jueves. 28.03.2024

Elija Cooperativo. Elija equidad

La empresa cooperativa se organiza desde la integración de todos sus miembros, generando economía colectiva y compromiso con el desarrollo local.

El pasado 4 de julio se celebró el día internacional de las cooperativas. Lo suele convocar la Alianza Cooperativa Internacional (ACI, ICA en onglés) el primer sábado de julio. El lema de este año ha sido “Elija Cooperativo, Elija equidad”, porque la inequidad es una enfermedad social que nos ha invadido y desgarra la cohesión social (http://ica.coop/en/node/11576). La distancia entre ricos y pobres es un dato social no siempre recordado en el discurso político y, menos, en el social. Los ricos lo son cada vez más y los pobres se extienden y diluyen la llamada “clase media” haciéndola desaparecer. Cáritas informaba que a sus comedores sociales acudían personas que nunca hubieran sospechado estar invadidos por la precariedad. Además de Cáritas, Cruz Roja, Oxfam, Save the Children… incluso la OCDE y el propio INE han advertido de que los datos estadísticos abundan sobre el deterioro social que supone la pobreza y el hambre. Parece que hablar de ello comporta el riesgo de ser tachado de “catastrofista”, pero la realidad es contundente y se niega a ocultar lo que ya es evidente. Hace tiempo lo advirtió Ulrich Beck describiendo la sociedad del riesgo global, que abandona al individuo ante los riesgos provocados por políticas públicas de escaso contenido equitativo, entre otras situaciones provocadoras de exclusión y riesgo social. También nos lo dijo Saramago, cuando afirmaba, escandalizado, que enviábamos “artefactos” al espacio pero los niños se nos mueren de hambre. Nada, o nadie, se conmovió ante estas premoniciones. Bueno, nadie de los que hayan tenido poder político o económico para frenar esa deriva, porque las organizaciones de la sociedad civil sí lo denunciaron repetidas veces.

La ACI afirma, en el comunicado de este año, que “en nuestro mundo globalizado la inequidad es un fenómeno en expansión. En los últimos años la brecha de ingresos entre los más ricos y los más pobres a nivel mundial se ha ampliado. Un estudio reciente del Credit Suisse estima que un 1% de la población es dueña de cerca de la mitad de la riqueza mundial, mientras que, en el otro extremo, la mitad más pobre de la población mundial solo posee un 1% de la riqueza”. Tan solo pongamos algunos datos:

  • Antes de la crisis el 20% de los ciudadanos más ricos de España ganaba 5,3 veces más que el 20% más pobre; pero en 2011 esta cifra ha aumentado a 7,5 veces. Si la tendencia continua, para 2025 la diferencia será 18 veces más (Oxfam). Lo que supone que, en el sistema actual, cuanto más se crezca más se ahonda la brecha.
  • La mitad más pobre de la población mundial (unos 3.500 millones de personas) posee la misma riqueza que las 85 personas más ricas del mundo. En España, la riqueza de las 20 personas más ricas es equivalente a la renta casi 10 millones de personas (20% de la población), según Oxfam. El número de millonarios (los que tienen más de un millón de dólares en patrimonio) que hay en España alcanzó 465.000 personas a mediados de 2014, según Informes de Riqueza Mundial de 2012, 2013 y 2014 de Credit Suisse, lo que supone un aumento: del 24% respecto al mismo periodo de 2013; del 11% respecto a 2012; del 5,4%, respecto a 2011. No sólo aumentó la cantidad de afortunados, sino también la de sus fortunas.
  • La riqueza mundial se concentra cada vez más (500 millones [10% de la población mundial] viven cómodamente. Pero 4.500 millones [90% de la  población mundial] viven en la pobreza y tratan de sobrevivir)
  • Si crece la concentración de riqueza crece la extensión de la pobreza (Por ejemplo: En los Estados Unidos [1983-1989], el 1% de los norteamericanos más ricos obtuvo el 61.6% del conjunto de la riqueza nacional del país, mientras que el 80% de los norteamericanos más pobres se repartieron el 1.2%.)
  • Según la OCDE la desigualdad creció en España en el periodo 2007-2011 bastante más que en el resto de sus países miembros. Eurostat nos cuenta que casi se duplican entre 2007 y 2014 los hogares españoles sin ningún tipo de ingresos, llegando a casi 800.000 hogares. Los datos del INE revelan que la pobreza pasó del 23,3% de la población en 2007 al 28,3% en 2013.
  • El premio Nobel de economía, Joseph E. Stiglithz, hizo famosa la expresión de que el 1% de la población posee lo que el 99% necesita” (ver “El precio de la desigualdad”, Taurus)

Bien, los datos están ahí, mirar para otro lado es simplemente negarse a construir una sociedad mejor. Y, en el medio plazo, es generar posibles conflictos sociales derivados del hartazgo social. En boca de Wolfenson (ex Presidente del Banco Mundial) “debemos ir más allá de la estabilización financiera. Debemos abordar los problemas del crecimiento con equidad a largo plazo, base de la prosperidad y del progreso humano. Debemos prestar especial atención a los cambios institucionales y estructurales necesarios para la recuperación económica y el desarrollo sostenible. Debemos ocuparnos de los problemas sociales. Debemos hacer todo eso. Porque si no tenemos la capacidad de hacer frente a las emergencias sociales, si no contamos con planes a más largo plazo para establecer instituciones sólidas, si no logramos una mayor equidad y justicia social, no habrá estabilidad política. Y sin estabilidad política, por muchos recursos que consigamos acumular para programas económicos, no habrá estabilidad financiera” (Citado por Bernardo Klinsberg. “Más ética, más desarrollo”. Temas, Grupo Editorial. 2004. Buenos Aires)

La ACI nos dice este año en su declaración que “la inequidad tiene consecuencias importantes porque incide sobre nuestra autoestima y nuestra percepción de la justicia. Todos los seres humanos tienen derecho a la dignidad y a ser respectados. Sin embargo, las situaciones de inequidad existentes tienen efectos negativos graves en el ámbito socio-económico y en el de la seguridad” y la califica de “mala para la economía porque desacelera el crecimiento del PIB…”; “mala para la infraestructura” porque las personas “excluidas no logran integrarse en las estructuras que operan como pilares de las sociedades en las que viven…”; “mala para la seguridad: Los impactos sociales de las situaciones de inequidad incluyen el desempleo, la violencia, la criminalidad, la degradación y el deterioro del capital humano, y la exclusión social”; “mala para la democracia: A nivel político, la inequidad erosiona la legitimidad de las instituciones democráticas. Agrava las dificultades para que los gobiernos rindan cuentas y se responsabilicen por sus actos...”

Por el contrario la empresa cooperativa se organiza desde la integración de todos sus miembros, generando economía colectiva y compromiso con el desarrollo local. “El movimiento cooperativo presenta una combinación única de modelo con alcance mundial y de conducta empresarial enfocada en las personas. Podemos jugar un papel importante en el combate por la reducción de la pobreza. Las cooperativas contribuyen a reducir la inequidad al empoderar a las personas y al ofrecerles una forma digna y sostenible de ganarse la vida”, afirma la ACI.

La cooperativa es un modelo empresarial pilar en la economía social y solidaria calificado como empresa de personas, pues sus decisiones son horizontales entre sus socios (una persona un voto), con independencia de la calificación profesional de cada uno o del capital que se posea.

Las cooperativas son una parte importante de la economía global. De acuerdo con las cifras más recientes del monitor Mundial Cooperativo las 300 mayores cooperativas en el mundo tienen un volumen de negocios combinado de USD 2,2 billones de dólares, y según un estudio reciente 250 millones de personas son socios o se ganan la vida gracias a una cooperativa. Las cooperativas pueden combinar el crecimiento económico con empleo de calidad y son reconocidos por organizaciones internacionales como la OIT por su trabajo en esta área. Es responsabilidad de la Alianza Cooperativa Internacional para representar a las cooperativas en todo el mundo y ofrecer a los líderes mundiales y las instituciones ideas, soluciones y ejemplos sobre cómo abordar algunos de los principales desafíos económicos y sociales de nuestro tiempo. Para ello, la Alianza está comprometida activamente con el G-20, G-8, la ONU y sus agencias, entre otros. Curiosamente no está incluida en el dialogo institucional (social) en España como un agente económico más. No es comprensible este rechazo.

Elija Cooperativo. Elija equidad