viernes. 29.03.2024

El último esperpento español

España arde toda ella mientras el desgobierno parece no enterarse y se entrega a su 'merecido' descanso. Y también a las corridas de toros, como Arias Cañete –el de 'la manteca colorá'– y con cero responsabilidad manda, ante la urgente petición del Gobierno Canario, tres hidroaviones que tardan en llegar a su destino la friolera de 22 horas. Cerca de 133.

España arde toda ella mientras el desgobierno parece no enterarse y se entrega a su 'merecido' descanso. Y también a las corridas de toros, como Arias Cañete –el de 'la manteca colorá'– y con cero responsabilidad manda, ante la urgente petición del Gobierno Canario, tres hidroaviones que tardan en llegar a su destino la friolera de 22 horas. Cerca de 133.000 hectáreas han ardido a lo largo y ancho de la nación española ante la pasividad de un desgobierno que espera a que las condiciones climatológicas cambien y que el fuego se apague por una lluvia que no aparece.

Tantas tijeras impiden los medios necesarios para evitar la imparable propagación de las llamas. España es ya una ruina. Las gentes sin campos, sin ganado, sin un techo para sobrevivir a esta prima que disfruta jugando en las alturas.

En Europa no nos consideran ya como parte suya. Nos ven tal y como hemos devenido gracias a un PP juguetón. Para Noruega, Reino Unido, e incluso Francia –por no mencionar a Finlandia– somos menos que Ruanda o Guinea. De hecho, en Noruega se están recogiendo euros para salvar a niños españoles.

Quién lo hubiera dicho de un Imperio donde no se ponía el sol. Pero la avaricia, el poder y el dinero son tres grandes males que imperan en este país que parió, en contrapartida, al Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.

La polaridad entre ricos y pobres en nuestro país ha llegado a límites insospechados, hasta el punto de que en España la desigualdad entre las rentas hace que la inmensa mayoría de las más altas esté concentrada en un número pequeño de españoles, entre los que se encuentran no solo las grandes fortunas, los grandes empresarios, sino y fundamentalmente  las potentes entidades financieras, que alineadas -como en el resto del mundo occidental- con la burbuja del ladrillo nos han conducido a la más terrible de las crisis.

España no es fiable en Europa, y con motivos. Las mentiras de un Rajoy que imaginaba ser el rey del mambo al pisar la Moncloa lo han desnudado tal cual es. Si Europa presta dinero para recapitalizar las entidades financieras que lo urgen, el precio a pagar por todos los españoles va a ser muy alto. En este mundo globalizado los sectores financieros, hagan lo que haga, nunca son condenados. Ahí tenemos recientemente a Goldman Sachs, libre de pecado tras haber iniciado la peor de las crisis que nos está carcomiendo a los distintos pueblos.

En España va a suceder exactamente lo mismo. A ello hay que sumarle la irresponsabilidad de sucesivos gobiernos, entre los que destaca el presidido por el pusilánime Rajoy. No hay dinero para Sanidad y Educación públicas, ni posibilidad de atención médica a los inmigrantes, denominados peyorativamente "sin papeles", y la ministra Fátima guarda el fardillo de 4.700 euros mensuales para las comilonas de los altos cargos. La Iglesia del dolor y muerte de los represaliados franquistas recibe entre unos y otros asuntos 13.000 euros anuales, más una serie de privilegios de tinte medieval. Los profesores de religión –que todos pagamos– tienen su puesto de trabajo asegurado, mientras miles de profesores de la Enseñanza pública se quedan en la calle este próximo curso escolar.

La crueldad es de tal envergadura que el Ministerio de Interior está cambiando mandos policiales, puestos por ellos, en el momento en que saben demasiado sobre la corrupción de Gürtel, Bankia y González, el segundo de Esperanza, y su famoso ático marbellí…. Han establecido pullas entre la misma policía. También Hacienda se ha visto desmantelada de aquellos funcionarios excelente profesionales que tenían atado y bien atado los mayores casos de corrupción que invaden la médula de este país 

Es el gran esperpento que le quedó a Valle Inclán por escribir.

Es ya indispensable el insistir en despertar conciencias, de una u otra forma. Sánchez Gordillo ha dado un buen paso con los carros de comida para los más necesitados. Unamos conciencias y voluntades que los quehaceres surgirán de inmediato. No decaigamos. Estamos en el lado de la razón, esa es nuestra arma unida a nuestra valentía y conciencia recta.

El último esperpento español
Comentarios