viernes. 29.03.2024

El dietario de Moha, por más que le pese a Anglada

La noche del 30 de mayo el presentador del programa Buenafuente dijo que se había visto con una pitonisa amiga y le dijo que Rajoy no ganaría las próximas legislativas. Se apoderó el nerviosismo de la derecha y sus voceros porque saben que el sprinter podría inclinar la balanza.

La noche del 30 de mayo el presentador del programa Buenafuente dijo que se había visto con una pitonisa amiga y le dijo que Rajoy no ganaría las próximas legislativas. Se apoderó el nerviosismo de la derecha y sus voceros porque saben que el sprinter podría inclinar la balanza. Hay una cosa que puede sacarles de quicio, y al mismo tiempo supone un claro gesto de acercamiento a un yacimiento de votantes potenciales que están en estos momentos a la expectativa, modificar la ley electoral.

Cuando nos instalamos un grupo de marroquinos, tal como nos llamaba Victoria la dueña de la pensión donde nos alojábamos, allá por los mediados de los 80, siempre nos habíamos considerado unos afortunados porque como activistas que aspiraban a vivir en su país de origen en democracia y libertad, habíamos podido instalarnos en un país que estaba construyendo su futuro con un proceso ejemplar. La transición española era un modelo que estimulaba a todo el movimiento que pregonaba el cambio en Marruecos. No obstante, ahora ese modelo ofrece serías dudas, a un juez se le está persiguiendo por prevaricación, por intentar esclarecer una parte oscura de la historia de este país. Es incomprensible, cuando se está persiguiendo y juzgando a genocidas y dictadores por todas partes, aquí se va dirección contraria.

Éramos pocos y parió la abuela. Resulta ahora que Franco no era un dictador, que Negrín era un genocida y Carrillo un terrorista. Con este último no ha podido ni el tiempo, ni el tabaco y quieren acabar con él a base de disgustos. Llevo viviendo en calle León más de quince años, en la misma calle que está ubicada la Real Academia de la Historia. Paso por delante de su puerta todos los días y siempre me fijo en ese edificio porque está rodeado de cámaras, pero nunca pude imaginar que ahí se estaba cociendo tal disparate y farsa histórica, como la que acaba de publicarse en el Diccionario Biográfico Español. Ahora me explico el porqué de esa entrada trasera a la Academia por la calle Amor de Dios. Tanto hermetismo no era síntoma de algo bueno. ¡Por el amor de dios!, nunca mejor dicho, ¿cómo se gasta tanto en época de crisis para unos y de penurias para muchos otros, para parir tal barbaridad manipuladora? No os da vergüenza hacer tales aseveraciones a pocos metros del monumento de los Abogados de Atocha. A saber lo que habrán escrito sobre estos héroes de la libertad y la democracia, si es que se les ha mencionado en ese Diccionario.

A vueltas con el mundo árabe y sus revueltas. Fui dándome cuenta de que cuanto menos se involucraban los países a este lado del Mediterráneo, mayor posibilidad de éxito tenían las revueltas. Pasado un cierto tiempo, la situación en Túnez está en un impasse inquietante. Egipto está juzgando a Mubarak, a su familia y algunos ex responsables, pero los que controlan el cotarro son los servicios militares de inteligencia, es decir, los de siempre. A la primera optaron por romper la baraja por donde más inquietaba a Occidente: abrir la frontera con Gaza. No es que yo tenga objeción alguna al respeto, al revés, es un embargo injusto y criminal, pero desde luego es un mensaje que desde aquí nos costará descifrar.

En Libia se ha optado por la doctrina Bush para instaurar la democracia y los que la han promovido han sido sus aprendices Sarkozy y Cameron. Resulta llamativo que la Merkel no les hizo ni el más mínimo caso, pero lo que más llama la atención son algunos apoyos desde aquí a esa intervención militar. Estamos rompiendo modelos y tradiciones y espero que a los que van pregonando las revoluciones no se les ocurra repartir manuales de bolsillo sobre cómo aprender democracia en 20 días.

Tiempo al tiempo, el turno le está llegando a Berlusconi, su declive está a la vuelta de la esquina, es cuestión de tiempo. Que Camps siga pagando sin pedir factura, ya se las pedirán los ciudadanos. Tampoco me olvido de aquel que pagaba con billetes de 500 euros, hasta 3000, para ir de vacaciones por ahí y en buena compañía. Como nos estamos acercando a la época de vacaciones puede que sea tiempo para volver a recordar aquel despliegue de tanta disponibilidad de líquido en efectivo.

No entiendo cómo la justicia permite soflamas racistas a un tal Anglada sin mover un dedo, como tampoco entiendo la pasividad del Fiscal General que tiene la obligación de actuar de oficio. ¿Las víctimas de las soflamas son ciudadanos de segunda también para la justicia? Como el caso de Tamouchi, aquel ciudadano marroquí que se le condenó injustamente por un delito que no cometió, pasó por ello varios años de cárcel y ahora está en libertad, aunque no libre, porque no se quiere reconocer la sucesión de los errores en los que cayeron desde su detención, hasta su encarcelamiento. ¿Hay una justicia para unos y otra para otros? Me remito a los hechos.

Anglada, ex falangista, que tiene en sus listas a muchos otros ex falangistas y ex ynestristas, es muy español, pero también es meapilas y chupacirios, por más que quiera camuflarlo. Huele a naftalina a mucha distancia. Este iluminado proviene del mismo entorno ideológico que la asociación que puso la denuncia contra el juez Garzón. El problema no son los denunciantes, el problema son los que admiten la denuncia y la ejecutan con tanta celeridad, demasiada diría yo. Lo dice hasta un marroquino, como decía señora Victoria, extremeña emigrante en Alemania que con los ahorros de años de trabajo compró una pensión en el centro de Madrid, que se convirtió en casa de huéspedes para muchos otros nuevos emigrantes. Cuantos mimos repartiste a tantos huéspedes foráneos porque por experiencia propia sabías que éstos lo que más necesitaban, antes que nada, eran mimos. Anglada, por más que te pese, esto es lo que hay.

El dietario de Moha, por más que le pese a Anglada
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