29 de octubre de 2010, 10:07
NUEVATRIBUNA.ES - 26.10.2010
La fe nunca fue gratuita. Necesita de un sustento económico para sobrevivir. Con una mano delante y otra detrás. Así parece ser que será la vista del Papá programada para el próximo mes de agosto de 2011 en España. La fiesta se celebrará del 16 a 21 de agosto del próximo año. Su presencia, que tiene como único motivo la celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud, tendrá lugar en Madrid, y su coste oficial superará con creces los 50 millones de euros. Si bien, este cálculo es elevadamente ficticio, ya que el presupuesto no incluye las ayudas con las que también prevén contribuir las tres administraciones públicas afectadas por el gran evento: Gobierno Central, Autonómico y Ayuntamientos.
La financiación de la XXIV Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), y, que acontece cuando todavía los españoles viven su peor momento económico, parece levantar demasiadas ampollas en un país considerado laico. La cifra es sin duda desorbitada, y aún, en su totalidad, una incógnita. Mientras, la organización quiere quitar hierro al asunto, y asegura que dos tercios del dinero procederá de los propios asistentes. Sin embargo, estos datos no cuadran con la realidad. Actualmente, la asociación registra 177.000 miembros que pagan, y la JMJ, pronostica que sólo un 25% de los dos millones de jóvenes previstos colaborarán con el evento.
El dinero restante llegará de empresas colaboradoras de renombre nacional, que se han comprometido a patrocinar el evento. El gran motivo de este esfuerzo económico es que las compañías contarán con beneficios fiscales al realizar la inversión. El Gobierno ha declarado la Jornada Mundial de la Juventud como ‘Acontecimiento de Especial Interés Público’, de manera de que las deducciones oscilarán entre el 45% y el 90%.
La visita del Papa Benedicto XVI también tendrá financiación gracias al merchandising con venta de ornamentos como copones, estolas, albas para las ceremonias religiosas, uniformes de voluntarios, escenarios de Cibeles y Cuatro Vientos o incluso una imagen de 1,8 metros de la Virgen de La Almudena.
La cita parece inamovible e inevitable pese a que no cesan de crecer detractores hacia el evento. En Internet la guerra está servida, Por su parte, La red social Facebook acoge una plataforma con más de 76.000 seguidores que rechazan esta visita.
Daniel Diez Crespo - Periodista
La fe nunca fue gratuita. Necesita de un sustento económico para sobrevivir. Con una mano delante y otra detrás. Así parece ser que será la vista del Papá programada para el próximo mes de agosto de 2011 en España. La fiesta se celebrará del 16 a 21 de agosto del próximo año. Su presencia, que tiene como único motivo la celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud, tendrá lugar en Madrid, y su coste oficial superará con creces los 50 millones de euros. Si bien, este cálculo es elevadamente ficticio, ya que el presupuesto no incluye las ayudas con las que también prevén contribuir las tres administraciones públicas afectadas por el gran evento: Gobierno Central, Autonómico y Ayuntamientos.
La financiación de la XXIV Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), y, que acontece cuando todavía los españoles viven su peor momento económico, parece levantar demasiadas ampollas en un país considerado laico. La cifra es sin duda desorbitada, y aún, en su totalidad, una incógnita. Mientras, la organización quiere quitar hierro al asunto, y asegura que dos tercios del dinero procederá de los propios asistentes. Sin embargo, estos datos no cuadran con la realidad. Actualmente, la asociación registra 177.000 miembros que pagan, y la JMJ, pronostica que sólo un 25% de los dos millones de jóvenes previstos colaborarán con el evento.
El dinero restante llegará de empresas colaboradoras de renombre nacional, que se han comprometido a patrocinar el evento. El gran motivo de este esfuerzo económico es que las compañías contarán con beneficios fiscales al realizar la inversión. El Gobierno ha declarado la Jornada Mundial de la Juventud como ‘Acontecimiento de Especial Interés Público’, de manera de que las deducciones oscilarán entre el 45% y el 90%.
La visita del Papa Benedicto XVI también tendrá financiación gracias al merchandising con venta de ornamentos como copones, estolas, albas para las ceremonias religiosas, uniformes de voluntarios, escenarios de Cibeles y Cuatro Vientos o incluso una imagen de 1,8 metros de la Virgen de La Almudena.
La cita parece inamovible e inevitable pese a que no cesan de crecer detractores hacia el evento. En Internet la guerra está servida, Por su parte, La red social Facebook acoge una plataforma con más de 76.000 seguidores que rechazan esta visita.
Daniel Diez Crespo - Periodista