viernes. 19.04.2024

Esperanza democrática sin partidismos

Cada vez más se generaliza la conclusión de que el poder político se ha revelado completamente inútil para proteger y mejorar las condiciones de vida en términos de salud, educación...

Tres regidores con diferentes ideologías: Eduardo Contreras (PP) Molina de Segura; Anne Hidalgo (Partido Socialista) París, y Bill de Blasio (Demócrata) Nueva York han coincidido en que lo importante es plasmar en realidades lo que los ciudadanos sienten como prioritario

Cada vez más se generaliza la conclusión de que el poder político se ha revelado completamente inútil para proteger y mejorar las condiciones de vida en términos de salud, educación, vivienda, trabajo y servicios públicos, lo que se ha traducido en la desafección creciente del sistema de partidos, debido a la complicidad de éstos con intereses económicos privados y a la adopción de políticas regresivas en lo político, social y ambiental. Es una crítica que está en las encuestas de opinión y el reto es cómo reaccionar ante esa realidad que reivindica nuevas formas de hacer política. Una propuesta de regeneración, que se está abriendo camino como nueva esperanza democrática, es la participación ciudadana.

Entre los miles de proyectos existentes en todo el mundo (más de un centenar en España) a modo de ejemplo traigo a colación los de Molina de Segura, París y Nueva York. La primera por proximidad y las otras dos por lo que representan en el mundo.  En París se van a destinar 20 millones de euros, un 5% del presupuesto, para que los ciudadanos sean quienes decidan en qué es prioritario emplear ese dinero; en Nueva York, 25 millones de dólares y en Molina de Segura se consignará un millón de euros, pero lo esencial no es la cantidad que se destine sino dar entrada a la ciudadanía en la decisión, incrementar la transparencia y comprometerse a rendir cuentas directas. De esta forma los ciudadanos empiezan a considerar presupuestos e instituciones como algo propio.

En Nueva York (desde septiembre a diciembre del año pasado)  han participado en los procesos de priorización 40.745 ciudadanos y ahora están en pleno proceso decisorio que terminará en diciembre. Tienen derecho a voto todos los vecinos a partir desde los 16 años de edad y mediante un programa especial lo difunden en los institutos de enseñanza. Los jóvenes son unos magníficos protagonistas en estos procesos.

Los 20 millones de euros que ha destinado París (con un programa que tiene como objetivo llegar a los 426 millones de priorización ciudadana en el año 2020) la edad de participación es también desde los 16 años y con programas de impulso desde los institutos de enseñanza.

En Molina de Segura se ha destinado inicialmente un millón de euros con el compromiso de consignar otros fondos de ahorros presupuestarios con el mismo fin. El destino de los fondos se aprueba en la Junta de Participación Ciudadana, motor del proyecto, en la que la representación es igualitaria. La Federación de Interbarrios y los representantes políticos deciden en votación las acciones a desarrollar en los presupuestos participativos del municipio, así como aquellas cuestiones que afectan a la participación vecinal, según especifica el Estatuto de Participación aprobado democráticamente  y el autorreglamento de los Presupuestos Participativos. La edad de votación es también de 16 años, y se está desarrollando un plan de difusión en institutos y colegios para que los chavales sean portadores en sus ambientes de las nuevas ideas de gestión y participación.

En estos procesos los ciudadanos no quieren la presencia de banderas partidarias porque el objetivo es promover la transformación social y, entiendo, esas vías las tiene que posibilitar el poder político porque es más inteligente abrir las instituciones que alimentar por calles y plazas el grito de ‘¡no nos representan!’ que revela un profundo malestar.

Tres regidores con diferentes ideologías [Anne Hidalgo (Partido Socialista) alcaldesa de Paris, Bill de Blasio (Demócrata) alcalde de Nueva York y Eduardo Contreras (PP) alcalde de Molina de Segura]  han coincidido -al igual que miles y miles de regidores de todo el planeta- en que lo importante es plasmar en realidades lo que los ciudadanos sienten como prioritario. Los técnicos del presupuesto quedan para estudiar la viabilidad de las propuestas. El sistema es sencillo: más democracia. Parafraseando el eslogan del programa participativo en Nueva York, ‘Civismo revolucionario en acción’, colijo que los ciudadanos están deseando que se extienda ‘el civismo revolucionario participativo’. La regeneración y dignificación de la participación social en la política pasa por la democratización de los partidos, de lo contrario serán superados por formas de asociación democrática más directas y horizontales.

Esperanza democrática sin partidismos