viernes. 19.04.2024

Este ciclo no está consolidado

Es tiempo de grandes palabras y de escasa determinación. En la izquierda es “todo muy paranormal”. Escuchamos y leemos reflexiones sobre los fenómenos profundos que recorren nuestra sociedad. Se debate sobre si la hegemonía se juega en el centro o en otros lugares.

Es tiempo de grandes palabras y de escasa determinación. En la izquierda es “todo muy paranormal”. Escuchamos y leemos reflexiones sobre los fenómenos profundos que recorren nuestra sociedad. Se debate sobre si la hegemonía se juega en el centro o en otros lugares. En cambio otros se consideran poseídos de verdad absoluta en la hora de la revolución, desde un “populismo y sobre categorías intangibles, mientras se escapan de las manos las propuestas que mejor nos vinculan a los ciudadanos”, escribían hace pocos días L.M. González y Dani Morcillo, con mucha inteligencia. Estamos ante transmutaciones, humos y cenizas, y lo “nuevo”, siempre lo “nuevo” como categoría, casi mitológica, nuevo relato, nuevo discurso, nuevos sujetos. Escudos verbales de todos nosotros que esconden la impotencia en unos tiempos oscuros.

Quiero ver luces y las hay. Existen experiencias ciudadanas muy potentes, desde la resistencia y las reacciones conservacionistas de lo que poseíamos de Estado de Bienestar, con un nivel de desafección alto sobre lo que fue el Pacto Social de la Transición Democrática. Veo luces en el sindicalismo de clase de CC.OO. y UGT, que desde un modelo muy tradicional de organización están sabiendo conectar con las cosas que se mueven y que dotan a las reivindicaciones y las propuestas de una sensatez que muchas veces no tienen desde otros movimientos o grupos políticos. Existen sectores de IU que, aún mantienen, frente a la IU-PCE oficial, un discurso unitario y racional y no la propuesta del “futuro desde las cenizas”. En ese espacio ya muy minoritario en IU se encuentra Izquierda Abierta y Federaciones como IU de la Comunidad de Madrid y su nuevo coordinador general Eddy Sánchez que comienza su andadura al frente de la Federación de Izquierdas con un debate sobre la reforma de la política y la Primarias Ciudadanas, presentándose abierto a propuestas que generen cambios reales en la Comunidad de Madrid. No como Cayo Lara con una propuesta mesiánica “venid todos a IU”, “nosotros somos la solución”, “IU es la Syriza española”, toma ya.

Veo luces en proyectos políticos novedosos, con raíces profundas y una frescura muy conveniente, frente a los viejos partidos, que se están identificando más y mejor con todo lo que se está moviendo en la sociedad. Es el Compromis del Pais Valencià, es el Bloc de Baleares, con una estimable presencia electoral. Equo dentro de las dificultades de un nuevo espacio electoral estatal ha innovado muchos métodos y ha puesto la variable medioambiental y de libertades en unos tiempos donde sólo parecía que se puede hablar de economía. Equo que ha llegado para quedarse en la política española.

Veo sectores del PSOE que no se resignan, ni son conformistas y que no creen que con esperar se regresará a unos tiempos mejores, si no que hay que actuar, abrirse y recuperar, con muchos otros, y con modelos nuevos, una mayoría social y electoral.

Pero todo eso no es suficiente. El tiempo comienza a apremiar, porque la destrucción de lo conseguido con tanto esfuerzo y lucha es tan rápido y demoledor que es urgente recuperar y reconstruir mayorías políticas y electorales alternativas.

Ya no hay pasado al que regresar, pero no hay futuro desde las cenizas. Por eso debemos hacernos esta pregunta: ¿Cómo ganar a la derecha y construir una mayoría social y electoral progresista? La respuesta consiste en decir la verdad. Liderazgo. Realismo. Ruptura.

Palabras, palabras, palabras, decía la canción. Por eso es necesaria e imprescindible la participación y decisión social que implican nuevos métodos como las elecciones primarias abiertas a la ciudadanía. Debemos explicar que los tiempos van a ser muy difíciles y complicados pero que cualquier alternativa debe poner en primer lugar la justicia social y el empleo. La derecha ha roto el consenso de la Transición Democrática, por lo tanto cualquier propuestas alternativa creíble debe poner en primer término la creación de un nuevo acuerdo con unas reglas de juego nuevas, una reforma constitucional, de ruptura democrática, que asegure las políticas sociales, los nuevos modelos de participación democrática y ciudadana.

Y que el conjunto de la Izquierda no descarte nada de nada. Comenzando por priorizar la recuperación de mayorías sociales y electorales y no la comodidad conservadora de mantener las miserias partidistas.

Este ciclo no está consolidado