miércoles. 24.04.2024

El necesario retorno de la política

NUEVATRIBUNA.ES - 8.5.2009El año 2009 está siendo un año difícil para el mundo y muy particularmente para España. La crisis financiera internacional ha derivado en una durísima crisis económica y social.
NUEVATRIBUNA.ES - 8.5.2009

El año 2009 está siendo un año difícil para el mundo y muy particularmente para España. La crisis financiera internacional ha derivado en una durísima crisis económica y social. En apenas un año, España ha perdido un millón ochocientos mil empleos, dos tercios del total de desempleados de la Unión Europea, generando una enorme incertidumbre en el futuro y en las capacidades de nuestro país de salir adelante. Asistimos al final de una época de crecimiento continuado durante catorce años, donde quizás hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. España está sufriendo algunos problemas fruto de su propio éxito y debe adaptarse �con sacrificios individuales y colectivos- a un nuevo modelo de crecimiento económico en un mundo globalizado y competitivo, donde las oportunidades están en el terreno de la economía verde y sostenible y de los productos y servicios con un alto valor añadido.

Es evidente que hay causas exógenas y endógenas para la presente crisis. A las ya conocidas secuelas de la “economía casino” del modelo neo-liberal dominante en el mundo de la economía y de las finanzas internacionales, se le ha sumado la resaca producida por la borrachera colectiva de una economía demasiado dependiente del “boom” del ladrillo. La crisis ha venido a poner en riesgo alguno de las conquistas sociales y los derechos ganados en los últimos años. Y con un déficit desbocado, el endeudamiento es una solución a corto y medio plazo para adoptar medidas anti-cíclicas, pero hemos de ser conscientes de que ello condiciona -y de qué forma- a las futuras generaciones.

Aún sabiendo que la situación es compleja, muchos de nosotros negamos la visión apocalíptica de algunos medios de comunicación y líderes políticos que no dejan aprovechar la menor oportunidad para proclamar el diluvio universal. Lejos de eso, queremos reclamar la apertura de un debate intenso, profundo y sereno, sobre las fortalezas y debilidades de nuestro país para identificar colectivamente las medidas que juntos debemos adoptar para conseguir encauzar el futuro. Estamos convencidos de que España está en una situación infinitamente mejor que en otros momentos de su historia para afrontar los importantes e ineludibles retos que tenemos por delante.

Reclamamos el retorno de la participación política como actitud necesaria, creativa e inteligente. Participar no es solo ir a votar. Las elecciones son oportunidades a tiempo parcial donde los políticos renuevan la confianza de los ciudadanos en las distintas citas electorales. Hoy los procesos electorales reinterpretan sistemáticamente rituales que parecen estancados. Y es que en un mundo que necesita ser reinterpretado, con realidades cada vez más complejas, necesitamos un sistema político capaz de repensar los espacios comunes que permitan tramitar nuevas posibilidades, oportunidades y compromisos. Urge recuperar la capacidad de tomar decisiones colectivas en situaciones de gran complejidad, porque la política no es solo un ámbito de gestión, sino de innovación. Es una actividad creativa que debe ser capaz de hacerse cargo de lo nuevo, de pensar el cambio como una oportunidad, de construir nuevas coherencias. Y es que gobernar hoy en día es igualmente un ejercicio de coordinación y de mediación de sistemas sociales complejos y dinámicos.

En la sociedad del conocimiento, solo sobreviven y tienen éxito los sistemas que son capaces de aprender de todo y de todos. El riesgo de la pérdida de centralidad de la política está precisamente en la incapacidad de entender que no está exenta de la necesidad de aprender. En definitiva, que la idea de progreso no se puede asociar a una idea de un futuro menos complejo. Estamos en una época que conviven procesos, tensiones y movimientos que no se pueden reducir a un solo eje dominante. Es por ello que reivindicamos el retorno de la política como la actividad inteligente donde la confrontación de proyectos e ideas, el debate, la mediación, la síntesis y el compromiso sean los vectores que nos devuelvan la esperanza y la ilusión de un futuro mejor.

Pau Solanilla es asesor en temas europeos. Ha sido Secretario General de los Jóvenes Socialistas Europeos.

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