martes. 16.04.2024

El PP, liberal en los despidos, conservador en las costumbres

NUEVATRIBUNA.ES - 16.9.2009¿Desde cuándo los liberales se meten en la vida privada de cada hijo de vecino? En el Partido Popular, visto lo visto, parece que sólo mola ser liberal en los despidos, porque a las primeras de cambio arrumban a Adam Smith en el desván y entronizan los manuales de urbanidad de la Sección Femenina.
NUEVATRIBUNA.ES - 16.9.2009

¿Desde cuándo los liberales se meten en la vida privada de cada hijo de vecino? En el Partido Popular, visto lo visto, parece que sólo mola ser liberal en los despidos, porque a las primeras de cambio arrumban a Adam Smith en el desván y entronizan los manuales de urbanidad de la Sección Femenina.

Si el liberalismo social, del que se sienten herederos los seguidores de Mariano Rajoy, se opone a la intromisión del Estado en la conducta particular, ¿por qué defienden justamente lo contrario cuando llevan al Tribunal Constitucional la ley que permitió los matrimonios entre homosexuales, o por qué se alinean con los defensores del apriorismo religioso de que el ser humanos empieza a hacerlo desde el momento de la fecundación?

No ha existido una sola ley en España que pretendiera liberalizar determinadas costumbres que haya contado con el respaldo del Partido Popular. O de sus antecesores de Alianza Popular que, en 1981, no sólo se negaron a refrendar la Ley del Divorcio que promulgó la UCD y contra la que llegaron a organizar sonadas manifestaciones.

Por supuesto que tampoco respaldaron la Ley del Aborto de 1985, contra la que mantuvieron una actitud similar a la que les guía ahora a secundar las movilizaciones ultracatólicas contra el proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), a la que el Consejo de Ministros dará luz verde el viernes para su debate parlamentario.

O se es liberal, o no se es: ¿fue liberal el Partido Popular cuando se negó a que se dejase de criminalizar el consumo de droga? ¿Qué tiene de liberal su contradictoria negativa a cualquier ley de investigación biomédica? El PP se resiste a apoyar la Ley de Muerte Digna, a pesar de que las encuestas reflejan que la mitad de sus votantes apoyan la eutanasia. No tiene demasiado sentido ese sostenella y no enmendalla salvo que la FAES crea a pies juntillas que el principal referente del liberalismo actual es la Guardia Suiza del Vaticano.

Pero ese empecinamiento no sólo estriba en negarse a despachar sin receta la píldora del día después, sino que ha llegado al extremo de que dicho grupo se abstuviera en la votación de la Ley de Igualdad de 2007. Tal vez porque, como glosó en su día Mariano Rajoy en un artículo publicado en El Faro de Vigo en 1983, en el fondo la igualdad no es consustancial al ser humano. Con el mismo denuedo que el PP defiende la maternidad, sus representantes se opusieron en octubre de 2008 a la delegación del voto por baja maternal. ¿Qué decir de la asignatura de Educación para la Ciudadanía a la que se opusieron con armas y bagajes?

Su repelús contra las bodas gays viene de mucho antes de su legalización por el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: en 2003, cuando Cristobal Montoro ocupaba el cargo de ministro de Hacienda en el gobierno presidido por José María Aznar, llegó a decir que igualar las parejas de hecho a los matrimonios convencionales crearía más paro porque haría quebrar la bolsa de la Seguridad Social.

En junio último, sin ir más lejos, el PP vetó en el congreso una declaración contra la homofobia. A lo peor, estaban pensando en que el día menos pensado cualquiera de sus militantes, o de sus simpatizantes, como así ocurrió en agosto, terminaría golpeando en Tarifa al pintor Guillermo Pérez Villalta y a su novio, al grito de “mariconazos”.

El Partido Popular reserva el liberalismo, a todas luces, para combatir esa extraña costumbre de los Estados en recaudar impuestos para mejorar o sostener las infraestructuras públicas. Pero ignoro qué celebrarán en 2012, cuando se conmemore el bicentenario de las Cortes de Cádiz. Entre aquellos liberales y los de hoy, debe existir la misma diferencia que, en otros ámbitos ideológicos, pudiera existir entre Pablo Iglesias y Pedro Solbes.

Juan José Téllez es escritor y periodista, colaborador en distintos medios de comunicación (prensa, radio y televisión). Fundador de varias revistas y colectivos contraculturales, ha recibido distintos premios periodísticos y literarios. Fue director del diario Europa Sur y en la actualidad ejerce como periodista independiente para varios medios. En paralelo, prosigue su carrera literaria como poeta, narrador y ensayista, al tiempo que ha firmado los libretos de varios espectáculos musicales relacionados en mayor o menor medida con el flamenco y la música étnica. También ha firmado guiones para numerosos documentales.

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