los dos últimos años, tiene tan soliviantada a la población, que hoy, la gran idea y proyecto de la Unión Europea, si hubiera de pasar por el veredicto de las urnas, mucho me temo que no sería capaz de superar el 20/25% de aceptación. Y esto, con ser grave e importante, no me parece lo peor.

La política que lleva imponiendo la canciller alemana durante los dos últimos años, tiene tan soliviantada a la población, que hoy, la gran idea y proyecto de la Unión Europea, si hubiera de pasar por el veredicto de las urnas, mucho me temo que no sería capaz de superar el 20/25% de aceptación. Y esto, con ser grave e importante, no me parece lo peor.

Al fin y al cabo sería un pésimo resultado, en un momento puntual de la mayor crisis, de ideas y económica, que se recuerda desde la configuración de la Unión Europea.

Lo que me preocupa más, bastante más y me parece mucho más grave, es el “alimento ideológico” que ésta inútil “casta política” que dirige los destinos europeos, está regalando a la extrema derecha en forma de racismo, xenofobia, y de ése sálvese quien pueda que están imponiendo en contra de lo que ha sido siempre el santo y seña de identidad en la Unión Europea: la solidaridad. Con el correspondiente caldo de cultivo que representa semejante proceder para los extremismos de todo pelaje.

Y es que, la política está tan desprestigiada que todos los disparates que se sueltan “contra los políticos” tienen premio.

Y por si faltaba algo, en este panorama confuso y en ebullición, los parlamentos están comenzando a poblarse de segmentos variopintos y de formaciones de extrema derecha. Grecia es un claro aviso pero no el único. Lo mismo acaba de ocurrir en Italia con las recientes elecciones municipales…

A la par de todo ello y desde hace ya bastantes años, debido a la llegada a la política de todo tipo de arribistas y oportunistas sin escrúpulos ni ética, el noble esfuerzo de la dedicación a los demás a través de la política, ha caído al subsuelo de la valoración de la sociedad que solo ve en quienes se dedican a ello corruptos o “aprovechateguis”. Así que cualquier disparate contra los políticos, en general, encuentra rápidamente eco y acomodo. Y esto si que me parece un gran problema de nuestra sociedad en el momento actual. Porque de éste punto, a aplaudir a cualquier “mesías de turno”…, hay un escaso camino, como acabamos de ver en las recientes elecciones francesas (más del 20% en barrios obreros para la extrema derecha de Le Pen). O en Grecia, donde otro grupo nazi acaba de irrumpir con fuerza en el Parlamento Griego…

La política, como la entendemos muchos, como una parte inherente del compromiso social de las personas, como una forma de servicio a los demás y un modo de luchar por la conquista de una mayor justicia social y por el afianzamiento de las libertades, que pareciera que está en desuso, siempre va a necesitar de personas desinteresadas que quieran dedicar una parte de su vida a la defensa de la democracia. La política como compromiso y servicio a los demás, siempre va a necesitar de personas que defiendan políticas de igualdad, y que defiendan las libertades como principio democrático irrenunciable. Siempre va a necesitar de hombres y mujeres que se esfuercen por ejercer la solidaridad entre personas, pueblos y estados.

Por eso, el principal objetivo hoy con la que está cayendo, es y debiera ser distinguir el grano de la paja, separar a los corruptos de los honestos (sin contemplaciones y sin miramientos de si pertenece o no al partido propio) y no dar pábulo a cantos de sirena que buscan destruir el sistema democrático. Y desde luego, volver a predicar con el ejemplo: la austeridad, la honestidad, el esfuerzo, el trabajo y la dedicación… En el ejercicio de la política de representación institucional, deben volver a ser las cualidades que den brillo a quienes, por un tiempo determinado, quieran ejercer en la política representativa.

Hay mucho trabajo por hacer y los partidos, especialmente la izquierda que es de quien se espera otra actitud, van muy tarde.

Con este tema, frivolidades ninguna.

Europa juega con fuego
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