29 de diciembre de 2010, 0:56
nuevatribuna.es | 24.12.2010
De momento diremos que este dirigente tiene las manos libres, esto es, no tiene hipoteca alguna con entidades financieras ni depende de favores gubernamentales como su predecesor. Lo segundo que merece ser anotado es que Rosell es un hombre “con ambiciones”. En caso contrario no hubiera optado por la incomodidad personal que supone ponerse al frente de la patronal española. Así pues, el presidente de la CEOE intentará –esta es una hipótesis, naturalmente-- darle a esta organización un cierto golpe de timón. Y, como es natural, debemos añadir que no les será fácil a los sindicatos tenerlo como interlocutor.
A finales de 1994 el viejo Alfred Molinas, todavía presidente de la patronal catalana, y un servidor nos dispusimos a renovar un acuerdo interconfederal en Catalunya con la idea de racionalizar la negociación colectiva y otros temas de cierta enjundia. A Molinas le quedaban poco tiempo para acabar su último mandato y yo dejaba la dirección del sindicato a finales de 1995. Nuestra idea era despedirnos con otro nuevo acuerdo para dejar las cosas encarriladas. Molinas fue substituido por Antonio Algueró que falleció al cabo de pocos meses. Mientras tanto el sindicalismo confederal catalán iba negociando… La cosa quedó lista para la firma a principios del mes de Julio del 95. Concretamente estábamos citados para el día 25. Lo recuerdo perfectamente porque es el día de mi cumpleaños. Pues bien, un día antes recibimos una llamada telefónica de la patronal catalana, ya dirigida por Rosell, comunicándonos que no habría firma, que no habría acuerdo. Sin más explicaciones. Nunca supimos los motivos. Este es un aviso para caminantes.
José Luis López Bulla