viernes. 29.03.2024

El adiós europeo de Mario Soares

NUEVATRIBUNA.ES - 4.6.2009El Parlamento Europeo perderá a uno de sus diputados mas prestigiosos, Mario Soares, ex presidente de la República de Portugal, quien no repite como candidato en estas elecciones.
NUEVATRIBUNA.ES - 4.6.2009

El Parlamento Europeo perderá a uno de sus diputados mas prestigiosos, Mario Soares, ex presidente de la República de Portugal, quien no repite como candidato en estas elecciones.

Mario Soares de 85 años será relevado a la cabeza de la lista socialista portuguesa por un independiente, el profesor de la universidad de Coimbra Vital Moreira, ex militante del partido comunista que hoy se autodefine como socialista “free lance”.

Sin duda la de Mario Soares será una de las más importantes bajas que sufrirá el PE. Estamos hablando de un protagonista de primera magnitud en la moderna historia europea. En la llamada tercera república portuguesa (la que surgió de la revolución de abril de 1974) lo ha sido todo. En 1975 desde el cargo de ministro de asuntos exteriores impulsó la independencia de las colonias portuguesas. Fue primer ministro tras las primeras elecciones de 1976 cargo que ejerció en varias ocasiones, a veces en coalición con la derecha. En su polémico mandato se desmontaron las leyes revolucionarias de los gobiernos provisionales. Algunas de sus medidas (como la contrarreforma agraria) fueron muy contestadas desde la izquierda y desde las organizaciones sociales.

Pero después fue presidente de la República (1986) gracias al apoyo de los comunistas, que hicieron un congreso extraordinario entre la primera y la segunda ronda de las elecciones para reorientar su voto hacia Soares (gran adversario de su líder Alvaro Cunhal) e impedir el triunfo del candidato de la derecha. Soares en sus dos mandatos supo estar a la altura de la mayoría presidencial progresista que le había votado.

En contra de la opinión de otros mandatarios que rechazan cualquier cargo por considerar que desmerece su condición de ex jefe de estado, Mario Soares se presentó en 1999 al Parlamento Europeo. Cuando quiso en 2006 volver a la presidencia de la Republica (en su mayor traspié político) se vio derrotado por el ex primer ministro derechista Cavaco Silva e incluso fue sobrepasado por otro candidato de su partido, obteniendo solo un 14% de los votos.

Lejos de hundirse, ya anciano pero incansable, prosiguió su andadura en el Parlamento Europeo donde ha batallado para que la Unión Europea corrija su deriva liberal. Militante del PS, pero sin ataduras de aparatos, se ha opuesto a que el laborista Tony Blair ocupe el puesto de presidente del Consejo (sería como poner a la zorra a cuidar de las gallinas vino a decir) y a su propio gobierno socialista (y al español) por apoyar a su compatriota conservador Durão Barroso para la presidencia de la Comisión Europea.

Sin ningún sectarismo cree Soares que hoy solo la izquierda puede sacar de la crisis a Europa pues la derecha democrática lamentablemente ha abandonado el espíritu político de la democracia cristiana para transformarse en “partidos populares”, en la línea de los republicanos norteamericanos y de George W. Bush (EL PAÍS, 27-04-09 ). En lo que se refiere al PP español ello se ha constatado en el Parlamento (y cuando han estado en el Consejo Europeo) donde siempre se han alineado con las posturas mas agresoras del modelo social europeo.

En el cara a cara televisivo entre Mayor Oreja y López Aguilar, éste se lo recriminó, pero tal vez debió hacerlo con más insistencia en vez de centrarse en la crítica al PP por la política nacional. Era el momento de explicar la importancia de Europa. Pues como decía Vidal Folch (EL PAÍS, 22-5-09) en un excelente artículo una paradoja acecha a la nueva Cámara: ¿será la más poderosa y la más euroescéptica?

Se han podido moderar o aparcar algunas amenazas de desregulación (o de regulación a la baja) como las que representaban la directiva de servicios o la directiva de la jornada de trabajo, pero es seguro que tras las elecciones volverán a la carga con estas u otras iniciativas antisociales.

La gran participación en las euromanifestaciones convocadas por la Confederación Europa de Sindicatos en diversas ciudades, entre ellas Madrid, representa un segundo paso (tras las movilizaciones contra la directiva Bolkestein) de la campaña de la CES, aprobada en su último congreso con la consigna de ¡Pasar a la ofensiva!.

En la próxima etapa, y sea cual sea el resultado electoral, la convergencia del movimiento sindical y de otras organizaciones sociales con las fuerzas progresistas del Parlamento Europeo como el Partido Socialista, Izquierda Unida o los Verdes deberá fortalecerse si se quiere avanzar en esa línea.

Sería necesario también un dialogo sobre las dos posturas que han dividido a las fuerzas progresistas desde hace algunos años. Entre la izquierda eurocrítica que se opone al Tratado de Lisboa y los europeístas críticos (hasta el nombre no es nada antagónico) que consideran que es mejor que el vigente Tratado de Niza, aunque tampoco les guste mucho. Es posible que ese dialogo no produzca un acercamiento inmediato en los temas de arquitectura institucional pero de él pueden salir acciones convergentes para afrontar la crisis económica en Europa y en favor de la Europa Social.

En otro orden de cosas el Tribunal Constitucional ha dado luz verde a la candidatura anulada por el Supremo. Yo también me siento de alguna forma “desautorizado” por un articulo que escribí en Nueva Tribuna al respecto, pero creo que no solo hay que acatar esa sentencia sino que hay que aceptar de buen grado los argumentos del alto tribunal. No hay pruebas de conexiones orgánicas o financieras con ETA-Batasuna y sin ellas la anulación de la lista lesionaría derechos fundamentales. Puesto a rectificar tampoco tengo inconveniente en lamentar que el tono irónico que empleé para referirme a la trayectoria política de una integrante de esa lista se haya entendido por algún lector como irrespetuoso con la persona aludida, lo cual no estaba en mi ánimo. Dos mea culpa.

Juan Moreno

El adiós europeo de Mario Soares
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