jueves. 28.03.2024

El tamayazo permanente

22.1.2009 Están los mismos personajes (Aguirre, Granados, Beteta, Gallardón, Cobo), los mismos botines (Caja Madrid, poder institucional y partidario) y las mismos procedimientos torticeros e ilegítimos.
22.1.2009
Están los mismos personajes (Aguirre, Granados, Beteta, Gallardón, Cobo), los mismos botines (Caja Madrid, poder institucional y partidario) y las mismos procedimientos torticeros e ilegítimos. El caso de espionaje protagonizado por los dirigentes del PP madrileño adquiere tintes esperpénticos-aunque Valle Inclán se avergonzaría de aplicar esa categoría dramática a tan zafios personajes, más propios de una obra del olvidado Alfonso Paso o del súper agente Torrente-. La administración Aguirre-Gallardón se ha convertido en una especie de supercamarote de los hermanos Marx en el que los espías, guardaespaldas, fabricantes de dosieres, pseudoperiodistas, ex guardias civiles, gabinetes de comunicación y “spins doctors” de todo tipo y condición se topan unos con otros en su desenfrenada trapisonda hacia una mutua destrucción.

Desde luego el vodevil puede regocijar -y ,de hecho, regocija mucho- pero la trama que emerge detrás muestra , una vez más, que el PP madrileño tiene un cadáver en el armario del que cada dos por tres emana un fuerte olor a putrefacto que todo lo invade. El hediondo pestazo de la trama-farsa organizada por Granados tiene el mismo olor que el tamayazo. Están los mismos personajes (Aguirre, Granados, Beteta, Gallardón, Cobo), los mismos botines (Caja Madrid, poder institucional y partidario) y las mismos procedimientos torticeros e ilegítimos. A nadie puede extrañar, aunque discretamente se silencie, que un poder alcanzado a través de la compra de votos de dos execrables diputados -los oprobiosos Tamayo y Sáez-, con la complicidad (y financiación) de nada oscuros intereses económicos y de algunos”medios de comunicación” dedicados al chantaje y la extorsión, incurra una y otra vez en los mismos viciosos y corruptos hábitos. La compra de votos, el espionaje, el cambio de bando, la manipulación mediática, la fabricación de “relatos”, el dinero bajo mano, fueron el pecado fundacional de la toma del poder de Aguirre y sus conmilitones .De esos polvos, estos lodos�

Resulta bastante probable que en tiempos no muy lejanos se vayan conociendo nuevas y fascinantes revelaciones sobre el caso ”PP versus PP”, incluso puede que entre muchos ciudadanos cunda la hilaridad y el descojono al ver como se destruyen personajes hasta hoy poderosos, petulantes y populares. Pero conviene no perder de vista que, mientras tanto, esos señores y esas señoras siguen erre que erre en su empecinado empeño de saquear la sanidad y la escuela pública, la universidad ,el agua, las funerarias y lo que sea menester. A este paso, van a dejar Madrid como un desolado páramo lleno de impagables deudas e hipotecas. Todo ello ante nuestras propias narices, al viejo y castizo modo del robo del descuidero. Un saqueo que a veces adquiere maneras y estéticas de las viejas películas españolas de Toni Leblanc, Paco Martinez Soria o Gómez Bur y, otras veces, una estética (y una ética) de superproducción de Hollywood, con el lujo y ostentación de la ya moribunda época neoliberal y todo su correlato de ladronzuelos refinados, feroces y posmodernos. Gente que llama canalla al Che Guevara y adora a Reagan,Thatcher y Bush y su epígono mesetario, y bien retribuido, Jose Mari Aznar.

No sé si tendremos la fortuna de ver algún día que la izquierda madrileña es capaz de oponer a la desvergüenza desacomplejada de un poder corrupto una vergüenza de ciudadanos con dignidad democrática. Una izquierda que huya de la complicidad, la complacencia y la conveniencia con un poder que empieza a devorarse a si mismo con su cutre y devastador canibalismo. Pero eso pertenece todavía al mundo de las ilusiones. ¿Para cuándo un movimiento ciudadano potente y articulado que destierre el cadáver del tamayazo de las instituciones democráticas? Mientras llega, nos queda observar con mal disimulada dicha cómo todos los personajes de la farsa se dan de estacazos hasta el final de la representación.

Orencio Osuna
Empresario

El tamayazo permanente
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