viernes. 29.03.2024

El paréntesis

Hasta el momento de ser designado por José María Cuevas como presidente de la patronal española CEOE, Gerardo Díaz Ferrán había sido presidente de la patronal madrileña CEIM.
Hasta el momento de ser designado por José María Cuevas como presidente de la patronal española CEOE, Gerardo Díaz Ferrán había sido presidente de la patronal madrileña CEIM. Hasta entonces CEOE había contado con una cúpula directiva “profesionalizada” en la que el secretario Jiménez Aguilar acumulaba mucho poder y una experiencia importante en la concertación con sindicatos, en la interlocución con los gobiernos y en la articulación de intereses muy complejos, con frecuencia encontrados, de las organizaciones patronales. Una experiencia fraguada desde la propia transición democrática. Más allá de las declaraciones sobre “modernización” y “renovación” de la cúpula patronal. Más allá del poder de los aparatos. Más allá de las dificultades que las grandes organizaciones tienen para gestionar bien los cambios y transiciones de poder, se encuentran dos concepciones complementarias de los objetivos generales y específicos de una organización patronal. De una parte la interlocución con la contraparte sindical para negociar espacios regulados de relaciones laborales en las empresas. Salarios, jornada, productividad, patrones de crecimiento económico, modelos de negociación colectiva, competitividad, derechos laborales y sociales derivados del trabajo. Estas cosas son muy importantes y forman parte de la autonomía de las organizaciones económicas y sociales que deben resolverse en el ámbito de la negociación y la confrontación bipartita entre empresarios y sindicatos. A fin de cuentas empresarios y sindicatos aprueban leyes cuando firman un convenio colectivo. De otra parte la interlocución con el Estado, en la que es difícil conjugar intereses tan alejados como los del ladrillo, la industria, las pequeñas y medianas empresas, la complejidad de sectores como el transporte o los servicios públicos, entregados agestión privada o directamente privatizados. Las prestaciones por desempleo, el futuro de las pensiones, las infraestructuras, la salud laboral, el fortalecimiento de la sociedad del conocimiento y las inversiones en I+D+i, el medio ambiente, la Ley de Dependencia y otros muchos temas, son objetivo del diálogo social tripartito entre Gobierno, empresarios y sindicatos. La autonomía de las partes y el equilibrio entre diálogo social bipartito y tripartito son esenciales para la solución de los problemas económicos y sociales. El enfrentamiento interno de la patronal no es buena noticia para nadie, especialmente para Gobierno y sindicatos, porque dificulta la interlocución. Sobre todo en un momento de crisis como el actual, cuando el presidente de la patronal española reclama un “paréntesis en la economía de libre mercado”, al tiempo que “medidas excepcionales como las que están tomando en otros países, incluso líderes en la libertad económica”. Es curioso comprobar cómo quienes reclaman manos libres para el negocio privado, con cargas impositivas mínimas y raquítica regulación de los mercados, piden a gritos que el Estado inyecte recursos de todos para arreglar los desmanes que unos pocos han generado. El mundo no está para bromas. No es la hora de atrincherarse en concepciones ideológicas caducas, ni de defender a quienes han alentado las burbujas financieras e inmobiliarias. Los trabajadores queremos hablar de cambios profundos en este modelo de crecimiento especulativo y depredador, cuya crisis arrastra consigo el empleo creado a lo largo de los últimos años, por más precario que fuera el mismo. Queremos hablar de la extensión de la red de protección a los más golpeados por la crisis. Queremos negociar el fortalecimiento de servicios públicos esenciales como la sanidad, la educación o la atención a la dependencia. Queremos un trabajo decente y una vida digna. Si de eso se trata, arreglen su patio y nos ponemos a ello, desde la convicción de que tras una crisis como la que vivimos las cosas no pueden seguir igual. El ciclo especulativo de beneficios rápidos y fáciles se ha terminado. No bastará con un “paréntesis”.
  • Francisco Javier López Martín es Secretario General de CCOO de Madrid

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