viernes. 19.04.2024

El terrorismo, ¿diversión o entretenimiento?

nuevatribuna.es | 22.02.2011Al final las palabras se convierten en la prisión de los candidatos al gran premio de la necedad. Y si la defensa de las víctimas del terror se convierte en una competición de falaces, el resultado es lamentable.A Savater le ha rejuvenecido la lucha contra el terrorismo y se ha divertido. Dicho, pronunciado y mentado en televisión, hay pocas explicaciones lógicas que justifiquen semejante aberración.

nuevatribuna.es | 22.02.2011

Al final las palabras se convierten en la prisión de los candidatos al gran premio de la necedad. Y si la defensa de las víctimas del terror se convierte en una competición de falaces, el resultado es lamentable.

A Savater le ha rejuvenecido la lucha contra el terrorismo y se ha divertido. Dicho, pronunciado y mentado en televisión, hay pocas explicaciones lógicas que justifiquen semejante aberración. El otrora abanderando de la lucha por las víctimas, se ha confesado amante de lo humorístico en un género que a nadie hace ni puñetera gracia: el del doloroso terror.

Y yo, corriendo el riesgo de parecer una siesa, no encuentro el lado jocoso del asunto. Muertos, bombas, amenazas, lesionados, familiares rotos del dolor, hijos creciendo sin padres y madres. Resentimiento, dolor, amenazados, escoltas, exilios, faltas de libertad… ¿y eso es divertido? ¿Rejuvenece?

¿Es divertido luchar contra el terrorismo? Cuando tus amigos, compañeros, es decir, tus iguales, se juegan el pellejo por defender ideas, cuando de la pituitaria no se te acaba de ir el olor a cóctel molotov y la vista no se cura del horror de ver arder a un ser humano en el coche que acudía a una llamada de socorro y resultó ser una emboscada, ¿cómo se hace para reír? ¿Cómo se consiguen evitar las arrugas provocadas por el dolor, la rabia, la ansiedad, el miedo?

Es probable que haya sufrido una sobredosis de ego y que haya creído que está por encima del bien y del significado de las palabras pero, en el aniversario de la muerte de Fernando Buesa, todavía resuenan más espesas y cenagosas en las mentes inteligentes y de gente de bien.

Si hoy estamos más cerca de la paz es por la política de firmeza de los socialistas. Sí, de los socialistas. Esos que no mentan al ETA como el Movimiento Nacional de Liberación Vasco, que tanto gustara a Aznar. Esos que no proporcionan justificaciones paternalistas de índole electoral cual nasa en el fondo de mar para ver quién pesca el crustáceo más grande y así lo luce, pretencioso, en el concurso de vasquidad o españolidad al que nos tienen acostumbrados unos y otros.

Y como el camino se demuestra andando, ahí está la prueba. Políticas que fomentan la paz y la libertad, ahogando el terror a base de Estado e indiferencia para quienes no respetan la vida de los demás como la suya propia.

Oír de boca de los nacionalistas que el socialismo vasco jugó con la vida de gente como Fernando Buesa, víctima de ETA y portavoz socialista en el Parlamento, genera vergüenza a la par que asco.

Es evidente que el PNV perdió el rumbo hace tiempo y que su otrora velero, convertido en txalupa, pierde el rumbo. La tan llevada y traída consulta les hizo perder la perspectiva de lo que la sociedad reclamaba: una implicación máxima y contundente en la lucha contra el terrorismo. A cambio, nos proporcionaron el proceso de espionaje más bochornoso que se recuerde en este país, en el que se le encomendaba a la Ertzaintza espiar a los demócratas dejando sin recursos a la lucha contra el terrorismo.

No importan las mentiras y las malas acciones porque para quien tiene un concepto de democracia muy sesgado, los fines justifican los medios. A Mayor Oreja y sus Sanchos particulares, no les importa mentir lo que haga falta para que su negocio político del terrorismo no se venga abajo, a Savater y Rosa Díez, otro tanto de lo mismo y al nacionalismo le preocupa que en el juego de las sillas, no encuentren hueco para volverse a apoderar del trono que hasta ahora sentían como propiedad privada.

Buesa dejó escrito su proyecto de un país en libertad con una convivencia construida entre todos. El legado que Patxi López lidera: tolerancia cero a los violentos, confianza plena en el Estado de Derecho, convivencia democrática construida entre todos. Esta política es la que ha movido a la izquierda abertzale, y es la que permite hoy que los vascos tengan una esperanza prudente en una próxima Euskadi en paz y libertad.

Las prisas no fueron buenas nunca. No nos corresponde a los demócratas demostrar que creemos en la paz, les corresponde a quien no aprendieron las lecciones de vida, justicia y democracia. Si de verdad, apuestan por el camino adecuado, se verá. Y si no, también.

Leire Díez Castro | Presidenta de Red Laica para la Igualdad y la Diversidad

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