jueves. 25.04.2024

El trabajo manifiesto

NUEVATRIBUNA.ES - 30.6.2009Un centenar de economistas suscribía recientemente un Manifiesto que planteaba cuatro recetas básicas para salir de la crisis.
NUEVATRIBUNA.ES - 30.6.2009

Un centenar de economistas suscribía recientemente un Manifiesto que planteaba cuatro recetas básicas para salir de la crisis. Aunque no todo es negativo en sus propuestas, llama la atención que, con la que está cayendo, sesudos economistas vean la salida por reformas y modificaciones del mercado laboral y no por reformar el modelo descontrolado del ultraliberalismo y el patrón improductivo del crecimiento español, que es dónde radica el foco del incendio que consume la economía mundial y española en particular. Todo se restringe a desproteger el desempleo, reformar las políticas activas de empleo, eliminar a la baja la dualidad de los contratos o “modernizar”, para individualizar, la negociación colectiva. En síntesis, para combatir el desastre económico, hay que actuar sobre los que lo sufren, los trabajadores y mantener el tipo y los beneficios de los que lo originan, los especuladores financieros e inmobiliarios.

Menos mal que, frente a los 100, se han alzado más de 700 voces también de economistas, profesores universitarios, sociólogos, expertos, que ven las cosas de otra manera. Opinan estos últimos que la causa de la crisis no está en el mercado laboral, sino que es el empleo el principal damnificado por la misma. Opinan que es el desregulado sector financiero el que ha originado el problema, tras años de sembrar desigualdad por todo el planeta. Opinan que los mercados son imperfectos de manera natural, oscuros, sin transparencia y faltos de credibilidad. Opinan que los reguladores públicos deben actuar frente a las burbujas y la extremada vulnerabilidad del modelo de crecimiento.

Por eso lo primero es frenar y revertir la restricción del crédito que acogota a empresas y familias, restableciendo un clima de confianza, dirigiendo la inyección de liquidez hacia la economía real.

Opinan que hay que intensificar el esfuerzo para paliar los efectos de la crisis sobre los desempleados, incentivando la recuperación del consumo privado y la generación de empleo, utilizando el gasto público en promover infraestructuras económicas y sociales.

Opinan que, junto a medidas de choque, hay que impulsar el cambio de un modelo de crecimiento agotado que genera empleo precario, mal pagado y poco cualificado. Invertir en innovación, calidad, productividad, política industrial, energética y medioambiental o en política educativa permitiría desbloquear los cuellos de botella que estrangulan nuestra economía.

Opinan que el trabajo es fuente de derechos de ciudadanía, de libertad real, de cohesión social, de seguridad personal. De ahí que el trabajo deba situarse en el centro de las políticas. De ahí que reformas laborales que promuevan inseguridad y menor control judicial de los despidos, serían políticamente indecentes y desplazarían aún más hacia los trabajadores los costes de la crisis.

Cualquier reforma laboral debe marchar paralela al cambio del patrón de crecimiento y cuidar el valor esencial de trabajo, su estabilidad, formación y cualificación. El escenario natural para estos cambios se encuentra en el Diálogo Social y en la Negociación Colectiva, donde la flexibilidad externa de la temporalidad y el despido deben transitar hacia fórmulas de flexibilidad interna, negociadas y pactadas, consiguiendo mayor productividad en un marco de seguridad y certidumbre jurídica.

Frente a las reformas laborales pensadas para recortar derechos sociales y laborales, los 700 opinan que hay que abrir un horizonte de cambios estructurales hacia una economía más productiva y un trabajo decente, más cualificado y más productivo.

Menos mal que existen 700 hombres y mujeres que desde la decencia, opinan y se atreven a decir que hay otro mundo necesario y posible. CCOO y UGT, los trabajadores y trabajadoras lo agradecemos en lo que vale, que es mucho, porque mucho nos jugamos en esta crisis.

Francisco Javier López Martín - Secretario General CCOO de Madrid.

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