jueves. 18.04.2024

El diario de sesiones del Senado desvela la intención última del PP

Resulta obsceno ver a un gobierno más ocupado en imponer un modelo regresivo en materia de derechos reproductivos que en salvaguardar la seguridad y la libertad de las mujeres. La derecha española no solo quiere restringir y penalizar el aborto, sino obstaculizar el acceso a la contracepción poscoital de emergencia, es decir, a los fármacos que permiten a las mujeres mantener con eficacia el control sobre su capacidad reproductiva.

Resulta obsceno ver a un gobierno más ocupado en imponer un modelo regresivo en materia de derechos reproductivos que en salvaguardar la seguridad y la libertad de las mujeres. La derecha española no solo quiere restringir y penalizar el aborto, sino obstaculizar el acceso a la contracepción poscoital de emergencia, es decir, a los fármacos que permiten a las mujeres mantener con eficacia el control sobre su capacidad reproductiva.

El Partido Popular lleva meses a la búsqueda de argumentos científicos que avalen sus rancias posiciones ideológicas en materia de salud sexual y reproductiva. Pero la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), y la Agencia Española del Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) les ponen encima de la mesa datos concluyentes sobre la inocuidad de estos específicos que todos los estudios han considerado seguros.

La contundencia de los datos ya estaba demostrada en otros informes solicitados por la ministra socialista Trinidad Jiménez que cumplió con los protocolos previos a la liberalización de la venta en farmacias de la píldora poscoital y contó con recomendaciones que orientaban sobre la conveniencia de la venta libre.

Resulta obsceno ver a un gobierno y una ministra más ocupados en imponer un modelo regresivo en materia de derechos reproductivos que en salvaguardar la seguridad y la libertad de las mujeres

La actual ministra Ana Mato, obsesionada, busca bajo tierra argumentos científicos que le permitan acabar con la venta libre y sin receta de la píldora poscoital, es decir, acabar con el acceso a un medicamento que hoy permite a las mujeres no tener tutela, ni judicial ni médica, a la hora de contralar su fertilidad.

Son ya dos los informes técnicos que de forma contundente le han indicado a la ministra que estamos ante un fármaco seguro. La Agencia Española del Medicamentos, dependiente del Ministerio de Sanidad, ha indicado que solo ha detectado, -y en pacientes que tenían problemas de salud previos- 35 reacciones adversas en 11 años. No es de extrañar, que este organismo, se muestre partidario de continuar con la venta libre y sin receta, ya que no solo estamos ante un fármaco seguro, también es eficaz: su liberalización ha permitido reducir el número de abortos después de 25 años.

Pero la obsesión por imponer sus posiciones morales, ciegan a Ana Mato frente a la contundente realidad científica y técnica del fármaco.

El diario de sesiones del Senado del 21 de octubre de 2010 desvela la intención última del PP: que la prescripción facultativa sea obligatoria, es el paso previo que necesitan para promover que médicos y farmacéuticos anti-elección puedan ejercer la objeción de conciencia en la prescripción y dispensación de la píldora.

Resulta obsceno ver a un gobierno y una ministra más ocupados en imponer un modelo regresivo en materia de derechos reproductivos que en salvaguardar la seguridad y la libertad de las mujeres.

El diario de sesiones del Senado desvela la intención última del PP
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